El papa Francisco pidió este domingo “que se iluminen las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas” y “se ponga fin inmediatamente” a la “insensata” guerra en Ucrania, en su mensaje de Navidad.
Ante las decenas de miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, el Sumo Pontífice denunció que “vientos de guerra soplan gélidos sobre la humanidad”, antes de la bendición Urbi et Otbi, refiere un reporte de la agencia EFE.
Francisco pidió recordar “los rostros de los hermanos y hermanas ucranianos, que viven esta Navidad en la oscuridad, a la intemperie o lejos de sus hogares, a causa de la destrucción ocasionada por diez meses de guerra” y llamó a “realizar gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo”.
“Lamentablemente, se prefiere escuchar otras razones, dictadas por las lógicas del mundo. Pero la voz del Niño, ¿quién la escucha?”, se preguntó el Obispo de Roma, según el medio español.
"Let us see the faces of our Ukrainian brothers and sisters who are experiencing this Christmas in the dark and cold, far from their homes due to the devastation caused by ten months of war. May the Lord inspire us to offer concrete gestures of solidarity".#PopeFrancis pic.twitter.com/JjsmEHh0hn
— Vatican News (@VaticanNews) December 25, 2022
De acuerdo con EFE, en su mensaje de Navidad, en el que el papa suele repasar los conflictos y males en el mundo, Francisco lamentó “que nuestro tiempo está viviendo una grave carestía de paz también en otras regiones, en otros escenarios de esta tercera guerra mundial”.
El papa constató “con dolor” que, “al mismo tiempo que se nos da el Príncipe de la paz, crudos vientos de guerra continúan soplando gélidos sobre la humanidad”, y se refirió a otros conflictos armados que azotan hoy al mundo, como los que tienen lugar en Siria, Palestina, el Líbano y Yemen.
También rogó para que se vaya “hacia la reconciliación en Myanmar y en Irán, para que cese todo derramamiento de sangre”, y pididó esfuerzos para que “se pacifiquen las tensiones políticas y sociales que afectan a varios países del continente americano”, particularmente al pueblo haitiano, “que está sufriendo desde hace mucho tiempo”.
En su mensaje de Navidad, Francisco pidió que no se olvide “a las personas que sufren hambre, sobre todo los niños, mientras cada día se desperdician grandes cantidades de alimentos y se derrochan bienes a cambio de armas” y tampoco “a las familias que están más heridas por la vida, y en aquellas que, en este tiempo de crisis económica, tienen dificultades a causa de la falta de trabajo y de lo necesario para vivir” .
De igual manera llamó a “no olvidar a tantos migrantes y refugiados que llaman a nuestra puerta en busca de consuelo, calor y alimento” y “a los marginados, de las personas solas, de los huérfanos y de los ancianos que corren el riesgo de ser descartados; de los presos que miramos sólo por sus errores y no como seres humanos” .
Posteriormente, como es tradicional, impartió la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) desde el balcón donde apareció como papa el 13 de marzo de 2013.
EFE / OnCuba