La artista catalana Nùria Güell, de 37 años, aseguró este jueves en Palma que con una estrategia “bien diseñada”, ella y un desconocido consiguieron engañar a la embajada española en Cuba: “Me casé, sin amor, con un cubano para lograr la nacionalidad española de éste”.
Güell expone desde este jueves hasta el 6 de octubre, seis de sus obras audiovisuales en el Casal Solleric de Palma, como parte del premio que le otorgó el Ayuntamiento de Ciutat el pasado mes de diciembre en las fiestas de Sant Sebastià.
Una de estas obras, nombrada “Ayuda humanitaria” se basa en un texto que ella misma escribió en 2008 en las redes sociales: “Chica española se ofrece como esposa al cubano que le escriba la carta de amor más bonita del mundo”.
“Todo fue un fake, un concurso de cartas de amor sin amor”, dijo Güell, pero “lo cierto es que me casé con el cubano ganador, Yordani, y conseguimos engañar a la embajada española en Cuba, que dio vía libre a nuestra unión”.
“Estuvimos cinco años casados –hasta 2013– y después nos divorciamos porque nuestra boda fue tan sólo para criticar el amor romántico y para que Yordani lograra la nacionalidad española”, explicó la artista.
“Antes de crear, siempre quiero “experimentar”, dijo y reconoció: “Me jugué entrar en prisión”.
La artista, ganadora del premio Ciutat de Palma Antoni Gelabert de Artes Visuales de 2018, tiene su centro de operaciones en Vidreres (Girona) y su exposición inaugurada este se titula “Ante la ley, sobre guardias y guardianes”.
Esta muestra es, según ha definido Güell en rueda de prensa, “una forma de plantear la pregunta referida a si realmente, los humanos somos guardianes de las leyes que nosotros mismos hemos creado”.
Las obras que la integran, junto a “Ayuda humanitaria (2008-2013)”, son: “Resurrección (2013)”, “Too much melanin (2013)”, “Aplicación legal desplazada (2010-2012)”, “Crimen y castigo (2017)”, y “La feria de las flores (2015-2016)”.
Las mismas están realizadas tras experiencias vividas en Cuba, Costa Rica, Suecia, Colombia y España.
EFE / OnCuba
Ahora debian llevarla a los tribunales por trafico de personas y enga;o a la embajada española. Además de discirminación a los que no ganaron el concruso de falsas cartas de amor
Seguro que el cubano le dejó caer una cuantas “pelas” que convencieron a la artista catalana, vaya “cartas de amor”
Esto ha estado ocurriendo por décadas y todo el mundo lo sabía. Se me hace un cinismo venir a rasgarse la vestiduras ahora.