Un tribunal de Moldavia ha puesto al ex presidente del país, Igor Dodon, bajo arresto domiciliario durante 30 días mientras se enfrenta a una investigación por sospecha de traición, corrupción, enriquecimiento ilícito y financiación ilegal de partidos.
Moldavia ha respaldado firmemente a Kiev desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, envió tropas a Ucrania. El arresto del prorruso Dodon se produce en un momento en que las relaciones entre Moscú y Chisinau son cada vez más tensas.
Dodon, quien se desempeñó como presidente de Moldavia de 2016 a 2020 y lidera el bloque de oposición prorruso del país de Europa del Este, fue detenido el martes en su casa en la capital de Chisinau por los investigadores.
El ex presidente afirmó que los cargos en su contra tenían motivaciones políticas y que se implementaban a instancias de potencias extranjeras. Dijo a los periodistas que el juez estaba cumpliendo una “orden política” de la presidenta prooccidental Maia Sandu, quien le sucedió en 2020.
Uno de los países más pobres de Europa, Moldavia es una ex república soviética que obtuvo su independencia en 1991. Rusia mantiene tropas en la región separatista moldava de Transnistria, también conocida como Transdniestria, un estado disidente en disputa respaldado por Rusia que limita con el suroeste de Ucrania.
En los últimos meses los separatistas rusos de esa región disidente culparon a Ucrania de fuertes tiroteos, explosiones e incursiones de drones, lo que generó temores de que Moldavia podría verse involucrada en el conflicto en Ucrania.
El Kremlin dijo antes que estaba preocupado por los informes de que Dodon había sido detenido. El portavoz Dimitri Peskov le pidió a las autoridades moldavas respetar sus derechos.
Associated Press/OnCuba.