El presidente ruso Vladimir Putin se dio este viernes un baño de multitudes, oficialmente para conmemorar la invasión a Crimea en 2014, pero en realidad para recabar apoyo a la guerra con Ucrania, pese a que la censura rusa no parece haber presentado toda la verdad de los hechos.
Al evento, que abarrotó un estadio de fútbol en el centro de Moscú, asistieron unas 200 000 personas, según la policía rusa. Varios asistentes le dijeron a la prensa extranjera que la mayor parte fue movilizada por el gobierno con la promesa de un día libre de trabajo.
El hecho se produjo en un ambiente colectivo donde la invasión de Ucrania no puede ser referida públicamente como tal, sino como una “operación militar especial” sobre la que el Kremlin no ha publicado ningún parte de guerra pormenorizado.
La actividad se produjo cuando las tropas rusas arreciaron los ataques aéreos a ciudades ucranianas, incluida la capital, Kiev, y atacaron una instalación de reparación de aviones en las afueras de Lviv, cerca de la frontera con Polonia.
“Hombro con hombro, se ayudan y se apoyan mutuamente”, dijo el presidente ruso sobre las fuerzas del Kremlin en combate. “No hemos tenido una unidad como esta en mucho tiempo”, agregó ante los aplausos de la multitud.
Buscando retratar la guerra como justa, Putin parafraseó la Biblia para decir de las tropas rusas: “No hay mayor amor que entregar el alma por los amigos”.
En un escenario en el que un cartel rezaba “Por un mundo sin nazismo”, criticó a sus enemigos en Ucrania calificandolos de “neonazis” y siguió insistiendo en que sus acciones eran necesarias para prevenir el “genocidio”, afirmación que los líderes de casi todo el mundo niegan rotundamente.
Las transmisiones de video del evento se cortaron algunas veces, al parecer por problemas técnicos, pero mostraron una multitud que vitoreaba en voz alta y rompía en cánticos de “¡Rusia!”.
“Sabemos lo que tenemos que hacer, cómo hacerlo y a qué costo. Y cumpliremos absolutamente todos nuestros planes”, dijo Putin.
El mandatario ruso volvió a utilizar el término “operación militar especial”, empleado en su declaración de guerra a Ucrania, televisada del 24 de febrero. Y aseguró que las hostilidades estaban ayudando a unificar a Rusia.
“Estamos allí para liberar al pueblo ucraniano de su sufrimiento, del genocidio, esta es la principal inspiración de la operación militar que comenzamos en Donbas” [la región separatista al este de Ucrania], precisó Putin.
La invasión ha desencadenado una explosión de protestas dentro de Rusia, y la manifestación, celebrada para conmemorar el octavo aniversario de la anexión de Crimea por parte de Moscú, que fue arrebatada a Ucrania, estuvo rodeada de sospechas de que era una muestra de patriotismo fabricada por el Kremlin.
En Telegram varios críticos del Kremlin informaron que sus superiores ordenaron a estudiantes y empleados de instituciones estatales asitir a mítines y conciertos para conmemorar el aniversario. Esos informes no pudieron ser verificados de forma independiente.
La policía de Moscú dijo que había más de 200 000 personas dentro y alrededor del estadio Luzhniki. El evento incluyó canciones patrióticas, incluida la interpretación de “Made in the USSR”, con las primeras líneas alteradas para “Ucrania y Crimea, Bielorrusia y Moldavia, es todo mi país”.
A raíz de la invasión, el Kremlin ha tomado medidas más drásticas contra la disidencia y el flujo de información, arrestando a miles de manifestantes contra la guerra, prohibiendo sitios como Facebook y Twitter e instituyendo duras penas de prisión por lo que considera información falsa sobre el guerra.
El grupo ruso de derechos humanos OVD-Info, que monitorea los arrestos políticos, informó que al menos siete periodistas independientes habían sido detenidos antes o mientras cubrían los eventos de Moscú.
De pie en el escenario con un jersey de cuello alto blanco y una chaqueta azul, Putin habló durante unos cinco minutos. Algunas personas, incluidos los presentadores del evento, vestían camisetas o chaquetas con una Z, un símbolo que se ve en los tanques rusos y otros vehículos militares en Ucrania y que abrazan los partidarios de la guerra.
La cita de Putin de la Biblia refleja su creciente enfoque en los últimos años en la historia y la religión como fuerzas vinculantes en la sociedad postsoviética rusa. Calificar a sus enemigos de nazis evocó lo que muchos rusos consideran el mejor momento de su país, la defensa de la patria de Alemania, llamada la Gran Guerra Patria durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero ni la Unión Soviética existe ni la invasión a Ucrania no es la Gran Guerra Patria, donde precisamente comenzó la derrota de la Alemania nazi.