El volcán Cumbre Vieja de la isla española de La Palma, en el archipiélago canario, entró en erupción ayer domingo después de varios días de vigilancia debido a su actividad sísmica, dijeron autoridades locales.
Medios de prensa reportan que se sintió una gran explosión, seguida por una enorme columna de humo y la expulsión de piroclastos, fragmentos sólidos de material volcánico.
El volcán lanzaba grandes columnas de humo, ceniza y lava, según las primeras imágenes difundidas en directo por la televisión española.
Los ríos de lava arrasaron árboles, invadieron carreteras y lograron penetrar en casas. Estas coladas ardientes, de más 1 000°C., avanzan a una velocidad media de 700 metros por hora.
El Instituto de Vulcanología de las Canarias registró desde el sábado pasado varios miles de sismos de baja intensidad.
La última erupción de este volcán ocurrió en 1971, y el archipiélago español de Canarias vivió su última erupción en 2011, esta vez bajo el agua, en la isla de El Hierro.
Algunos vecinos afectados se encuentran en la plaza de la ermita local de San Martín de Porres. Muchas propiedades han sido destruidas.
Hasta el momento, la erupción volcánica ha obligado a evacuar a unas 5 000 personas.
La mayoría ha encontrado refugio en casas de parientes y amigos porque “aquí todo el mundo se conoce y se ayuda”.
Mientras, la erupción continúa y la lava se sigue desplazando ladera abajo. Ya ha atravesado la carretera y continúa su camino hacia la costa.
De momento, la lava ya ha cambiado el paisaje. Donde antes había pinos, ahora hay varias cimas humeantes, formadas por el material expulsado por el volcán.