La primera ministra británica, Theresa May, reconoció el fracaso de las estrategias del gobierno para conseguir la aprobación de su acuerdo del Brexit en el Parlamento cuando afirmó este sábado que son escasas las posibilidades de que los legisladores apoyen “en un futuro próximo” el pacto de divorcio con la Unión Europea (UE) rechazado ya en tres ocasiones.
A días de que se cumpla el plazo para que el Reino Unido deje la UE, May apremió a los legisladores de oposición a que le ayuden a concertar un acuerdo negociado y señaló que los electores “esperan que sus políticos trabajen unidos cuando lo exige el interés nacional”.
Después del tercer rechazo al acuerdo de May con la UE en la Cámara de los Comunes, la primera ministra invitó esta semana al opositor Partido Laborista a examinar las alternativas. Sin embargo, los tres días de conversaciones terminaron sin un acuerdo y los laboristas, de centro izquierda, acusaron al gobierno conservador de May de no presentar cambios verdaderos.
“No he advertido ningún gran cambio en la postura del gobierno a la fecha”, declaró el dirigente laborista Jeremy Corbyn. “Estoy esperando para ver el movimiento de las líneas rojas”.
Los laboristas favorecen un Brexit más suave respecto del pugnado por el gobierno. El partido afirma que el Reino Unido debe permanecer estrechamente sujeta a las reglas comerciales de la UE y mantener las normas del bloque en áreas como los derechos de los trabajadores y la protección ambiental.
Londres debe dejar la UE el próximo viernes a menos de que May pueda conseguir otro aplazamiento del bloque, que ya había aceptado posponer el Brexit fijado originalmente para el 29 de marzo.
May está pidiendo ahora que la salida del Reino Unido se posponga al 30 de junio, con la expectativa de alcanzar un acuerdo con los laboristas y un convenio con el Parlamento en cuestión de semanas.
“A mayor tardanza, mayor riesgo de que Gran Bretaña nunca se vaya”, dijo May en un comunicado.
Sin embargo, los gobiernos de la UE apoyan un aplazamiento mayor para evitar otra ronda de preparativos y políticas de riesgo. Y afirmaron que Reino Unido necesita presentar un plan concreto que ponga fin al estancamiento para conseguir otro aplazamiento.
Una extensión necesita la aprobación unánime de los demás 27 gobiernos, algunos de los cuales están hartos de la incertidumbre del Brexit y son renuentes a prolongarla.
El mes pasado, la UE dio al Reino Unido hasta el 12 de abril para que apruebe el acuerdo de retiro alcanzado con el gobierno de May, para cambiar de curso y buscar otro aplazamiento, o para irse de la UE sin un convenio o un periodo de transición a fin de amortiguar el impacto.