El papa Francisco canceló el viernes su tradicional visita de Nochevieja al belén de tamaño natural instalado en la Plaza de San Pedro para evitar de esta manera la formación de grandes multitudes.
En su última homilía de 2021 y mostrándose con barbijo en la Basílica vaticana, el Papa aseguró en su homilía de las Vísperas y Te Deum que si bien el impulso inicial en el mundo entero ante la pandemia fue el de la solidaridad, también un desconcierto generalizado llevó por momentos a la tentación del “sálvese quien pueda”.
Papa Francisco: escucharse en familia, no aislarse con un teléfono móvil
“En realidad, podemos y debemos decir “gracias a Dios”, porque la elección de la responsabilidad solidaria no viene del mundo: viene de Dios; es más, viene de Jesucristo, que ha impreso de una vez por todas en nuestra historia el “rumbo” de su vocación original: ser todos hermanos y hermanas, hijos del único Padre”, dijo.
Con esta misa al interior de la Basílica, el Vaticano ha seguido el ejemplo de Italia al imponer restricciones a las multitudes. Las principales ciudades anularon sus típicos conciertos al aire libre del 31 de diciembre mientras el país lucha contra un aumento récord de los contagios de coronavirus.
La ciudad de Nápoles prohibió el uso de fuegos artificiales en un intento por evitar grandes aglomeraciones. En tanto, la región italiana de Lombardía, motor económico del país, y su capital, Milán, entrarán el próximo lunes en zona amarilla, la primera franja en la clasificación de riesgo introducida con la pandemia.
En la semana de Navidad los casos ascendieron a 783 por cada 100 000 habitantes respecto a los 351 alcanzados en la anterior, mientras que el índice de transmisibilidad Rt subió ligeramente hasta situarse en 1,18, por encima del umbral epidémico.
La rápida difusión de la variante Ómicron, que ha llevado al país a superar el récord de casos diarios, con 127 000 contabilizados oficialmente en las últimas 24 horas.
Ap/Efe/OnCuba