La Cancillería rusa anunció hoy miércoles varias expulsiones de diplomáticos de las embajadas de España, Italia, Francia y Finlandia, casi un centenar de personas como respuesta, de acuerdo con Moscú, a «pasos hostiles» de las cancillerías homólogas al hacer lo propio con diplomáticos rusos durante los últimos meses.
La misión diplomática de Rusia en Helsinki protestó el martes en relación con lo que llamó la expulsión infundada de Finlandia de dos empleados de la Embajada de Rusia en Helsinki como parte de la campaña de sanciones contra Rusia de la Unión Europea.
Rusia informó al embajador finés que, como reacción a estas acciones de las autoridades de ese país, la parte rusa tomó una decisión sobre la inaceptabilidad de la estadía adicional en la Federación Rusa de dos empleados del personal de la Embajada de Finlandia en Moscú.
También el miércoles, el embajador de Francia en Moscú, P. Levy fue citado al Ministerio de Relaciones Exteriores ruso para protestar en relación con lo que Rusia llama la «provocación y decisión injustificada de las autoridades francesas sobre el anuncio de 41 empleados de instituciones diplomáticas rusas en Francia como ‘persona non grata’».
De acuerdo con Moscú «este paso causa un daño grave a las relaciones ruso-francesas y la cooperación bilateral constructiva». Como respuesta, 34 empleados de instituciones diplomáticas francesas en Rusia han sido declarados “persona non grata”. Se les ordenó abandonar el territorio de Rusia dentro de las dos semanas siguientes a la fecha de entrega de la nota al embajador.
En la misma jornada, Rusia protestó ante el embajador de España en Moscú, Marcos Gómez Martínez, y le comunicó la expulsión de 27 empleados de sus instituciones diplomáticas en el país europeo como respuesta a la expulsión de personal de la misión rusa en España.
Moscú expulsa al “número dos” de la Embajada de Estados Unidos
Una acción similar tuvo lugar con la representación italiana en la capital rusa, en este caso el número de expulsados alcanzó la cifra de 24 funcionarios.
Desde antes del estallido de las hostilidades entre Rusia y Ucrania, en febrero pasado, Moscú y las capitales occidentales y otros países aliados de Estados Unidos han estado denunciando acciones inamistosas o incompatibles con la función diplomática y se han producido, en uno y otro caso, oleadas de expulsiones de funcionarios.