El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este lunes el caos mundial que enfrenta el planeta, refirió un reporte de la agencia Prensa Latina.
La contaminación, la eliminación de especies y ecosistemas o los gases de efecto invernadero están presentes en ese cóctel de desastres que hizo decir a Guterres: “la humanidad está actuando como el hijo delincuente de la Madre Tierra”.
La alerta del secretario general de Naciones Unidas se produce en el Día Internacional de la Tierra, que se celebra cada 22 de abril.
La fecha recuerda que millones de personas salieron a las calles de ciudades y pueblos de Estados Unidos el 22 de abril de 1970 en manifestaciones masivas por el daño que se estaba causando al planeta y a sus recursos.
Guterres llamó a restablecer la armonía con la naturaleza, adoptar la producción y el consumo sostenibles y proteger de los daños.
Para ese proyecto, instó a crear empleos, reducir la pobreza e impulsar el desarrollo sostenible.
“Eso significa frenar de golpe la pérdida de biodiversidad, poner fin a la contaminación y reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial”, enumeró.
El máximo responsable del organismo mundial pidió brindar justicia climática a los países que se encuentran en la primera línea y movilizar rápidamente el financiamiento con el fin de contener el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius.
En el #DiaDeLaTerra @antonioguterres pide al mundo unirse para defender nuestro planeta https://t.co/fR3pgiEkpw
— EFEverde (@EFEverde) April 22, 2024
Guterres pidió al G20, que engloba a las economías más dinámicas del planeta, liderar una eliminación global rápida, justa y financiada de los combustibles fósiles, y poner fin a los subsidios que destruyen la naturaleza, entre ellos los que financian la producción descontrolada de plásticos.
Cada año, más de 280 millones de toneladas de productos plásticos de vida corta terminan en la basura.
A diferencia de otros materiales, el plástico no se biodegrada. Puede tardar cientos de años en descomponerse, por lo que cuando se desecha, se acumula en el medio ambiente hasta alcanzar un punto crítico.
Esa contaminación asfixia a la fauna marina, deteriora el suelo, envenena las aguas subterráneas y puede causar graves consecuencias para la salud humana, según científicos de la ONU.
Europa, velocidad en el calentamiento
Europa es el continente que más rápidamente se está calentando, lo que condujo a que 2023 fuera uno de los dos años más cálidos para ese territorio, aseguró la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe que glosa Prensa Latina.
La aseveración fue respaldada por el Servicio de Cambio Climático Copernicus, que menciona el número récord de días con estrés térmico extremo y las muertes relacionadas con el calor, muy superiores a lo normal.
De acuerdo con la OMM, los desajustes provocados por el cambio climático causaron niveles sin precedentes de trastorno y miseria a millones de personas en Europa en 2023.
Entre otras consecuencias, se produjeron inundaciones generalizadas y graves olas de calor, una nueva normalidad a la que los países de esa región deben adaptarse con carácter prioritario.
Las temperaturas récord de la superficie del mar en toda Europa también reflejaron la tendencia al calentamiento profundamente preocupante en la Tierra, con una alarmante ola de calor marina en el Océano Atlántico, al oeste de Irlanda y alrededor de Reino Unido.
OIT, cifras alarmantes
El 71 % de los trabajadores del mundo están expuestos a riesgos graves para su salud relacionados con el cambio climático, en particular el excesivo calor, cifró un informe de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), publicado este lunes y reportado por la agencia española EFE.
El fenómeno ocasiona 22,8 millones de lesiones profesionales que cuestan 19 000 vidas al año y de más de dos millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad sufrida.
De acuerdo con la OIT, los trabajadores amenazados en su seguridad y salud por el cambio climático ahora son al menos 5,4 puntos más que en 2000.
Los más afectados son los trabajadores de la agricultura, los que realizan tareas relacionadas con la gestión de los recursos naturales, la construcción, la recogida de desechos, el transporte, el turismo y los deportes, es decir, aquellos que pasan una parte importante de su jornada al aire libre.