Irán no busca guerra contra ningún país, afirmó este martes el presidente iraní, Hasán Ruhani, aunque insistió en que su país podrá soportar la creciente presión de Estados Unidos y “saldrá victorioso”.
Por su parte, fuentes diplomáticas en Nueva York revelaron al periódico israelí Maariv que la Casa Blanca está evaluando llevar a cabo un “ataque táctico” contra el país persa, en respuesta a los sabotajes a petroleros de la semana pasada en el golfo de Omán y de los que Washington culpa a Teherán.
Teherán ha negado estar implicada en los sucesos y hasta el momento nadie se ha adjudicado los ataques.
EE.UU. e Irán están cerca de un punto de inflexión en su disputa después de esas acciones y de que Teherán anunciara el lunes que dejaría de cumplir el acuerdo nuclear con potencias internacionales. El escenario se ha exacerbado con la orden de despliegue por parte del gobierno de Donald Trump de mil soldados más en Oriente Medio.
“No preparamos una guerra con ningún país”, dijo el presidente Ruhani durante la inauguración de una nueva terminal en el Aeropuerto Internacional Imán Jomeini, que aumentará su capacidad de 8 a 13 millones al año.
“Toda la nación iraní es unánime en hacer frente” a la presión de Estados Unidos, dijo Ruhani. “El final de esta batalla verá la victoria de la nación iraní”.
Irán se ha mantenido “leal a sus compromisos, a (…) los acuerdos internacionales” pese a la retirada estadounidense el año pasado del acuerdo nuclear que firmaron en 2015 Teherán y varias potencias internacionales.
Sin embargo, la agencia nuclear iraní anunció que en los próximos 10 días sobrepasaría los límites de almacenaje de uranio fijados por el acuerdo, aumentando la presión sobre las potencias europeas que intentan salvar el pacto tras la salida estadounidense.
El Pentágono anunció horas más tarde que enviaría mil soldados adicionales a Oriente Medio para reforzar la seguridad en la región en respuesta a lo que funcionarios estadounidenses describieron como una creciente amenaza de Irán.
El anuncio de la agencia nuclear iraní era un nuevo plazo límite marcado por Teherán. Ruhani ya ha advertido a Europa de que la república islámica aumentará su enriquecimiento de uranio si no se renegocia un nuevo acuerdo para el 7 de julio.
Estos anuncios reflejan que Irán ha lanzado su propia campaña de presiones tras afrontar otra del gobierno de Donald Trump, que asestó un duro golpe a sus ventas de petróleo en el extranjero y dejó su economía en caída libre. Por ahora, Europa no ha logrado ofrecer a Irán una forma de evitar las sanciones estadounidenses.
La escalada de las tensiones tras los ataques de la semana pasada llega hasta los planes estadounidenses de devolver el golpe a Teherán, su señalado culpable.
Según dijo un diplomático al periódico Maariv “el bombardeo (estadounidense) será masivo, pero se limitará a un objetivo específico”.
De acuerdo con la información de este medio israelí, citada por RT, Donald Trump no estaba entusiasmado con la idea del ataque, pero finalmente fue convencido por el secretario de Estado Mike Pompeo, quien es un fuerte partidario de una acción bélica contra el país persa.