La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ha dictaminado que la presencia continua de Israel en el territorio palestino ocupado es ilegal y debe terminar “lo más rápido posible”.
Nawaf Salam, presidente de la CIJ en La Haya, dio a conocer la opinión consultiva no vinculante emitida el viernes por un panel de jueces sobre la ocupación israelí del territorio palestino.
Los magistrados consideraron que políticas como la construcción y expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, el uso de los recursos naturales del área, la anexión y la imposición de control permanente sobre tierras y las acciones discriminatorias contra los palestinos violaban el Derecho internacional.
Dijeron ademas que Israel no tiene derecho a la soberanía de los territorios, y que está violando las leyes internacionales contra la adquisición de territorios por la fuerza e impidiendo el derecho de los palestinos a la autodeterminación.
También legislaron que otras naciones estaban obligadas a no “prestar ayuda o asistencia para mantener” la presencia de Israel en el territorio. Y que Israel debe poner fin a la construcción de asentamientos de inmediato y eliminar los existentes.
El “abuso de Israel de su condición de potencia ocupante” hace que su “presencia en el territorio palestino ocupado sea ilegal”, dijo el tribunal. “Los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, y el régimen asociado a ellos se mantienen en violación del Derecho internacional”
Israel capturó Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental –áreas de la Palestina histórica que los palestinos quieren para un Estado– en la guerra de 1967. Desde entonces, ha construido asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental y los ha ampliado constantemente. También tenía asentamientos en Gaza antes de su retirada en 2005.
La ONU y la gran mayoría de la comunidad internacional consideran que se trata de territorio palestino ocupado por Israel.
El Ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyad Maliki, dijo a los periodistas en La Haya que el fallo marcaba un “momento decisivo para Palestina, para la justicia y para el Derecho internacional”.
“La CIJ cumplió con sus deberes legales y morales con este fallo histórico. Ahora todos los Estados deben cumplir con sus obligaciones claras: ninguna ayuda, ninguna asistencia, ninguna complicidad, ningún dinero, ninguna arma, ningún comercio, nada de nada; ninguna acción de ningún tipo para apoyar la ocupación ilegal de Israel”, afirmó.
Por su parte Riyad Mansour, el embajador palestino ante la ONU, dijo que el fallo era un “paso significativo” en la dirección de poner fin a la ocupación y lograr los derechos inalienables del pueblo palestino, incluido el derecho a la autodeterminación, la condición de Estado y el derecho al retorno. .
El derecho a regresar es una exigencia de que a los palestinos que fueron obligados a abandonar sus hogares en la Nakba de 1948 y la guerra árabe-israelí de 1967 se les permita regresar.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emitió un comunicado en el que calificó el fallo como una “decisión de mentiras” que distorsionó la verdad y afirmó que “el pueblo judío no es ocupante de su propia tierra”.
Jeffrey Nice, abogado de derechos humanos, dijo que será difícil para los líderes mundiales “ignorar” por completo el fallo de la CIJ, a pesar de no ser vinculante.