Agencias de prensa dan cuenta de la llegada de un segundo contingente de 200 policías de Kenia a Haití para reforzar una misión respaldada por la ONU y encabezada por este país africano para combatir a las pandillas.
Los policías llegaron casi un mes después de que el primer contingente aterrizara en Puerto Príncipe, la capital, donde se estima que las pandillas controlan al menos 80 % del territorio.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó los “niveles extremos de violencia armada” en Haití por estar minando la paz, la estabilidad y la seguridad en el país y la región.
Se espera que en las próximas semanas lleguen más kenianos. Se les unirán policías y soldados de Bahamas, Bangladesh, Barbados, Benín, Chad y Jamaica.
Aunque algunos haitianos han recibido con beneplácito la llegada de los kenianos, otros se muestran cautelosos.
La misión encabezada por los kenianos tiene como objetivo reforzar a la Policía Nacional de Haití, que no cuenta con suficientes elementos ni financiamiento, y que únicamente tiene unos 10 000 policías activos en un país de más de 11 millones de habitantes.
Otro objetivo de la misión es acabar con las pandillas, responsabilizadas con la muerte de a más de 4 450 personas el año pasado y de herir a otras 1 668, de acuerdo con la ONU, más del doble en comparación con el año anterior.
Da Rin, del International Crisis Group, dijo que, por sí sola, la misión keniana no será suficiente para terminar con la violencia de las pandillas, y que políticos y propietarios de negocios han estado vinculados a los grupos criminales.
“Mientras los problemas de impunidad y corrupción no sean atendidos, toda estrategia centrada solamente en la seguridad no tendrá mejorías duraderas”, señaló.