El ejército israelí separó el norte de Gaza del resto del territorio asediado y lo bombardeo hoy lunes, preparándose para las terrestres con militantes de Hamás en la ciudad más grande de Gaza y para una fase aún más violenta de la guerra que ya dura un mes.
Se espera que las tropas entren pronto en la ciudad de Gaza, informaron los medios israelíes. También se prevé que los militantes palestinos, que han tenido años para prepararse, luchen calle por calle, lanzando emboscadas desde una vasta red de túneles.
En los últimos días los ataques aéreos han alcanzado instalaciones de la ONU donde se refugian miles de personas, así como hospitales, que se han visto abrumados por los heridos y se están quedando sin energía y suministros.
Un ataque el lunes temprano alcanzó al Hospital Shifa de la ciudad de Gaza, matando a varias personas desplazadas que se refugiaban en su último piso y destruyendo paneles solares, dijo Mohamed Zaqout, director general de todos los hospitales de Gaza.
Los paneles han ayudado a mantener la electricidad en la instalación, que se ha visto obligada a utilizar un solo generador debido a la falta de combustible. El ataque se produjo en lo que, según los testigos, fue una de las noches de bombardeos más intensos hasta el momento en el norte de Gaza.
Israel dijo que atacó 450 objetivos durante la noche. Hay un número desconocido de personas enterradas debajo del campo de refugiados de Shati, un distrito densamente urbanizado en la costa mediterránea adyacente al centro de la ciudad de Gaza.
Alrededor del 70 % de los 2,3 millones de residentes de Gaza han huido de sus hogares desde que comenzó la guerra.
Los alimentos, las medicinas, el combustible y el agua se están agotando, y las escuelas administradas por la ONU convertidas en refugios están más allá de su capacidad. Mucha gente duerme en la calle.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, planteó la necesidad de pausas humanitarias directamente al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pero no se llegó a ningún acuerdo, dijo la Casa Blanca.
Israel ha rechazado las sugerencias de hacer una pausa, destinada a facilitar las entregas de ayuda humanitaria y la liberación de algunos de los aproximadamente 240 rehenes tomados por Hamás en su incursión.
También ha rechazado los llamados de los países árabes a un alto el fuego. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, concluyó el lunes su gira por la región.
Dijo que los esfuerzos para asegurar una pausa, negociar la liberación de los rehenes y el plan para una Gaza post-Hamás todavía eran “un trabajo en progreso”.