Redacción OnCuba
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) se adjudicó este jueves la autoría del atentado que provocó la muerte de unas 84 personas en la localidad de Kerman, en el sur de Irán, mientras se celebraba el cuarto aniversario del asesinato del comandante iraní Qasem Soleimaní.
Citado por EFE, el EI comunicó que dos de sus miembros “se dirigieron hacia una gran concentración” cerca de la tumba de Soleimaní e “hicieron detonar sus cinturones explosivos”, acto que dejó también un saldo superior a los 200 heridos.
El grupo terrorista identificó a los atacantes suicidas como Omar al Mowhid y Saifalá al Muyahid, quienes cometieron el atentado para que “los politeístas sepan que los yihadistas están detrás suyo y de sus proyectos”.
Una fuente “bien informada”, según la agencia iraní IRNA, señala que “el atacante suicida del primer incidente era un hombre que quedó completamente desmembrado como resultado de la explosión”, mientras que la segunda deflagración también “podría tratarse” de una acción similar.
Los medios locales informaron que la primera explosión ocurrió a las 14:50 hora local, a unos 700 metros del cementerio Jardín de los Mártires, alrededor de la mezquita Saheb al-Zaman. La segunda habría ocurrido unos 15 minutos después, a aproximadamente un kilómetro del cementerio.
Los datos más actualizados de EFE arrojan que producto del atentado, catalogado como uno de los más brutales en Irán en décadas, hay unas 220 personas hospitalizadas, de acuerdo con las autoridades iraníes.
Teherán ha asegurado que los “perpetradores” del ataque serán detenidos por las fuerzas de seguridad e Inteligencia, y prometieron para quienes los apoyan “la ira de la nación iraní”.
En un primer momento, las autoridades persas calcularon en más de cien las muertes como consecuencia del ataque, pero el ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, rebajó este jueves a 84 las víctimas mortales.
Asimismo, el funcionario reconoció que aún hay varias personas en estado crítico y en condiciones “poco favorables”.
Qassem Soleimani, fallecido en 2020 en un ataque estadounidense con drones en el aeropuerto de Bagdad, es considerado un mártir de la revolución en Irán y una de las figuras más importantes de la nación persa después del Líder Supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei.
Como comandante del brazo de operaciones en el extranjero de la Guardia Revolucionaria de Irán, la Fuerza Quds, Soleimani estaba al frente de sus operaciones en todo Medio Oriente.
