Sin necesidad de bastoncillos en la nariz ni de esperas de horas para el resultado, las autoridades emiratíes han desplegado en aeropuertos y otros puntos del país un método más rápido para diagnosticar la COVID-19: perros que gracias a su olfato pueden identificar casos de contagio en distintas fases.
“El método de detección con perros es muy preciso y los resultados están disponibles inmediatamente en comparación con los test PCR”, explicó el Ministerio de Interior de Emiratos Árabes Unidos (EAU) en un email remitido a Efe.
El programa del país árabe para usar a los canes en la lucha contra la pandemia arrancó en junio pasado y los animales han sido desplegados en tres aeropuertos internacionales (Dubái, Abu Dabi y Sharjah), en un paso fronterizo con Arabia Saudí y, a través de un sistema de unidades móviles, en las principales ciudades del país.
Según Interior, las unidades móviles caninas puedan desplegarse rápidamente en puntos críticos, como estadios o centros comerciales, cuando sea necesario.
Emiratos no es la única nación que ha recurrido a estos animales para detectar el coronavirus. “Muchos países han lanzado iniciativas similares y EAU ha creado el Grupo de Trabajo Internacional K9 que reúne a 32 países que trabajan en la detección del SARS-CoV-2 con perros”, detalló el Ministerio.
SIN CONTACTO CON LOS CANES
El método ha sido empleado en el ámbito médico para identificar otras patologías, tanto infecciosas como no, y en el caso de la COVID-19 supone una forma de detección mucho más cómoda que introducir un largo bastoncillo en las fosas nasales. Además, los canes ni siquiera entran en contacto con el posible contagiado.
La persona sólo tiene que pasarse un algodón por la axila e impregnarlo con sudor; luego se introduce en un frasco y se hace oler al perro, que está entrenado para detenerse o ladrar cuando detecta el virus, según explicó la institución emiratí.
“Las principales ventajas que ofrece este método son la rápida detección (apenas unos segundos), los resultados están disponibles inmediatamente, es un método no invasivo, sin contacto con material infeccioso y se detectan tanto infecciones en sus primeras fases como casos presintomáticos y asintomáticos”, aseguró.
Antes de implementar este método el Ministerio llevó a cabo un estudio en colaboración con otras entidades gubernamentales, académicas y sanitarias con diecisiete perros especializados en la detección de explosivos, otros dos entrenados para encontrar cadáveres y dos más sin entrenamiento previo en detección.
El estudio encontró que, en general, los canes mostraron una sensibilidad respecto el SARS-CoV-2 de entre el 71 y el 79 % en los ejemplares menos eficaces, y de más del 90 % en quince de ellos.