Las autoridades iraníes detuvieron el viernes dos buques en el Estrecho de Ormuz, afirmó el viernes el gobierno británico, acciones que indican una escalada en la vital ruta marina que se ha convertido en punto de fricción entre Teherán y naciones occidentales.
El secretario del Exterior británico Jeremy Hunt dijo que uno de los navíos tenía bandera británica, y el otro, de Liberia. Los tripulantes son de diversas nacionalidades, pero se presume que no hay ciudadanos británicos, agregó.
“Estas detenciones son inaceptables”, dijo Hunt mientras entraba a una sesión de emergencia del gobierno para discutir la manera de lograr la liberación de los navíos y su tripulación. “Es esencial mantener la libertad de navegación y que todos los barcos puedan transitar de manera libre y segura en la región”.
Los detalles sobre lo que pasó siguen siendo imprecisos. Irán dijo el viernes temprano que había detenido un buque cisterna británico en el Estrecho de Ormuz.
El buque Stena Impero fue llevado a un puerto iraní porque no cumplía los las “leyes y regulaciones marítimas internacionales”, declaró la Guardia Revolucionaria de Irán.
Un comunicado de Stena Bulk, propietaria del barco, afirmaba que no había podido ponerse en contacto con el barco después que se le aproximaron navíos y un helicóptero no identificados en el Estrecho.
La compañía dijo que el buque, con 23 tripulantes, estaba en aguas internacionales cuando fue interceptado, pero que después parecía estar dirigiéndose a Irán.
El director ejecutivo de la Cámara de la Industria Naviera del Reino Unido, Bob Sanguinetti, dijo que la detención del barco representa un recrudecimiento en las tensiones en el Golfo Pérsico, y que deja claro que se necesita con urgencia más protección para los buques mercantes.
Afirmó que la medida “viola las regulaciones internacionales que protegen los barcos y a sus tripulaciones mientras realizan actividades comerciales lícitas en aguas internacionales”.
El gobierno británico debería hacer “lo que sea necesario” para garantizar el regreso seguro y pronto de la tripulación, dijo Sanguinetti.
El incidente ocurrió apenas dos días después que Washington afirmó que un buque de guerra estadounidense derribó un dron iraní en el Estrecho de Ormuz. Irán negó que haya perdido una aeronave en la zona.