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Las delegaciones de Israel y de Hamás reanudaron este miércoles en Egipto, su tercera ronda de conversaciones indirectas para intentar avanzar en la aplicación del plan de paz propuesto por Trump, destinado a poner fin a la guerra en Gaza.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, calificó de “alentadoras” las negociaciones y aseguró que su gobierno seguirá apostando por una solución diplomática.
Al Sisi incluso extendió una invitación al mandatario estadounidense para asistir a la eventual firma de un acuerdo “en caso de lograrse”.
Fuentes de seguridad citadas por EFE y la televisora egipcia Al Qahera News confirmaron que las conversaciones comenzaron hacia las 11:00 a.m., con presencia de altos representantes de Egipto, Catar, Turquía y Estados Unidos.
En la mesa participan los jefes de los servicios de Inteligencia egipcio y turco, el primer ministro y canciller de Qatar, Mohamed bin Abdelrahmán, y el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff.
Una tregua aún lejana
Mientras los mediadores buscan avances, la realidad sobre el terreno en Gaza sigue marcada por la violencia.
Aunque la madrugada de este miércoles transcurrió sin reportes de víctimas —la tercera consecutiva—, el Ministerio de Sanidad gazatí informó que ocho palestinos murieron y otros 61 resultaron heridos el martes durante ataques israelíes.
La Defensa Civil denunció que persisten “ataques sistemáticos” contra viviendas y zonas residenciales, pese al llamado de Trump a detener los bombardeos.
Desde Sharm el Sheij, el jefe negociador de Hamás, Jalil al Haya, afirmó que su grupo está “listo” para poner fin a la guerra, pero exigió “garantías claras” de que Israel detendrá completamente su ofensiva militar.
Según Al Haya, ambas partes ya intercambiaron las listas de prisioneros, uno de los puntos centrales de las negociaciones.
Un plan con múltiples aristas
El proceso de diálogo se centra en tres objetivos inmediatos: alcanzar un alto al fuego, lograr la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y pactar el intercambio de los 48 rehenes retenidos por Hamás —vivos o muertos— por cientos de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
El plan de Trump también contempla la desmilitarización de la Franja y la posibilidad de reabrir negociaciones para la creación de un Estado palestino, una opción que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha descartado hasta ahora.
Fuentes palestinas aseguraron a EFE que Hamás insiste en la necesidad de establecer “una supervisión internacional efectiva” para garantizar que Israel cumpla cualquier compromiso asumido.
Presión internacional
La reanudación de los contactos llega en un contexto de creciente presión internacional para detener el genocidio de Israel contra Gaza, que ha dejado cientos de miles de muertos y desplazados desde su inicio.
Egipto, tradicional mediador entre israelíes y palestinos, busca mantener su rol como garante de un posible acuerdo, con el apoyo activo de Catar y Turquía.
Mientras tanto, el presidente Trump intenta posicionar su plan de paz como un logro de política exterior, de cara a un escenario global convulso y con repercusiones en el equilibrio de fuerzas en Oriente Medio.