Un total de un millón cien mil personas, la mitad de la población total de Gaza, experimenta una escasez catastrófica de alimentos, cuantificó un informe de Naciones Unidas citado por el periódico británico The Independent.
La Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), cuyas evaluaciones sirven de base a todas las agencias de la ONU, reveló que casi tres cuartas partes de las personas en zonas del norte de Gaza padecen ahora el nivel más severo de escasez de alimentos.
Esa cifra, casi el doble de los niveles del reporte anterior, hecho en diciembre, se ubica muy por encima de la marca de 20 %, que indica hambruna.
En el peor escenario, la IPC estimó que en el centro y el sur de Gaza podrían también enfrentar hambruna hacia el próximo julio.
El informe de la ONU añadió que los palestinos que viven en las dos regiones del norte de Gaza enfrentarían hambruna entre este mes de marzo y mayo.
Como resultado, dijo, son inminentes los decesos de residentes a escala de hambruna, mientras los niños menores de 4 años quizás ya estén muriendo.
Hambruna inédita en el Medio Oriente
En los últimos 13 años, solo se ha declarado hambruna en dos ocasiones: en partes de Somalia en 2011 y en zonas de Sudán del Sur en 2017, pero nunca en el Medio Oriente.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó que los datos de la IPC constituyen una espantosa denuncia de las condiciones en el terreno.
La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), Cindy McCain, dijo que “la gente en Gaza muere de hambre ahora mismo. La velocidad a la que esta crisis artificial de hambre y desnutrición ha desgarrado a Gaza es aterradora. Miles perecerán”, pronosticó.
Por su parte, el alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, denunció este martes las extensas restricciones de Israel a la entrada y distribución de alimentos como la principal causa de la expansión del hambre en Gaza.
En un mensaje divulgado por su oficina y rebotado por la agencia PL, el alto representante insistió en que la inanición y la hambruna, registrada sobre todo en la porción norte, son el resultado de los obstáculos para la distribución de alimentos, ayuda humanitaria y bienes comerciales, el desplazamiento masivo de población y la destrucción de infraestructura civil.
Netanyahu hace oídos sordos a pedidos internacionales
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu rechazó la petición del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de suspender los planes de un asalto terrestre a Ráfah, el último refugio en Gaza de más de un millón de desplazados y donde, según Tel Aviv, se agazapan dos batallones del grupo Hamás.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que Washington creía que un asalto terrestre a Ráfah sería un “error” y que Israel podría lograr sus objetivos militares por otros medios.
Entretanto, el secretario de Estado Antony Blinken anunció un viaje al Medio Oriente, donde se reuniría con altos dirigentes de Egipto y Arabia Saudita. Pero hasta el momento no tiene prevista una escala en Israel.
Negociaciones estancadas
El jefe del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, afirmó este martes que Israel busca socavar las negociaciones que se llevan a cabo en Qatar debido a su última incursión en el Hospital Al Shifa, situado en la ciudad de Gaza.
Haniye condenó la muerte del general de brigada Fayeq al Mabhú, jefe de seguridad interna en Gaza y encargado de coordinar la entrada de la ayuda humanitaria hacia el norte del enclave, donde han muerto más de 31 800 palestinos desde el pasado 7 de octubre.
Recientemente, Hamás presentó una nueva propuesta con un plan de tres etapas de cara al fin de los combates.
La iniciativa incluye una tregua temporal de seis semanas y la retirada de las tropas israelíes de Gaza, además de la liberación de rehenes secuestrados el 7 de octubre a cambio de una liberación de presos palestinos, entre otros puntos.
La propuesta fue considerada de no realista por el gabinete israelí.