Fue en Burkina Faso. Alrededor de 50 niñas, algunas de ellas de 4 años de edad, están siendo tratadas después de someterse a la mutilación genital femenina (MGF).
Dos mujeres, junto con algunos de los familiares de las niñas, han sido arrestados. No todas las niñas que fueron sometidas a la ablación se han encontrado, según dijo el ministro de asuntos de la mujer, Laurence Marshall Ilboudo, a la cadena BBC.
Según la OMS, la MGF comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos. Más de 200 millones de mujeres y niñas vivas actualmente han sido objeto de la MGF en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia donde se concentra esta práctica. Las complicaciones vienen de la mano del riego de hemorragias graves y problemas urinarios (y más tarde pueden causar quistes, infecciones, complicaciones del parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido), además de privar a las mutiladas de una sexualidad plena.
El procedimiento que dejó gravemente descompensadas a 50 niñas, se llevó a cabo en Kaya, al noreste de la capital, Uagadugú. La ONG Voix de Femmes, que administra un centro para sobrevivientes en las afueras de la capital, dijo que había ayudado a cinco niñas, mientras que a muchas otras las llevaron a hospitales locales.
La ley no alcanza
La MGF ha sido ilegal en Burkina Faso desde 1996, convirtiéndolo en uno de los primeros países africanos en prohibir la práctica. Sin embargo, de acuerdo con UNICEF, tres cuartas partes de las mujeres vivas de entre 15 y 49 años del país se han sometido al procedimiento. La gran mayoría, informa UNICEF, fue sometida al procedimiento sin su consentimiento.
Jean-Paul Murunga, oficial de programa para poner fin a las prácticas nocivas para la ONG “Igualdad Ya”, dijo que los cortadores están apuntando a las niñas más jóvenes últimamente porque es menos probable que los denuncien. “Anteriormente, las niñas eran cortadas a edades más avanzadas, como 13, 14, 15 y 16” dijo, según agencias de noticias internacionales.
Los programas escolares que educan a los estudiantes sobre los peligros de la mutilación genital femenina están haciendo que los adolescentes sean más propensos a acercarse a los maestros en busca de ayuda.
Las organizaciones de caridad temen que cortadores y familias crucen cada vez más la frontera con Malí, donde no existe una ley sobre la MGF, y Costa de Marfil, donde la ley no se aplica con tanta fuerza. Para evitar ser detectados, aquellos que practican la mutilación genital femenina también se están alejando de las ceremonias grupales para realizar cortes individuales en privado, según estudios de Ong’s especializadas.
La MGF se practica en todas las regiones, grupos étnicos y religiones en Burkina Faso pero es más común en las áreas rurales, donde la inseguridad a menudo impide que los grupos de la sociedad civil lleguen a las comunidades.
Entre enero y junio de 2017, 51 personas, incluidos los perpetradores y los cómplices, fueron procesadas por realizar MGF a 49 niñas.
A veces hay justicia. Un caso reciente, en el que se cortó a 30 niñas, condujo al arresto de un cortador y otras 14 personas, incluidos familiares que habían asistido o no denunciaron el delito. El cortador finalmente fue sentenciado a cuatro años de prisión.