La agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, exhortó urgentemente el martes a los gobiernos europeos a permitir que dos buques de rescate desembarquen a 500 migrantes que seguían varados en el mar mientras los países discuten sobre quién debe hacerse responsables de ellos.
Las personas rescatadas mientras intentan cruzar el mar Mediterráneo del norte de África están en buques operados por grupos de ayuda humanitaria, que el gobierno italiano ha prohibido en su territorio. Malta negó que los navíos atraquen en los puertos del archipiélago.
No queda claro en dónde podrán encontrar un puerto seguro, aunque la isla italiana de Lampedusa parece ser la más cercana. Aproximadamente 150 de los pasajeros rescatados permanecen a bordo de un barco de ayuda español, el Open Arms, desde que fueron rescatados en el Mediterráneo hace 13 días.
“Esta es una carrera contra el tiempo”, dijo en un comunicado Vincent Cochetel, enviado especial de la ACNUR para el centro del Mediterráneo. “Se acercan las tormentas y las condiciones sólo van a empeorar”.
ACNUR urge a Europa a permitir el desembarco de los 507 rescatados en el #Mediterráneo y compartir la responsabilidad de la acogida.
El tiempo apremia: se esperan tormentas en los próximos días y las condiciones a bordo de los 2 barcos seguirán empeorando. https://t.co/5fMl4i9lpe pic.twitter.com/M6giohaHcx— ACNUR España (@ACNURspain) August 13, 2019
La organización francesa Médicos Sin Fronteras tuiteó el lunes por la noche que había completado “un rescate crítico” de otras 105 personas, lo que elevó el número total a bordo del Ocean Viking a 356.
Aunque el número de migrantes que llega a Europa ha disminuido mucho en lo que va del año, la ACNUR informó que casi 600 personas han muerto o desaparecido en el mar entre Libia, Italia y Malta durante el 2019.
La agencia dijo que muchas de las personas a bordo de los navíos “son presuntamente sobrevivientes de terribles abusos en Libia”. Cochetel dijo que a los buques “les deben permitir atracar de inmediato” y sus pasajeros “deben recibir la muy necesitada ayuda humanitaria”.
“Dejar en altamar a personas que huyen de la guerra y violencia en Libia sería infligir sufrimiento sobre sufrimiento”, dijo el enviado.
El ministro del Interior italiano Matteo Salvini, un antiinmigrante intransigente, reiteró el martes que se asegurará de que los dos buques no entren a puertos italianos.
Las diferencias entre los países miembros de la Unión Europa sobre cuánta migración masiva deben aceptar ha generado una crisis política en Europa, cuando los intentos por reformar el sistema de asilo del bloque han fracasado.