El parlamento iraquí ha modificado su ley contra la prostitución para imponer largas penas de cárcel para las relaciones entre personas del mismo sexo y castigar a quienes promuevan la “desviación sexual”.
La enmienda a una ley contra la prostitución de 1988 fue aprobada silenciosamente el sábado.
La legislación penaliza explícitamente la homosexualidad, que ya es un tabú en el país árabe, mayoritariamente conservador.
Castiga las relaciones entre personas del mismo sexo con una pena de prisión de 10 a 15 años.
La transición de género se castiga con entre uno y tres años de cárcel, además de la “práctica intencionada del afeminamiento”.
La ley también prohíbe las organizaciones que promuevan la “desviación sexual”, castigándolas con al menos siete años de cárcel y una multa de un mínimo de 10 millones de dinares (aproximadamente 7600 dólares).
El secretario de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, calificó la ley de “peligrosa y preocupante”.
Rasha Younes, investigadora principal del Programa de Derechos LGBTQ+ de Human Rights Watch, dijo que la aprobación de la ley “sella el terrible historial de violaciones de derechos de las personas LGBT en Iraq y es un duro golpe a los derechos humanos fundamentales, incluido el derecho a la libertad de expresión”. y asociación, privacidad, igualdad y no discriminación”.
Los funcionarios iraquíes defendieron la ley. El presidente interino del parlamento, Mohsen Al-Mandalawi, dijo era “un paso necesario para proteger la estructura de valores de la sociedad” y para “proteger a nuestros hijos de los llamamientos a la depravación moral y la homosexualidad”.