Los precios del petróleo siguieron con la escalada y el referente europeo Brent rozó los 90 dólares después de que un incendio en un oleoducto entre Irak y Turquía detuvo brevemente los flujos. Esto avivó la preocupación en un escenario con perspectivas de suministro a corto plazo muy ajustadas.
El Brent subió 93 centavos a 88.44 dólares el barril. El referente tocó antes los 89.13 dólares, su máximo desde el 13 de octubre de 2014. El referencial estadounidense West Texas Intermediate (WTI) alcanzó 86.96 dólares el barril, un máximo desde el 9 de octubre de 2014.
Los flujos de petróleo en Irak se reanudaron mediante el oleoducto Kirkuk-Ceyhan, que transporta el crudo desde el norte de Irak, el segundo mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) hasta el puerto turco de Ceyhan para su exportación.
La explosión que causó el incendio del oleoducto en la provincia del sureste de Turquía se debió a la caída de un poste eléctrico, no a un atentado, dijo una fuente de seguridad turca.
La preocupación creció esta semana después de que hutíes de Yemen atacaron a los Emiratos Árabes Unidos. Rusia, el segundo productor de petróleo del mundo, ha reforzado su presencia de tropas cerca de la frontera con Ucrania, avivando el temor de un conflicto bélico.
Funcionarios de la Opep y analistas varios han sostenido que el repunte del petróleo puede continuar durante los próximos meses, y que los precios podrían superar los 100 dólares por barril.
La Agencia Internacional de la Energía (AIie aumentó en 200 000 barriles diarios su previsión de demanda mundial para 2022, llevándola a 99.7 millones diarios.
Uno de sus expertos subrayó: “el mercado tiene un ambiente más tenso de lo previsto debido a una demanda más constante pese a la variante Ómicron y a la incapacidad de la Opep de alcanzar sus objetivos de producción”.
“Si la demanda sigue aumentando con fuerza y la oferta no está a la altura, el nivel pequeño del crudo almacenado y la reducción de la capacidad de producción implicarán que los mercados petroleros vivirán un nuevo año de volatilidad en 2022”, concluyó.