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El presidente ruso Vladimir Putin expresó este jueves su solidaridad con el gobierno venezolano en una conversación telefónica con Nicolás Maduro, apenas horas después de que Estados Unidos anunciara la incautación de un petrolero frente a las costas de Venezuela.
Según EFE, en el comunicado del Kremlin, “Vladímir Putin expresó su solidaridad con el pueblo venezolano y reafirmó su apoyo a la política del Gobierno de Maduro encaminada a proteger los intereses y la soberanía nacionales frente a la creciente presión externa”.
Esta fue la primera conversación oficial entre ambos líderes desde que comenzó la escalada de tensiones de Washington hacia Caracas.
Ambos mandatarios intercambiaron sobre el desarrollo de las relaciones ruso-venezolanas bajo el Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación, que entró en vigor en noviembre de 2025. Además, confirmaron su compromiso con la implementación de proyectos conjuntos en áreas comerciales, económicas, energéticas, financieras y culturales.
El canciller venezolano Yván Gil destacó que los canales de comunicación entre ambas naciones permanecen abiertos y que Rusia continuará apoyando a Venezuela en su defensa de la soberanía.
Today, the Federal Bureau of Investigation, Homeland Security Investigations, and the United States Coast Guard, with support from the Department of War, executed a seizure warrant for a crude oil tanker used to transport sanctioned oil from Venezuela and Iran. For multiple… pic.twitter.com/dNr0oAGl5x
— Attorney General Pamela Bondi (@AGPamBondi) December 10, 2025
El petrolero Skipper
Lo que Trump describió en sus primeras declaraciones ayer como “un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, era el Skipper, un buque cisterna de 20 años de antigüedad y 333 metros de longitud.
Según funcionarios estadounidenses, la operación comenzó el miércoles por la mañana e involucró dos helicópteros, 10 miembros de la Guardia Costera, 10 marines y fuerzas de operaciones especiales, todos lanzados desde el portaaviones USS Gerald R. Ford.
La fiscal general Pam Bondi explicó que el barco había sido sancionado durante años por su participación en una red ilícita de transporte de petróleo que apoyaba a organizaciones terroristas extranjeras.
El Skipper, anteriormente conocido como Adisa, fue sancionado por el Tesoro estadounidense en 2022 por sus vínculos con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y Hezbollah.
Según datos de navegación revisados por CNN, el Skipper ocultó su verdadera ubicación mientras estuvo atracado en una terminal petrolera venezolana en noviembre. El 18 de noviembre, imágenes satelitales mostraron que el buque estaba atracado cerca de la ciudad costera venezolana de Barcelona, aunque su transpondedor indicaba que se encontraba frente a las costas de Guyana.
Según CNN, antes de llegar a Venezuela, el Skipper hizo escala en Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong. A principios de julio, pareció permanecer cerca de la costa iraní durante varios días.
Funcionarios estadounidenses informaron que el barco transportaba crudo venezolano y se dirigía a Cuba, con un destino final en Asia tras ser negociado a través de intermediarios cubanos. Documentos de PDVSA citados por NPR indican que el buque partió de Venezuela alrededor del 2 de diciembre con aproximadamente 2 millones de barriles de crudo pesado, aproximadamente la mitad perteneciente a un importador petrolero estatal cubano.
El gobierno de Guyana declaró que el Skipper navegaba falsamente con bandera guyanesa, pese a no estar registrado en ese país.
Reacción de Venezuela
El gobierno venezolano denunció la incautación, calificándola como “un robo descarado y un acto de piratería internacional”.
En un comunicado oficial, el gobierno venezolano declaró que:
“La República Bolivariana de Venezuela denuncia y repudia enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional, anunciado de manera pública por el presidente de los Estados Unidos, quien confesó el asalto de un buque petrolero en el mar Caribe. No es la primera vez que lo admite, ya en su campaña de 2024 afirmó abiertamente que su objetivo siempre ha sido quedarse con el petróleo venezolano sin pagar ninguna contraprestación a cambio, dejando claro que la política de agresión contra nuestro país responde a un plan deliberado de despojo de nuestras riquezas energéticas”.
“En estas circunstancias, las verdaderas razones de la prolongada agresión contra Venezuela han quedado finalmente al descubierto. No se trata de migración. No se trata de narcotráfico. No se trata de democracia. No se trata de derechos humanos. Siempre se ha tratado de nuestra riqueza natural, nuestro petróleo, nuestra energía, los recursos que pertenecen exclusivamente al pueblo venezolano”.
#UltimaHora Diosdado Cabello lee el comunicado de Venezuela denunciando el robo descarado y el asalto de un buque petrolero por parte de EEUU
Un acto de piratería internacional. EEUU siempre ha declarado sus ansias de petroleo venezolano sin pagar un dolar.
Sinvergüenzas. pic.twitter.com/uitmcWoVLG
— El Cuarto Rojo (@ElCuartoRoj0) December 11, 2025
Venezuela anunció que apelará la incautación ante “todos los organismos internacionales existentes”.
Durante un discurso en Caracas, Maduro declaró que el país está “preparado para romper los dientes del imperio norteamericano si es necesario”.
La escalada militar estadounidense
La incautación se produce como parte de una campaña de presión militar sin precedentes que Estados Unidos ha desplegado en el Caribe desde septiembre de 2024.
Washington ha enviado miles de efectivos militares, un grupo de ataque de portaaviones y aviones de combate a la región.
Las fuerzas estadounidenses han destruido al menos 23 embarcaciones que, según Washington, transportaban drogas. El resultado ha sido la muerte de 87 personas, según cifras oficiales.
El portaaviones USS Gerald R. Ford, el más avanzado de la flota estadounidense, llegó al Caribe el mes pasado. Además, dos cazas F/A-18 Super Hornet sobrevolaron el Golfo de Venezuela esta semana, en lo que parece ser el acercamiento más próximo de aviones de combate al espacio aéreo venezolano.
Trump declaró a Politico en una entrevista publicada el martes que los “días de Maduro están contados”, y se negó a descartar una invasión terrestre de Venezuela.
Reacciones en Estados Unidos
La incautación del petrolero ha generado reacciones divididas en Estados Unidos. El senador demócrata Chris Van Hollen cuestionó las razones declaradas por la administración Trump para el despliegue militar: “Esto muestra que toda su historia de cobertura, que se trata de interceptar drogas, es una gran mentira. Esta es solo una pieza más de evidencia de que esto realmente se trata de un cambio de régimen, por la fuerza”.
Por su parte, Beth Sanner, ex alta funcionaria de inteligencia estadounidense, declaró a CNN que la incautación de un petrolero venezolano era “absolutamente normal” como parte de un intento por impedir que el régimen transportara crudo sancionado.
El Congreso estadounidense ha enfrentado un creciente escrutinio sobre las operaciones militares en el Caribe, especialmente tras un ataque del 2 de septiembre contra una embarcación que incluyó un segundo ataque con la finalidad de matar a dos sobrevivientes del primero. Legisladores de ambos partidos han solicitado videos sin editar de los ataques y han presentado resoluciones para limitar el uso de la fuerza militar sin autorización del Congreso.
Cuando se le preguntó qué pasaría con el petróleo incautado, Trump respondió: “Bueno, nos lo quedamos, supongo”.
Implicaciones geopolíticas
El Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación entre Rusia y Venezuela, firmado en mayo de 2024, entró en vigor días antes de que Washington anunciara el comienzo de la operación “Lanza del Sur” contra el narcotráfico en la región.
El documento establece la necesidad de continuar la cooperación en materia de seguridad, incluido el ámbito técnico-militar. Sin embargo, Moscú ha negado hasta ahora que Caracas haya solicitado oficialmente ayuda militar a Rusia, como misiles, aviones o baterías antiaéreas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba calificó la incautación como una “escalada agresiva”. “Condenamos el vil acto de piratería y la incautación por fuerzas militares de ese país de un buque con petróleo venezolano, lo que contraviene las reglas del libre comercio y la libertad de navegación, en franca violación del Derecho Internacional”, escribió Bruno Rodríguez en un tuit.
Gobierno cubano condena confiscación estadounidense de un buque petrolero en costas venezolanas
La isla depende de importaciones petroleras de aliados como Venezuela, Rusia y México y está enfrentándose a un déficit sustancial de generación eléctrica que provoca largas horas de apagones en todo el país.
Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo y produce alrededor de 1 millón de barriles diarios. PDVSA, la petrolera estatal, es la columna vertebral de la economía del país.
La incautación del Skipper marca un punto de inflexión en la confrontación entre Washington y Caracas, con implicaciones que se extienden más allá de la región del Caribe y afectan las dinámicas geopolíticas entre Estados Unidos, Rusia y sus respectivos aliados.










