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El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó este miércoles al Gobierno preparar un informe sobre la posible reanudación de las pruebas nucleares, luego de que su homólogo estadounidense, Donald Trump, mencionara la opción de retomar ensayos con armamento atómico.
Putin instruyó a los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores, junto con los servicios de inteligencia y otras agencias civiles, a “presentar una propuesta consensuada sobre el posible comienzo de los preparativos de las pruebas con armas nucleares”.
Así lo informó durante una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Rusia, transmitida en directo por la televisión estatal, refirió EFE.
Sin embargo, el mandatario recalcó que Moscú mantiene su compromiso de no realizar pruebas nucleares mientras otras potencias no lo hagan, una postura que reafirmó al recordar su discurso de 2023 ante la Asamblea Federal:
“Si Estados Unidos o cualquier otro Estado participante en el correspondiente acuerdo realizan tales pruebas, entonces Rusia también tendrá que dar los pasos adecuados de respuesta”, dijo en aquella ocasión.
Ministro de Defensa propone actuar “de inmediato”
Durante la reunión, el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, sugirió a Putin iniciar de inmediato los preparativos para ensayos “a gran escala”.
“La preparación de fuerzas y medios en el polígono central en el archipiélago de Nueva Zembla permite garantizar su realización en un plazo corto de tiempo”, afirmó.
Beloúsov argumentó que Washington podría retomar pronto sus pruebas nucleares, señalando que “EE.UU. lleva a cabo una modernización acelerada de su armamento estratégico ofensivo”.
Añadió que Washington realiza maniobras que simulan “ataques nucleares preventivos contra territorio ruso”, como las denominadas Global Thunder, celebradas en octubre pasado.
Según explicó, EEUU trabaja en el desarrollo de un nuevo misil balístico intercontinental Sentinel con alcance de 13 mil kilómetros.
La Administración Trump también se centra en la construcción de un submarino nuclear Columbia, un bombardero pesado B-21 Raider y misiles de crucero con carga nuclear.
El ministro añadió que el programa estadounidense Cúpula Dorada prevé tanto la intercepción de misiles enemigos como su destrucción preventiva antes del lanzamiento.
Además, acusó a Washington de planear el despliegue en Europa y Asia-Pacífico de misiles hipersónicos Dark Eagle, con un alcance de 5500 kilómetros:
“El tiempo de vuelo desde el territorio de Alemania (…) hasta las instalaciones en la Rusia Central serán unos 6-7 minutos”, advirtió.
El fin de los tratados y el recuerdo soviético
Beloúsov también subrayó que Estados Unidos ha abandonado desde 2022 varios acuerdos internacionales sobre control de armas, lo que, según él, “puede ser un paso lógico de Washington para destruir el sistema global de estabilidad estratégica en el mundo”.
Las tensiones se incrementaron después de que Trump, antes de reunirse con el presidente chino Xi Jinping, mencionara la posibilidad de reanudar las pruebas nucleares.
Esto se produjo apenas dos semanas después de que Rusia realizara maniobras atómicas y anunciara el lanzamiento de un misil de crucero Burevéstnik y un submarino no tripulado Poseidón, ambos con propulsión nuclear.
En noviembre de 2023, Putin firmó la revocación de la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT), aunque mantuvo la moratoria sobre dichas pruebas.
Rusia continúa realizando lanzamientos de misiles balísticos e intercontinentales, pero no lleva a cabo ensayos nucleares desde la disolución de la URSS en 1991.
Entre 1949 y 1990, la Unión Soviética realizó 715 pruebas con fines militares y 124 con fines pacíficos en los polígonos de Semipalátinsk (Kazajistán), Nueva Zembla (Ártico), Kapustin Yar (cerca del Caspio) y Tótskoye (Urales).
El último ensayo soviético se efectuó el 24 de octubre de 1990 en Nueva Zembla, donde se detonaron ocho cargas con una potencia total de 70 kilotones.











