En una política de doble vía, el presidente Donald Trump amenazó este viernes con imponer sanciones financieras y aranceles a gran escala a Rusia por sus recientes bombardeos en Ucrania, al tiempo que busca suavizar las penalidades al sector energético ruso impuestas a raíz del conflicto.
La amenaza se produce tras la decisión del Gobierno de Trump de suspender la ayuda militar a Kiev, en un intento por impulsar una solución diplomática al conflicto que ya dura tres años.
“Basándome en el hecho de que Rusia está absolutamente golpeando a Ucrania en el campo de batalla en este mismo momento, estoy considerando seriamente aplicar sanciones financieras a gran escala y aranceles a Rusia hasta que se alcance el Cese el Fuego y UN ACUERDO DEFINITIVO DE PAZ”, escribió Trump en su plataforma de redes sociales, Truth Social, el viernes por la mañana.
La amenaza se produce en medio de una nueva oleada de ataques rusos contra la infraestructura energética de Ucrania, dejando a miles de personas sin calefacción ni electricidad.
Aunque un porcentaje fue derribado, Rusia disparó 67 misiles desde el aire, tierra y mar y lanzó 194 drones de ataque y señuelo. Funcionarios ucranianos describieron los ataques como “masivos” y acusaron a Rusia de intentar “usar el invierno como arma”.
Los ataques de Moscú se producen en un momento de gran vulnerabilidad para el gobierno de Kíev, al cual Washington, además, ha cortado el acceso a imágenes satelitales no clasificadas que se habían utilizado para ayudar a bombardear territorio ruso con misiles estadounidenses de largo alcance.
Mitigar sanciones petroleras a Rusia
En paralelo, el Gobierno de Estados Unidos estudia la forma de suavizar las sanciones al sector energético ruso como parte de un amplio plan que ofrecer un alivio rápido si Moscú acepta poner fin a la guerra de Ucrania, según destapó la agencia británica Reuters.
Rusia es uno de los mayores productores de petróleo y gas del mundo, y Estados Unidos ha intentado privarla del dinero que necesita para la guerra imponiendo sanciones a este sector y liderando una iniciativa multilateral para limitar el precio de las exportaciones rusas de crudo a 60 dólares el barril.
La Casa Blanca pidió al Departamento del Tesoro que explore opciones para aliviar las sanciones energéticas antes de las conversaciones esperadas entre Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin, previstas para abril en Arabia Saudita. a fin de tratar de poner punto final al conflicto en el este europeo.
La bomba nuclear de Macron y una UE que promete aumentar el gasto militar
Ante la disminución del apoyo estadounidense, los mandatarios de la Unión Europea, conscientes de que pueden necesitar asumir más carga para armar a Ucrania y fortalecer sus propias defensas, acordaron el jueves un plan para aumentar significativamente su gasto militar. Sin embargo, no está claro si la UE puede compensar por completo la pérdida de la ayuda estadounidense.
Entretanto, la propuesta del presidente de Francia, Emmanuel Macron, de compartir el arsenal nuclear francés con varias naciones europeas es otro paso en busca del liderazgo galo del Viejo Continente y un motivo de preocupación para Rusia.
La oferta de Macron ha sido bien acogida por socios europeos como Alemania, hasta ahora muy dependiente de Washington, pero mal recibida en Moscú, aún enfrascada en su guerra contra la Otan, tal como la describe el Kremlin.
“Locos hay en todas partes, incluido Alemania. Por supuesto, es una estupidez. Nadie permitirá a Alemania adquirir armas nucleares”, dijo Mijaíl Uliánov, representante ruso ante las organizaciones internacionales en Viena, en declaraciones a la televisión pública.
“No lo permitiremos, ni nosotros, ni los estadounidenses, ni el propio régimen de no proliferación”, añadió.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados de Rusia, Viacheslav Volodin, advirtió este mismo viernes que la propuesta de dar cobertura nuclear a otros miembros de la UE únicamente conducirá a una “gran tragedia”.
Antes, fue el propio presidente ruso, Vladímir Putin, quien comparó a Macron con Napoléon Bonaparte y de soslayo recordó la derrota del ejército imperial en su campaña rusa de 1812.
Macron intenta mantener la delantera en Europa al ser anfitrión de una reunión el próximo martes entre los jefes de Estado Mayor de los países que se plantean enviar fuerzas de pacificación a Ucrania, movida a la que tajantemente se opone Rusia, que en cualquier caso, admitiría tropas de otros continentes.