Autoridades del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) y la aerolínea Cubana de Aviación insistieron hoy en que la investigación sobre el accidente aéreo del pasado 18 de mayo es “un proceso complejo”, donde “se examinan todas las evidencias cuidadosamente de conjunto con los registros técnicos de la aeronave”.
Las cajas negras se analizan en Estados Unidos, por “común acuerdo entre todas las partes” que intervienen en la investigación, dijo Mercedes Vázquez, directora de Transporte Aéreo y Relaciones Internacionales del IACC.
Este estudio se realiza en Estados Unidos porque “en Cuba no existe el equipamiento técnico acorde con el modelo de esta aeronave que permita llevar a cabo un análisis de este tipo en el menor tiempo posible”, explicó Vázquez.
Además, Estados Unidos es el país de diseño y construcción de la aeronave, “por lo tanto cuenta con la técnica, los laboratorios y el equipamiento” específico para estos análisis.
Días atrás, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) adelantó que “toda la información” sería “divulgada por el IACC, que lidera la investigación del accidente”.
Vázquez informó que hasta el momento “han sido identificados los parámetros de estas cajas y se encuentran en (…) la modelación”, lo que supone realizar reconstrucciones matemáticas a partir de estos registros, que serán comparadas con los resultados de investigaciones paralelas.
Los trabajos en Cuba “marchan sin inconvenientes”, luego de que las partes y componentes recuperados, se trasladaran a un hangar para su protección y análisis, informó Adis Sánchez, jefa del departamento de Asesoría Legal del IACC.
Si estos resultados debieran ser sometidos a otras pruebas, “existe la posibilidad y disposición de todas las partes de trasladarlos a México o a Washington”, según la Agencia Cubana de Noticias.
Las autoridades informaron que está en curso “un análisis documental, centrado en los expedientes de la tripulación y la línea aérea en sí misma”, cita la ACN.
Los avances de esta fase de investigación permitirá establecer “conclusiones preliminares”.
Mientras este proceso continúa, la autoridad de aviación civil de México suspendió temporalmente las operaciones de Global Air, propietaria del Boeing 737 de 39 años de explotación que cayó en La Habana el 18 de mayo, cobrando la vida de 112 personas.