“Criminalizar las relaciones carnales bajo la sección 377 del código penal indio es irracional, indefendible y manifiestamente arbitrario”, dijo el presidente del tribunal, Dipak Misra, en su fallo en el que citó a Oscar Wilde, a Leonard Cohen (dijo “From the ashes of the gay / democracy is coming”, en español “De la las cenizas de lo gay / la democracia está llegando”) a William Shakespeare y hasta a Goethe (“Soy lo que soy, así que tómenme como soy”).
“La historia debe una disculpa a los miembros de la comunidad por la demora en garantizar sus derechos”, declaró otro de los cinco jueces del tribunal, Indu Malhotra.
El anuncio de la decisión provocó grandes festejos de una multitud que se reunió en la puerta de la Corte a esperar el fallo. La India tiene una de las comunidades LGBTIQ más numerosas del mundo.
El largo camino
Ritu Dalmia, la famosa chef que además es una de las cinco personas de la comunidad LGBTIQ que pusieron su nombre a la petición legal que finalmente tuvo éxito hoy, dijo que el veredicto la hizo sentir esperanzada.
“Me estaba convirtiendo en un ser humano cínico con muy poca creencia en el sistema, pero sinceramente, esto realmente ha demostrado una vez más que somos una democracia funcional donde la libertad de elección, expresión y los derechos humanos aún existen”, dijo.
“Hoy es un día histórico”, dijo al diario inglés The Guardian Anand Grover, uno de los abogados que dirigió el caso. “El futuro es que todos estén incluidos, que realicen sus derechos fundamentales de igualdad, privacidad, dignidad, etcétera”.
La decisión parece marcar el final de un camino que parecía imposible hacia la legalización de la homosexualidad en la India moderna. El proceso fue lento y largo, con idas y vueltas. En 2009, el tribunal supremo de Delhi derogó la piedra angular del artículo 377 del código penal indio y consideró que aplicar la prohibición de “relaciones carnales contra el orden de la naturaleza” a adultos violaba los derechos a la vida, la libertad y la igualdad consagrados en el país.
Esa decisión fue anulada cuatro años después por la propia Corte Suprema, que argumentó que la ley de 1861 no especificaba la palabra “homosexualidad”. El castigo a la Comunidad LGBTIQ entonces quedó en un limbo legal y fue aplicado de manera discrecional según la región y el policía que le tocara hacerlo.
Un grupo de la comunidad, Humsafar Trust, publicó que su equipo ha asistido 18 casos en los últimos dos años de hombres homosexuales que estaban siendo chantajeados por la policía o por personas que amenazaban con denunciarlos a las autoridades y que recibieron al menos 52 informes de personas LGBTIQ que sufrían hostigamiento o discriminación en el lugar de trabajo y que no pudieron denunciarlo debido a la prohibición de la homosexualidad.
Un hito fundamental en el proceso que culminó este jueves fue un juicio sobre la cuestión de la privacidad el año pasado, según escribió Gautam Bhatia en Twitter, un abogado con sede en Delhi y experto en derecho.
“En agosto de 2017, el tribunal supremo sostuvo que existía un derecho fundamental a la privacidad y, como parte de eso, cinco jueces dijeron que la decisión de 2013 sobre el tema de la práctica de la homosexualidad era incorrecta” desarrolló.
El pasado no condena
Según Swami Agnivesh, un clérigo hindú que apoyó la abolición de la sección 377, los Vedas, las escrituras más antiguas de la literatura india, no contienen nada que prohibiera las relaciones entre personas del mismo sexo.
“De acuerdo con los Vedas, todos los seres humanos constituyen una sola familia, independientemente del país al que pertenezcan o del color de su piel”, declaró como “testigo” ante el tribunal supremo. “Si dos adultos deciden tener según su orientación sexual, tener una relación en privado, ¿por qué alguien tiene una objeción?”.
La decisión legaliza el comportamiento que muchos indios dicen que fue aceptado en su cultura antes de la imposición de costumbres victorianas conservadoras durante la era imperial británica.
La ley contra la sodomía se impuso en la colonia india como parte de una serie de leyes contra el vicio público y la inmoralidad instituidas en todo el imperio británico. La prohibición, más que un conservadurismo hindú fue un legado del Commonwealth.
“Estoy eufórico”, dijo Harish Iyer, un veterano activista y escritor gay. Y en broma, a los ingleses de The Guardian, declaró: “hemos expulsado a los británicos una vez más”. Es una nueva independencia india.
“Este es el final del comienzo”, dijo Iyer. “Es el comienzo de muchas batallas más contra las que tenemos que luchar”. Se refiere al matrimonio igualitario e incluso a la posibilidad de que una pareja de dos personas del mismo sexo puedan adoptar hijos.
La Corte Suprema instó al gobierno a “tomar todas las medidas” para asegurar que la abolición de la prohibición del sexo homosexual sea publicada en los medios, y pidió capacitación para la policía y los funcionarios del gobierno para eliminar el estigma que persiste en lo que todavía es profundamente conservador país.