El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, llamó este miércoles en la ONU a la eliminación de las armas nucleares, a las que calificó como “inhumanas, inmorales, y éticamente indefendibles”, pero avaló el derecho al “uso pacífico de la energía nuclear sin discriminación”.
“A 73 años de los criminales bombardeos atómicos contra Hiroshima y Nagasaki, la humanidad continúa amenazada por la existencia de aproximadamente 14,400 armas nucleares, de las que 3,750 se encuentran desplegadas y casi 2,000 se mantienen en estado de alerta operacional”, dijo Díaz-Canel, quien consideró “un deber insoslayable” sumarse a la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares cada 26 de septiembre.
El mandatario cubano abrió con su discurso las intervenciones de los países en el encuentro mundial organizado por la fecha en la sede de Naciones Unidas. En su opinión, esta convocatoria anual representa “un justo tributo” a la memoria de Fidel Castro, a quien catalogó como “un luchador incansable en favor del desarme nuclear”.
Para apoyar sus palabras, citó el célebre discurso del líder cubano en la ONU en 1979, en el que dijo que “las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia”.
Además, celebró como “motivo de regocijo” que América Latina y el Caribe fuera la primera área densamente poblada en el mundo que se declaró Zona Libre de Armas Nucleares, a través del Tratado de Tlatelolco de 1967, y también el papel del Movimiento de Países No Alineados frente a la carrera armamentista.
Díaz-Canel denuncia “nueva carrera armamentística” en la ONU
Cuba, afirmó Díaz-Canel, “rechaza las políticas de seguridad y las doctrinas militares sustentadas en la disuasión nuclear” y “mantiene un firme compromiso con el fortalecimiento y la consolidación del multilateralismo y con los tratados internacionales en materia de desarme”.
“Como muestra de esta voluntad”, resaltó que a inicios de 2018 la Isla fue el quinto país en ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y dijo que su gobierno “persistirá en el objetivo” de que el acuerdo sea “alguna vez implementado y complementado con medidas eficaces”.
No obstante, el mandatario aseguró que “el empleo de la energía y la tecnología nucleares ha contribuido al desarrollo socioeconómico de nuestras naciones” y, en consecuencia, defendió “el derecho al uso pacífico de la energía nuclear sin discriminación”.
También rechazó la retirada de Estados Unidos del Acuerdo Nuclear con Irán y aseguró que “el incumplimiento de estos compromisos internacionales atenta contra las normas de convivencia entre los Estados y provocará graves consecuencias para la estabilidad y la seguridad en el Medio Oriente”.
En la sesión en la ONU también hicieron uso de la palabra la vicepresidenta y canciller de Costa Rica, Epsy Campbell, así como otros titulares de exteriores de países latinoamericanos.
La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, insistió en que las armas nucleares siguen siendo uno de los grandes desafíos de esta era y deben mantenerse como una prioridad para Naciones Unidas.
“Un mundo libre de armas nucleares es la única garantía de que la naturaleza humana no pondrá en peligro nuestra propia existencia”, insistió la excanciller de Ecuador.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró su llamamiento a un “diálogo sincero” para la “eliminación total de las armas nucleares” y la “implementación de los compromisos ya existentes”.
“Los Estados que poseen armas nucleares tiene una responsabilidad de liderar”, dijo Guterres, que recordó los progresos que Estados Unidos y Rusia, las dos mayores potencias atómicas, han logrado para reducir sus arsenales.
“Pido a los dos Gobiernos que vuelvan al diálogo necesario para mantener su historial bilateral de reducciones”, señaló el diplomático.
EFE / OnCuba