La estación espacial china Tiangong 1, que se cree que está en desuso y fuera de control, podría reingresar a la atmósfera terrestre entre hoy y mañana pero representa un riesgo mínimo a las personas e instalaciones en tierra, debido a que la mayor parte de su estructura de 8,5 toneladas se quemará al entrar en la atmósfera terrestre.
No obstante, fragmentos de la estación sí podrían dispersarse en un área tan grande como esta:
A través de sitios web como N2YO.com y Stuff in Space puede rastrearse el destino de Tiangong-1.
Basándose en su tamaño, es posible que solo el 10 por ciento de la nave sobreviva al reingreso y paso por la atmósfera, y principalmente lo harían sus componentes más pesados como los motores.
Se considera que las posibilidades de que una persona sea impactada por sus escombros son de una en un billón.
La Agencia Espacial Europea pronosticó hace dos días que la estación reingresaría a la atmósfera entre la mañana del sábado y la tarde del domingo 1 de abril —un cálculo que definió como “sumamente variable” debido a las condiciones cambiantes de la atmósfera superior y la manera en que afecta la velocidad de los objetos.
Según Russia Today la estación espacial china Tiangong 1 está “cayendo” hacia la Tierra, girando y oscilando de forma irregular, y esto puede retrasar por algunas horas las previsiones para el regreso, que, sin embargo, se mantienen para el 1 de abril.
Los restos de satélites, lanzamientos espaciales y partes de la Estación Espacial Internacional ingresan a la atmósfera cada ciertos meses, y solo se conoce el caso de una persona que ha sido impactada: Lottie Williams, una mujer estadounidense que fue golpeada, pero no resultó herida, por una pieza del cohete estadounidense Delta II, mientras se ejercitaba en un parque de Oklahoma en 1997.
El caso más famoso es el del Skylab estadounidense, de 77 toneladas que reingresó a la atmósfera en 1979 y esparció pedazos de los restos cerca de la ciudad de Perth, Australia, que multó con 400 dólares a Estados Unidos por tirar basura.