El principal asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, renunció a su cargo debido a sus discrepancias con el presidente Donald Trump en política comercial.
Su dimisión resulta la más reciente de una serie de salidas de miembros del personal de la presidencia, entre ellas la de la directora de comunicaciones Hope Hicks.
Cohn, director del Consejo Económico Nacional, ha sido el principal oponente interno a los aranceles que Trump planea imponer al acero y al aluminio, y había intentado una acción de último minuto para persuadir al mandatario de revertir esa decisión. Sin embargo, Trump se ha resistido a dar marcha atrás y el martes reiteró que impondrá los aranceles en los próximos días.
La salida de Cohn ocurre durante un período de escándalos sin precedentes en el gobierno estadounidense, y algunos asesores se preocupan ante la idea de que más miembros de la Casa Blanca se desmarquen pronto del presidente.
El anuncio se dio horas después de que Trump negara que hubiera caos en la oficina presidencial. El mandatario aseguró que su Casa Blanca tenía “tremenda energía”, pero varios funcionarios del ejecutivo dijeron que Trump ha exhortado a sus asesores a que se queden.
“Todos quieren trabajar en la Casa Blanca”, dijo el presidente durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro sueco Stefan Lofven. “Todos quieren una parte de la oficina oval”.
En un comunicado, Cohn afirmó que fue un honor para él servir al gobierno y “promulgar políticas a favor del crecimiento económico para beneficio del pueblo estadounidense”.
A pesar de las desavenencias, Trump elogió a Cohn y afirmó que “sirvió a su país con gran distinción”. Además, anunció que pronto eligiría a su sucesor, un puesto que muchas que tenía muchos aspirantes.
Will be making a decision soon on the appointment of new Chief Economic Advisor. Many people wanting the job – will choose wisely!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de marzo de 2018
Un golpe para los republicanos
Cohn es un ex ejecutivo de Goldman Sachs, y se unió a la Casa Blanca tras dejar la empresa de Wall Street con un incentivo de 285 millones de dólares. Desde su puesto, ayudó a que Trump promulgara una enorme revisión fiscal en coordinación con miembros del Congreso.
La salida de Cohn es un golpe para los republicanos del Capitolio, que han pedido al presidente que no siga adelante con la imposición de los aranceles. También para las asociaciones comerciales que esperaban que Trump escuchara sus preocupaciones sobre este tema, y que Cohn fuera la fuerza moderadora mientras el gobierno estadounidense renegocia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“Odio ver a Cohn partir”, dijo el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell a The Associated Press.
A Trump le encantaba presumir la riqueza del ex-ejecutivo, pero el paso de Cohn por la Casa Blanca fue inestable. El asesor económico casi deja su puesto en el gobierno a mediados del año pasado luego de sentirse molesto por los comentarios del presidente sobre la violencia racial en Charlottesville, Virginia. Cohn, un judío, escribió una carta de renuncia pero nunca la envió.
En semanas recientes le dijo a otro asistente de la Casa Blanca que tenía pocos motivos para quedarse si Trump seguía adelante con su plan de aranceles, según un funcionario de la Casa Blanca familiarizado con sus puntos de vista. El funcionario habló bajo condición de anonimato.
La Casa Blanca no anunció por el momento quién tomará el lugar de Cohn, cuyo suplente, Jeremy Katz, se fue en enero. Entre los mencionados están el comentarista de CNBC Larry Kudlow y el director de la Oficina de Administración y Presupuesto Mick Mulvaney, según una persona familiarizada con las conversaciones.
AP / OnCuba