Estaba concentrado en comentar un par de logos de los alrededores, los dos localizados en la 67 Avenida. Y lo voy a hacer, faltaba más. Lo curioso es que me ha llegado desde La Habana un aluvión de fotos de un par de despropósitos, para que les de un pequeño repaso. Lo haremos la próxima semana. Se siente estupendo que me recuerden cuando los encuentran, les toman fotos y me las envían, consumiendo sus megas. No olvido que el texto es de quien lo lee, quien decide lo que sí y lo que no, tanto como quien lo escribe. Lo demás es literatura. Sobre todas las cosas porque lo que vemos en la Isla es irrepetible. Como visitar un parque Jurásico. Y precisamente hablamos de ello, del eco de un espacio y tiempo tan alejados de la realidad, de la vida que comparte con casi todas las naciones del mismo planeta, que tal parece que se desvían a otra dimensión, a un mundo paralelo en el cual la tierra da la vuelta al sol cada 32 horas de 75 minutos.
Pero hoy empiezo por un rinconcito que me recuerda el propio. Un rinconcito latino. Su logo representa una humeante taza de café. El humo no destaca por ser sutil y elegante. Sus vapores parecen signos de interrogación escapados del infierno de la cafeína. En relación a la categórica geometría de la taza andan por su cuenta, más visibles y notorios, de largo. Por sus gruesos trazos y por el espacio que ocupan en el identificador. ¿Dicen que el “Rinconcito” vende humo? No creo. En estos lares la comida llega siempre generosa en raciones a menudo duplicadas. Bien mirado es un logo —en su totalidad— que no se notaría ni en La Habana ni en San José de las Lajas. En lo que a diseño refiere no ha cruzado el Río Bravo.
El mismo diseñador hizo posiblemente el logo del Coral West – Adult Day Care: el mejor proveedor de cuidado de ancianos del Doral, Miami Gardens, Hialeah, Miami, Weston, y Kendall según afirman ellos mismos. Coronó la C un coral simplote. Y parece que llegó con su sombrero a la cola tipográfica a preguntar qué sacaron en el tenderete. Lo que sí están bonitos son los azules. Una combinación relajante, muy coralina… extraordinaria para vender peceras. Me es difícil ver en el cartel algo que me haga recordar a los ancianos, o los servicios y atenciones que merecen. Otra propuesta que apenas llamaría la atención en los municipios periféricos de la capital cubana.
Me quiero detener en este último. Acupuntura Miami. No parece llegar del mismo diseñador. Sin ser bueno, tiene mucho más, nos lleva de la mano a donde cree que estaremos más confortables. Su mascota es un buda rechoncho, con expresión algo siniestra: lleva en sus manos alzadas —sobre la cabeza— su par de agujetas. Sobrecoge el impulso que quiere darles para clavarlas en la espalda del sufriente. Asusta el goce conque parece anticiparlo. Despierta suspicacia al estar parado en el lado oscuro del Ying y el Yang, en el lado tenebroso del equilibrio. Un mensajero del mal, del caos o la enfermedad.
Aquí no se escatimó iconografía. Se añadió una víctima recostada sobre el logotipo, que ofrece algo más que la espalda al Buda acupuntor. Se hace notar que los estilos de ambas imágenes van cada uno por su lado. Si bien el o la paciente se ha resuelto prácticamente con una línea continua valorada, el buda es pródigo en detalles. No tardamos nada en darnos cuenta de que son dos logos juntos. Quizás son las dos propuestas del diseñador y el cliente no quiso o no tuvo tiempo para decidirse por una de ellas. Lo que sí queda claro es que hay bastante trabajo hecho… esfuerzo y un mínimo de sentido flotando por todo el espacio.
Ninguno de estos ejemplos tiene la suficiente sustancia para dedicarles un texto completo. En su conjunto dan una idea de que en algún estrato de la comunicación local compartimos las mismas “debilidades”. Y no es tan simple como compararlos conceptual y formalmente. Las diferencias, a las que iremos apuntando, están más en el compromiso con el resultado práctico. Durante décadas un logotipo concebido en La Habana era un fin en sí mismo. Servía para demostrar su propia realización y la culminación de una insigne tarea, casi una misión orientada desde el panteón de las ideas infalibles. La creación y emplazamiento eran el acontecimiento en sí. De este lado del río el logo se suma a los que halan la carreta. Sacarla del fango es tener éxito en la venta del producto o del servicio. Por lo menos así es visto desde una gran altura y entrecerrando los ojos. Por supuesto que habrán bastantes ejemplos que contradigan lo que estamos afirmando. Son las excepciones que confirman la regla.
El próximo jueves veremos dos momias recién recuperadas del desierto. Empanizadas de arena caliente. Divinas