Que existan 500 empresas en pérdidas no es para nada noticia; podría decirse que es parte del comportamiento “normal” de cualquier economía; algo que, además, acompaña al mundo empresarial prácticamente desde sus inicios. Junto a aquellas empresas que perduran están las que no lo logran.
En economías “normales”, donde el tejido empresarial es abundante, complementario, complejo, nutrido; donde crear una empresa puede demorar apenas unos días o, incluso, unas horas, donde la variedad de empresas de acuerdo a sus propietarios recorre una amplía gama de dimensiones empresariales, donde todos los días nacen y mueren centenares de pequeñas y medianas empresas; en esas economías, que existan 500 empresas en pérdida para nada sería noticia. En las dinámicas de dichas economías, la manera en que el problema de la pérdida es resuelto puede ir desde la reducción de costo —que casi siempre empieza en la reducción de personal— hasta operaciones de venta de empresas, fusiones, adquisiciones, etc., pasando por créditos —que siempre serán onerosos—, hasta la quiebra definitiva de la empresa. Una parte de todo ese proceso corresponde a lo que el economista Joseph Schumpeter llamó destrucción creativa, proceso que en parte abre paso al surgimiento de otras nuevas empresas.
No obstante, tener 500 empresas en pérdidas en un país como Cuba, cuyo tejido empresarial nada tiene que ver con el descrito antes, es, sin dudas, otro asunto, en especial cuando el mundo empresarial cubano formalmente está constituido solo por empresas 100% estatales, y algunas otras mixtas. Ni las cooperativas ni los trabajadores por cuenta propia califican hoy como empresas, aunque realmente funcionen como tal.
En realidad, en la historia empresarial de Cuba de los últimos 60 años, la existencia de empresas con pérdidas ha sido un hecho común, cotidiano, lamentablemente consustancial al sistema empresarial estatal y a la forma en que este ha funcionado. De hecho, una parte del déficit fiscal del país durante mucho tiempo fue alimentado por las transferencias del presupuesto del Estado al sistema empresarial para cubrir esas pérdidas y permitir así la supervivencia de “empresas” que no eran capaces de producir riqueza y se alimentaban de la que otros producían, parasitando el desempeño económico global, perjudicando a aquellos que sí laboran eficientemente y generando incentivos muy negativos, tanto tangibles como intangibles.
Faltó —y aun falta— en el funcionamiento del sistema empresarial estatal cubano el mecanismo de “depuración” que debería impedir de forma natural que la ineficiencia prolifere y viva a expensas de la eficiencia. Es cierto que ese mecanismo genera personas sin empleo y un costo social indeseado, pero también lo es que aquella otra práctica que las “salva” a todo costo, genera una economía sin sustento real. Vaya paradoja. Los árboles y el bosque; el bosque o los árboles.
Se ha anunciado, sin embargo, que aquellas empresas que reiteradamente incurran en pérdidas, ya sea provocadas, o no, por la Tarea Ordenamiento serán extinguidas/diluidas; proceso que según conozco no se ha descrito públicamente aún.
Parece que las cosas cambiarán y que ese universo empresarial se enriquecerá con la presencia de Pequeñas y Medianas empresas (MPyMEs), Trabajadores por Cuenta Propia (TCP) y Cooperativas en una cantidad difícil de estimar. Cualquier aproximación seguro quedaría lejos de la realidad —o por exceso o por defecto— en tanto la experiencia es inédita y mucho dependerá de la confianza que generen las normas que las acompañen, y de cuánto podrá la economía sobreponerse a la situación que enfrenta hoy. No obstante, podemos hacer una estimación simple, de esas “de bodeguero”, a pura aritmética y sin ningún supuesto, más allá de aquel que se corrobora todos los días, la estimación de la existencia de sujetos que, aun ante las peores condiciones, son capaces de identificar oportunidades.
Usemos los siguientes números: en el año 2019 existían en Cuba 617.000 TCPs, según el Anuario Estadístico de Cuba. Si se asume que el 5 % de todos esos TCP desean convertir su negocio en una MPyME entonces tendríamos unas 30.000 aspirantes a empresas; si de esos 30.000 solo el 10% lo consigue, entonces tendríamos en nuestro país 3000 nuevas empresas, con todos los derechos que una estructura de su tipo debe tener en Cuba; si de esos 3000 asumimos que el 10 % aspira o puede tener algún tipo de negocio con capital extranjero —algo que ya en la Mesa Redonda se ha planteado como posibilidad futura, pero que ya en la política y en la norma para los Proyectos de Desarrollo Local existe—, entonces tendríamos unas 300 empresas en algún tipo de Asociación Económica Internacional.
Volvamos a los números. En julio del 2020 existían en Cuba 1782 empresas estatales, 422 Cooperativas no Agropecuarias (CnA), 1519 Unidades Básicas de Producción (UBPC), 876 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y 2464 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), además de 2242 unidades presupuestadas. La existencia de esas nuevas 3000 empresas (son empresas, no Unidades Empresariales de Base) más que duplicarían la cantidad de empresas estatales existentes hoy en nuestro país, y esas otras 600 posibles empresas bajo alguna forma de Asociación Económica Internacional (AEI) resulta ser algún múltiplo de las empresas mixtas (no contratos de administración hotelera) que existen en Cuba hoy. No será así desde el inicio, es probable que la cantidad de MPyMEs sea de hecho menor, pero sin dudas estas modalidades llegarán a ser significativas.
Si este panorama se realiza, podremos llegar a tener un universo empresarial más nutrido y diverso, como debería ser. Si se aspira a que todos los “actores económicos” funcionen bajo las mismas reglas de juego —y no debe ser de otra forma—, si resulta necesario incentivar la competencia entre todos los “actores”, entonces deberá esperarse que todos los años un número de empresas “abandone” el juego, que una parte de ellas acabe en ese proceso de “destrucción creativa” tan necesario para la economía y que las otras dejen de ser empresas, porque la salud del bosque depende de ello. Una ley de quiebras que facilite sanear el bosque sin destruir la semilla será muy necesaria. ¿La tendremos?
Pero también será necesario y consustancial a ese eje estratégico primero de “Gobierno eficaz y socialista e integración social” que los “dueños” conozcamos cuáles son esas empresas que están en pérdidas, las que nos pertenecen a todos. De las otras, de las que no son del pueblo, que se ocupen sus gestores. No basta con decir que un número determinado de empresas es propiedad de todo el pueblo. Los dueños necesitamos saber, quizás cada seis meses, quizás cada un año, cuáles son —de todas sus empresas, de esas 1700 y tantas— las que no logran cumplir con el mandato más importante: producir riqueza para todo el pueblo.
La norma de más alto rango debería estipular que el gobierno estuviera obligado a presentar ese listado; de la misma forma, para cumplir con el numeral 50 que aparece en el documento de los ejes estratégicos (pág. 19) y que declara: “Teniendo en cuenta la estructura económica heterogénea de la sociedad, se debe asegurar un marco institucional adecuado, claro y predecible que permita la mejor combinación de los intereses y acciones de los individuos, colectivos laborales y organizaciones empresariales con los intereses de la sociedad (…)”.
Deberíamos, los “dueños”, tener también acceso a un reporte mínimo de nuestras empresas, de las que nos pertenecen, no un gran reporte, no el más complejo de todos los reportes, sino uno pequeño donde aparezcan los indicadores más significativos; cuánto produjo la empresa, cuánto ganó, cuánto perdió, cómo van sus principales inversiones, cuánto empleo generó, cuánto salarió pagó, cuánto dedicó a Investigación y Desarrollo (I+D) de sus utilidades, cuánto ganan sus directivos y las previsiones sobre el futuro de cada una de ellas. Hoy, momento en que prácticamente la mayoría de los cubanos tenemos acceso a internet, tener un sitio así, donde nosotros, los “dueños”, podamos fácilmente acceder a cómo se desempeñaron nuestras empresas, sería saludable para concretar ese eje estratégico, pues la participación de todos es fundamental y sin información adecuada no es posible hacerlo de forma efectiva.
¿No es acaso parte de nuestros derechos como “dueños”?
Q artículo más estúpido. Hasta cuando la Dictadura, cdo se vayan ya se arreglará todo en Cuba.
estúpido? OK es tu opinión, pero mejor sería un par de contra argumentos para entenderte mejor 🙂
Alto y claro profesor…..más claro imposible!
Estimado profesor: Su artículo es interesante viniendo de una persona como usted, pero es demasiado soñador si lo aterrizamos a la realidad que se ha vivido, se vive y la que muestran los máximos dirigentes de nuestro país. Se dice mucho y se hace poco, y lo que se dice deja muy claro que no les interesa la creación de un tejido empresarial con otro tipo de propiedad que no sea la estatal y eso lo demuestra todas las últimas legislaciones aprobadas. La pymes en Cuba se les está dando el mismo tratamiento que los TPC. Van a aceptar las Pymes porque ya lo dijeron y luego de más de un año de no haber hecho nada, ya no tienen opciones. La realidad de nuestra economía es muy triste y no se resolverá con la creación de Pymes. Tendran que implementarse y aceptar muchas otras medidas económicas para reflotar nuestra economía. Mientras sigan dándole la espalda a la academia, jamás harán algo coherente y duradero en el ámbito de economía. Pero al menos nos quedará la alegría de que existen personas como usted que no pierden la esperanza de que algo suceda.saludos
Es cierto, los empresarios cubanos se han adaptado a trabajar en bancarrota,no sienten como c9merciantes,siguen pensando que seguirán subsidiandole la ineficiencia.
Profe muy buenas apreciaciones desde la óptica de hacer público el rendimiento de nuestras empresas.
Por otro lado le propongo reflexionar sobre cuál es el destino de la producción de bienes nacional e importortada. Las llamadas jabitas de los 90’s fueron muy criticadas, sin embargo hoy las cajas de pollo, arroz y otros pululan en los centros de trabajo estatales, cuando deberían estar comercializandose en la red de tiendas de todo el país. Deformación nada saludable para la economía. Saludos
Me gusta cuando se publican chistes. Gracias.
este asunto de la economia de un pais y este caso de cuba lo encuentro bastante complejo y mas queno soy de esos genios que tiene elpais , aunque no veo mucho que envidiar de elkos por los resultadostan pobres que veo en cuba sobrela economia. aunque desconosco entoda su claridad los obtaculos quehan impedido su progreso..en cuba no hay avance , se buscan nuevas ideas se cambian los planes y lasestratejias en todos los aspectosincluyendo en especial el nuevo ordenamiento que tiene efecto en todos los cambios que se estan haciendo en todos los lugares del pais incluyendo nuevos precios aumentados y nuevos salarios aumentadospero pese a todo lo que se proponelograr y cambiar , no cambia la situacion economica del pueblo paramas sino para menos. Es el bloqueo ? bueno si es .entonces no busquemos mas soluciones y sigamos acomo se pueda hasta ver si algundia quitan el bloqueo ? por que loque mas scuchamos es que el bloqueo no deja hacer esto o aquelloentonces solo necesitamos tratar desobrevivir a cono podamos hasta quenos quiten el bloqueo si es que algun dia eso sucede.. y sabemos biencuales son las exigencias para que
se pueda aprobar quitar ese bloqueo. pero si se puede lograr avancesde prosperidad aun con el bloqueoentonces porque no se ven ? . las carreteras y calles estan desbaratadas , los productos agricolaa seven menos como el arroz los frijoles la arina de mais y el mais elpan que ya ni en gastronomia se oferta porque no hay, el boniato yla yuca y otros , todo esta en mucha falta y algunos otros que nofaltaban como la cebolla estan desapareciendo por la insatisfaciondel precio maximo que le pusieronya que es muy costoso producirlay el que siembra tiene que dar por debajo del precio aprobado.como mismo funciona acopio que hay que venderle mas barato parael repartir y ofertar a un preciomayor para sostener su actividad.realmente yo veo la situacion decuba como un rompecabeza aun en las escalas salariales que se aprobaron ya que es demasiado ladiferencia entre los salarios menores y mayores , son de miles y
miles .como tambien le dieron unbuen precio al tomate al mango yotros que son mas faciles de producir y a la cebolla y el arroz y puede ver algun otro que sonmas costosos de producir lo dejaron con precios insastifactori
o para los productores y esto trae como consecuencia que allaque tomar medidas contra los quesuben tales precios en estos productos como multas de miles ydecomiso..cosa que no es necesario con el que vende tomate o le
chuga o mango y otros por que sonmenos costosos y tienen por tanto mejores precios maximos aprobados. y como consecuencia se deja de sembrar cebolla y arroz alpunto que si esto sigue asi van casi a desaparecer como ya casi es
tan y aunque cuba tiene escasesde casi todo por no decir de todo debe valorar bien todos estosasuntos porque yo en particularquisiera que todo fuese mas barato pero me he dado cuenta que eso no es posible en la situacionque esta cuba y he visto que lasmultas y decomisos no bajan precio ninguno de eso estoy seguropues vivo en cuba ..lo unico queestabilisara los precios sera una aprobacion justa del preciodel producto teniendo en cuentael costo y que alla mas produccion….y sigo repitiendo que haycosas que se han echo mal comoel ordenamiento salarial tan desigual que a dejado una brechaque se asemeja a ricos y pobres.
Al leer lo que manifiestan catedráticos aquí, economistas por allá, negociantes de diferentes naturalezas, personas pesimistas, optimistas, algunos con conocimientos elementales, otros con razonamientos muy profundos ,no se puede negar la crisis que nos ha traído para el mundo la epidemia, hay que seguir los buenos ejemplos que, están a tono con nuestra realidad ,será difícil para muchos creer que puede existir en Cuba un agricultor que le dejen desarrollar una empresa y que se convierta en un exportador de algodón, ah! Que no lo compren los EEUU para eso hay personas dispuestas para hacer un estudio de mercado, hay que dar crédito y amparo legal a los que presenten un proyecto convincente ,ahora por ejemplo las personas van al mercado, no hay que comprar, porque los precios topes no les da la cuenta a los productores y todos como locos buscando donde comprar el sustento, podrían hacer una prueba de liberar los precios y todo el que tenga algo que vender que lo saque, al principio los precios serán altos, las personas llegarán y de la misma forma retornarán, pero muchos de ellos harán un razonamiento lógico: ya se donde están las cosas para comprarlas y trata de producir lo que el sabe y que le puede dar dinero y en vez de perder su tiempo lamentándose, genera otra riqueza y el equilibrio empieza a conformarse, la ciencia aquí deja claro que, con palabrerías no vamos a resolver el problema y esos nuevos productores se multiplicarán porque están aprovechando la coyuntura, este es momento práctico, no de tanta teoría, si Cuba antes exportaba maíz en cantidades, algodón, hortalizas vegetales, pienso que ahora por el poco uso de los suelos, la fertilidad debe ser superior, ah! Importante no frustrar a los productores y no tener miedo al trabajador al productor y respetar su trabajo. Y el que produce debe percibir que su negocio es sostenible.
Mi querido profesor,sería muy bueno para muchos de nosotros saber a través de algún sitio de internet todo o casi todo sobre nuestras empresas,pero eso es un sueño que nunca se concretará, ya que los dueños alegaran que esa información es de orden estratégico y que el enemigo siempre está al asecho para destruirnos cuando en realidad esa respuesta solo servirá para seguir justificando todo lo que roban y lo bien que viven tanto ellos como sus retoños.
Cuando artículos como este suyo se publiquen en un CubaDebate o a usted lo inviten a una Mesa Redonda quizás comience a tener un poco de esperanza.
Mientras tanto cuanto tiempo más de crédito tengo que otorgar para comprobar que esto no funciona
Excelente reflexión acerca de una realidad, y en especial de los “Dueños”. En el mandato que deja nuestra más actualizada legislación, se divide exponencialmente las facultades de los “Dueños” y se da más al “DUEÑO” ese que es nombrado por el poder divino y que en la mayoría de las oportunidades es presentado al “Colectivo de dueños”, al que nunca se consultó y que por lógica no rinde a los dueños, pues él esta por encima, algunos escalones más, con todo el poder para decidir unilateralmente que es lo adecuado y lo conveniente, incluso y casi como regla, imponiendo sus criterios a los órganos colegiados, los que se limitan a legitimar lo ya decidido. Nada, parte del alcance de nuestra democracia participativa que como práctica prevalece sobre lo que está escrito. Los que tienen el mandato de los “DUEÑOS”, deberían sentir todo el peso de las miradas críticas, evaluadoras y correctivas que sobre sus acciones pudieran ejercer los verdaderos dueños. Hay que hacerlos rendir cuenta, pero de VERDAD, y poder decidir si queremos que sean esos los que nos sigan representando. Muchas Gracias y Salud al Profesor Triana.