A fines del pasado año visitó La Habana un notable político europeo, de izquierdas y con una sólida formación académica. Como no cumplía con una invitación oficial, se movió a su aire por la ciudad, observó los cambios que son visibles, habló con ciudadanos de a pie. Ya casi al partir, confesó a un amigo que se iba muy preocupado. Lo visto en Cuba se parecía mucho a lo que había investigado sobre la transición al capitalismo en un país de Europa del Este. Este amigo común, que me contó la conversación, le respondió al político europeo que, al tiempo que aquí se consolidaba una nueva clase con un estatus económico muy superior a lo frecuente en la Isla, también había un pensamiento de izquierdas que se estaba actualizando, sobre todo en jóvenes intelectuales, y eso podía ser esperanzador. “No lo es”, contestó, tajante, el político, “porque no tienen el poder y nadie los va a tener en cuenta. El poder lo tienen otros”.
Algunos años atrás, en un college de Ohio, conocí a un profesor chino de filosofía, especializado en ética. Yo presentaba un ciclo sobre el cine de Tomás Gutiérrez Alea y él asistía puntualmente a todas las proyecciones. Estaba muy interesado en enterarse de primera mano qué estaba pasando en Cuba. Le importaba saber el valor que podían tener el arte y la literatura en la sociedad. Su respuesta a cada una de mis opiniones era la misma: “Así sucedía en China a fines de los 80”. La percepción que tenía sobre el rumbo que seguía su país era devastadora: “Los millonarios ingresan al Partido Comunista”, me decía, “el partido de los trabajadores se ha convertido en el partido de los directivos y los millonarios”.
Más allá de las diferencias que, por historia o cultura, nos separan de naciones europeas o asiáticas que pretendieron alcanzar una sociedad más justa, más humana (de forma equivocada, como verificó la terca realidad), los recientes debates en torno a la necesidad de limitar la concentración de la riqueza me han hecho recordar las dos anécdotas que he sintetizado antes.
Es revelador que, tanto en las sesiones en la Asamblea Nacional del Poder Popular como los artículos aparecidos con posterioridad en sitios digitales o blogs de orientaciones diversas, han hecho evidentes las tendencias en que se divide hoy la sociedad cubana, algunas de ellas enfrentadas por una polaridad esencial. Solo fijando dos extremos, en uno están quienes admiten las reformas que favorecen la propiedad privada y la explotación del trabajo de otros como un mal inevitable, porque en las condiciones actuales, de Cuba y del planeta, no hay otro modo de reanimar nuestra desfallecida economía. Es, al parecer, la idea que sostiene los documentos llevados a la Asamblea Nacional. En las antípodas están los que ven en las medidas adoptadas la posibilidad de que se inicie, a partir de ellos, la restauración del capitalismo, y quieren acelerar este proceso que también consideran irreversible, y despojarlo de todo límite, de todo control.
Por las escasas informaciones divulgadas tengo la impresión de que los debates en la Asamblea tuvieron un enfoque primordialmente económico. Es lo prevaleciente desde que en el VI Congreso del Partido se aprobaron los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Sin embargo este es un problema que sobrepasa con creces la cuestión de la manera y las cuantías en que se deberá limitar la concentración de la riqueza, o de los métodos para redistribuirla entre los más empobrecidos. Ya me referí a ello en esta misma columna, meses atrás, pero las circunstancias me llevan a insistir en algunos matices.
En estos días también he conversado con Julia, joven estudiante cubana, sobre la nueva clase en formación (o sobre un sector de esa clase). Me cuenta que, en el coctel de inauguración de una exposición, reunida con un grupo de quienes fueron sus compañeros de preuniversitario, alguien se volvió hacia ella y le preguntó: “¿Pero tú no tienes carro?”. Es algo que no está ni en los sueños más optimistas de Julia, incluso una vez graduada como médico. Ella me asegura que en ese tipo de conversaciones se burlan de los que andan en un Geele, porque piensan que es un auto para personas mediocres. Es una actitud grupal que demuestra el menosprecio hacia los que menos tienen; la prepotencia del que casi todo lo puede.
Ante varios de los lujosos restaurantes que se han abierto en La Habana (algunos de los cuales, para colmo, se reservan el derecho de admisión) me he preguntado de dónde procedió el capital para la inversión inicial. ¿Cuánto cuesta la reconstrucción total de un inmueble? ¿Dónde se compraron o cómo se importaron esos enormes paños de cristales polarizados que dejan ver las grandes avenidas de la ciudad? A eso añádanse muebles, vajillas diseñadas especialmente para el sitio, equipos de cocina y bar…
En ciertos casos, imagino que el dinero ha llegado de la emigración y la lógica me hace suponer que una parte sustancial de las ganancias se va de Cuba: es un capital que se está acumulando fuera. Pero, sin la ayuda de familiares o amigos instalados más allá de nuestras fronteras, ¿cuántos cubanos podrían, con su salario, o con la venta de propiedades, acometer una obra que absorbe decenas de miles de CUC? Tales inversiones, ¿no son la prueba de que ya existe una apreciable acumulación de capital –apreciable, entiéndase, en términos cubanos? ¿Qué pasaría si llegan a fundirse, y a actuar desembozadamente, los que tengan la riqueza económica y los que ejerzan el poder?
Todo esto está ocurriendo no en un vasto territorio desbordado de riquezas naturales, ni en un pequeño Estado europeo. Somos una isla secularmente sometida por el subdesarrollo, con una economía que nunca ha podido sacudirse los lazos de dependencia, y que durante las últimas seis décadas se ha empeñado, mayoritariamente y a pesar de durísimas adversidades, en crear una sociedad distinta.
Esencialmente, estamos ante un problema que pertenece al campo de la ideología, y que definirá el futuro de Cuba. No se trata solo de evitar que la riqueza se acumule, sino de que esa burguesía retome un poder que hoy está solo nominalmente en manos del pueblo. Cada día se abre un abismo mayor entre ciertos discursos y la realidad. No basta con decir que estamos construyendo el socialismo. Hay que definir qué socialismo querríamos la mayoría de los cubanos (y tengo la esperanza de que aún la mayoría aspira a ello), y cuál es posible en las circunstancias actuales. No es suficiente calificarlo con los adjetivos próspero y sostenible. Hay que diseñar un modelo en el que la prosperidad sea para todos. No basta con decir que los medios de producción son de los trabajadores. Los trabajadores tienen que poseer un real poder de decisión sobre lo que producen. No basta con decir que hay democracia. Tenemos que construirla, desde las bases, para que la política sea un asunto de todos.
Ese cuentecito de que estan construyendo el socialismo es solo para los mas ignorantes o aquellos que aun se aferran a algo que jamas va a llegar. La realidad es que la base ideologica del sistema cubano esta muerta y en velorio y el pais va sin rumbo como veleta loca. De aqui que se tomen mas medidas capitalistas sin reconocerlas bajo el temor de mucha inconformidad popular. Aclaro: no es que critique las medida que se estan tomando, pero hay que llamar a las cosas por su nombre. Mientras ese guasabeo se mantiene la naciente burguesia se apodera de la primera linea de negocios hasta hoy permitidos y crean a base para mas tarde apoderarse de la mediana y gran empresa, ya sea dentro de las “uniones mixtas con capital extranjero” o “empresas cubanas en otros paises. Nada fuese tan escandaloso si todos tuviesen la oportunidad de participar en esta piñata cubana. Lo triste es que se pretenda mantener el “bloqueo”, el “socialismo”, la “igualdad”, la “justicia” para los de abajo mientras que los de arriba suben como la espuma.
Y cada vez que usted vuelve con el tema, me remuerde que por un lado estén los que nada pueden hacer a la espera de que los que deciden hagan mas por ellos… y al final seguimos en las mismas. Gracias por su esperanza y por alumbrarnos con cada articulo.
“El partido de los trabajadores se ha convertido en el partido de los directivos y los millonarios”…Igualito que en Cuba, digo yo.
arturo… por tus palabras deduzco que tienes algún ringo-rango… juzgándote por los lugares que visitas… que la mayoría de los cubanos no pueden visitar… y entonces me pregunto… cómo es que se puede ir por la vida panfleteando así… panfleteando es para mi decir cosas sin decir nada… no llegar al meollo del problema… quedarse en la cáscara… como si estuvieras en un cuento de hadas… yo quisiera saber cómo se puede vivir así… no sintiéndose culpable de engañar a la gente… de desvirtuar los asuntos… sin coger seriedad y fundamento… de verdad… para hacerlo yo también… eso tiene que ser predisposición genética o mala intención premeditada… que de eso también hay bastante y sobre todo en mi cubita bella…
Muy buen articulo. Por desgracia en Cuba existe muy poca cultura politica. Mas importante que controlar la concentracion de riqueza es lograr que el derecho de acumular riqueza sea igual para todos los cubanos, desde el chofer de omnibus hasta los que tienen estrellas en los hombros.
…lo cierto es que tal situación se veía venir desde mucho antes, desde,posiblemente, finales de la década de los 70, pero se consolidó en los años 80, con la ascensión de una fuerte corriente elitista, de profesionales que después de haber haber terminado estudios superiores se consideraban con derechos sobre los demás y consideraban que habían hecho el tremendo esfuerzo, se habían quemado las pestañas….etc….nadie veía ni ve cuanto esfuerzo hacia un campesino para sembrar u ordeñar vacas…la escisión se produce en los 90 cuando muchos guajiros hicieron plata por el gran precio de los alimentos y muchos personas lograron hacer dinero además en el mercado negro…por otro lado se posicionaron militares en fincas, artistas, deportistas y cierta cúpula dirigente mientras que los que se mantienen dentro de las instituciones sobreviven con un salario de miseria y algunos con algo mas de lo que roban…los trabajadores del turismo ganan mucho dinero de propinas, cambios de precio etc…y Cuba se pierde porque no aceptando o que sucede, no aceptando el nivel degradante de corrupción que tenemos, no asume una política inclusiva real, no habla claro, no acepta que hay que cambiar completamente la política salarial y actualizarla con salarios mínimos no menores de 150 dólares…hay mucho de que hablar y mas por hacer…lamentablemente gran parte de los que dirigen el país hoy solo ven capitalismo como solución…dicen China, Vietnam….mientras, Finlandia construye aceleradamente una sociedad que si no es comunista se le parece mucho….la equidad es el bien mayor y si se puede…
No es el socialismo lo que se ha estado construyendo en Cuba, es “la nueva esclavitud” que describió Spencer y que Martí dijo que no quería para nuestro pueblo. Eso es lo que ha estado y está en camino a menos que el pueblo cubano despierte como ha despertado el venezolano.
Esos son los “pelos del lobo”, ya los vemos, y ahora hay que ver qué hacer con ellos, si peinarlos o hacerle los papelillos. Qué irá primero la C de money, o la S de people, cómo sonará casolismo ó socalismo?.
Si no es mucho pedir, elévese a la altura del artículo.
Estimado Arturo, seria interesante conocer el circulo de amistades de la estudiante de medicina y sus parentescos. Tengo 30 años, y de mis amigos del pre y la universidad (los que quedan en Cuba) solo 1 tiene carro propio, y fue bien sudao, por favor no generalice
A estas alturas hablar de igualdad, de derechos para todos, de justicia social en Cuba es una burla a la inteligencia. Mejor hablemos de capitalismo salvaje, del peor, que es su verdadero nombre.
Estoy de acuerdo con el tema central planteado por estas lineas. Se reflejan tanto en la realidad China, o Vietnamita, así como en la Europa Central y Oriental. Como evitar la concentración del poder en pocas manos no es fácil. En los EEUU hemos fracasado miserablemente y en Latino America, con excepciones como Costa Rica y Uruguay, poderoso caballero Don Dinero.
Y no se que sugerir. En principio, la organización de los ciudadanos en la sociedad civil podria contener el mal y dirigirlo hacia el bien. El consumo en si no es malo, es la exclusión del consumo de la mayoría para que un puñado lo goce–lo cual no es necesario. Todos pueden gozarlo y bien, tal como algunos Europeos han demostrado. En Cuba por desgracia, como temiese Mao, el poder real lo tienen los burócratas quienes otorgan o niegan el poder cotidiano y los estrellas ansioso de acumular al máximo para tener un buen retiro y posición para su familia. Y un gropúsculo en el extranjero cuya retórica es a favor de la libertad pero su accionar la limita aún mas. La ideologia, aparentemente poco juega en Cuba, ni la religión da principios a seguir. Sin valores revolucionarios ni moral religiosa, la ética Martiana no puede sobrevivir.
Sin solución en el frente, AAA. Aquí hay poco capital de familiares invirtiéndose en los grandes negocios que pueden verse en la “próspera Habana”: licitaciones aprobadas que de un día para otro renacen en los lugares más sorprendentes con un esplendor millonario. Y las inversiones no son de 10 mil o de 20 mil cuc. Cocineros extranjeros, menús locos de ejecutivos… tapas de risa y propagan de primera. A veces no es un bar multipropósito, a veces tienen dos o tres. Pero ¿quiénes están detrás de estas inversiones? Seguro que dejaste ese detalle para los comentaristas. De eso no se habla, pero investiga y verás, ex minints, antiguos dirigentes poderosos en su tiempo y en este, porque robaron y guardaron, amigos de sus amigos en esferas de poder político- económico. Y la cara la pone un mediocre infeliz. El dinero duro es de los que no les conviene verse citados. Y junticos, los medianos y grandes inversores aplauden a Raúl y saludan al Partido y sus lineamientos, pero de boca para fuera, en el fondo avizoran una ex Unión Soviética y por consiguiente una Rusia brutal con sus millonarios de la kgb, y se sostienen unos a otros para no caer en desgracia antes de que los jodan. A ninguno de esa estirpe-nueva clase les interesa hablar de trabajadores hoy, aunque tampoco que se les oiga despreciarlas. Esta es una época del sálvese quien pueda y ellos no se van a quemar opinando donde no deben. Necesitan todos los sentidos atentos, todas las conexiones bien articuladas para cazar el supuesto tiempo de la gran PIÑATA. Y no oyes a nadie del Estado hablar de la Corrupción como se debe, con nombre y apellido. Aquí no pasa nada hace mil años. El Partido, el único que tenemos, ordena sobre el Estado y posee un discurso que dista mucho de lo que realmente está ocurriendo a ojos de todos. Han institucionalizado un secretismo, de prensa incluido, de tal magnitud que cuando mañana los historiadores quieran saber qué pasó en Cuba en estos años tendrán que imaginar o creer ciegamente en el poder testimonial de los escritores, esos “deplorables novelistas de la realidad” devenidos articulistas de opinión en algún sitio del ciberespacio donde pagan con alguna dignidad y todavía dejan comentar.
Creo que el único y real estímulo para el trabajo es el dinero, y su capacidad para solventar las necesidades del ser humano, veo a miles de Cubanos que en Cuba eran vagos, como aqui en los EEUU trabajan 12 y 14 horas diarias,pero cuando termina la semana tienen 600.00 dolares en su bolsillo. El modelo realmente sustituyó a los ricos por los funcionarios y distribuyó la pobresa resultado de la ineficiencia. Si no quieren escucharlo sigan hechándole la culpa al bloqueo, llorando desgracias, esperando a que mañana cambie todo y haciendo las cosas de la misma forma que en 50 años no han dado resultados, a y diganle al ultimo que salga que encienda la luz del faro.
No sé de donde el autor diceque la aspiración fue construir una sociedad más justa. El único interés de Fidelk Castro desde el inicio fue mantenerse en el poder a toda costa con el supuesto derecho que le dab a haber triunfado en la contienda armada con Batista. Él siempre se creyó con derecho a hacer de Cub a lo que quisiera, solo hay que recordar cuantos planes locos y desaguisados fraguó hasa su retiro del poder. El régimen siempre h tenido un discursohipócrita, proclamando lo que no cumple. La cupula siempre gozó de prebendas que nunca se publicaron pero que todo el que vivió en Cuba las conoce. últimamente esas prebendas han alcanzado cotas escandalosamente altas, como importción de artículos de lujo, incluyendo vehículos, o hijos estudiando en Europa. Pretender reformar el pantano en que se ha convertido Cub a, la cloaca en que vive el cubno hoy en día es, cuando menos, cándido.
Amigos cuando pase esta tormenta,(que pasara) nadie en Cuba querra que le nombren el socialimo que sea.Han sido demasiado los años de penurias .
Los trabajadores cubanos nunca tuvieron el poder, sino en vez del CC del PCC mandará la CTC y el evento político más importante no fuera el Congreso del primero sino el de la segunda. Ese es el fracaso del socialismo, de tanto poner la mirilla en la “dictadura del proletariado” contra la burguesía se olvidan de la democracia real de los trabajadores. Si la revolución cubana hubiera ensayado el empoderamiento, que es más que procurar beneficios sociales, de las masas trabajadores; quizá el panorama actual no fuese tan desolador.
Lila… tienes absoluta y totalmente toda la razòn… asì es tristemente, y es duro… y triste.
Infinitas gracias al autor Arturo Arango por este artículo, que pone las cosas en su sitio. Lamentablemente, el acceso a internet sigue siendo minimo y pocos cubanos en Cuba pueden leerlo. Pero hay quien lo lee, por tanto, vale la pena. Como siempre, la mayoria de los que aqui opinan viven fuera de Cuba y son enemigos de cualquier cosa que se llame socialismo. El futuro de Cuba depende de los cubanos que viven en Cuba y no de la emigración.
Leo, la mitad del pueblo de Cuba no se muere de hambre gracias a la emigracion. El socialismo es un fracaso en todos los paises donde se ha implementado. En China, Viet Nam y Cuba lo que hay son dictaduras con un capitalismo salvaje que nada tienen que ver con la justicia social y si mucho con la inmoralidad y la corrupcion, con elites enriquecidas marginando al pueblo de cualquier prosperidad.
No se cual será la solución para los problemas de Cuba ,de lo que si estoy seguro es de que ese sistema implantado por los Castro hace casi 60 años es un desastre y tiene que desaparecer
El sistema no funciona, pero habría que ver si los desfavorecidos de hoy, serían menos desventurados todavía con otro sistema, o se creen que Cuba con otro sistema dejaría de ser una isla sin recursos naturales y sin industria?
Interesante pregunta Romana (de tarea para todos los anteriores foristas).
Según mi nonagenario padre, aun reconociendo todo lo malo que puede haber hoy en Cuba, no quiere, ni en el recuerdo, la realidad de lo que fuimos antes de que este “fallido sistema” se instaurase un 1ro de Enero del 59. Y yo le creo.
El articulo está muy bueno, (al igual que el que nos “linkea” -Donde se forma una clase-). En ambos percibo la intención de poner la marca sobre las que considera deficiencias fundamentales del sistema, pero sin denigrarlo. Me identifico plenamente con esta manera objetiva de abordar un problema vital para la sobrevida del socialismo cubano.
Lástima que la mayoría de los comentarios solo aprovecharan la oportunidad para repetir los mismos Long Play gastados y rallados de las disqueras de la Calle 8.
Tranquilos los caimans,las hienas y los leones estan esperando su momento con sus cuentas bien resguardadas en Gran Caiman,Bahamas o Suiza.
Un desastre José ?, y tienen una salud y educación, cultura, y servicios sociales envidia de todo el tercer mundo ? Tu disco está bien rayado…
Si Romana, el destino es impredecible, pero al menos debemos darle la opción al pueblo de decidir y elegir, no crees?. Y si tenemos recursos naturales, mira por ejemplo, estamos rodeados de agua, y desde cuando no se ve en un mercado un buen pescado o algún que otro tipo de molusco (como el calamar), o como te explicas que un país netamente agrícola donde no te encuentras un producto de calidad en ningún agro. Por otra parte que paso con la vaca por habitante que se heredo de la neocolonia?, eso con una buena gestión económica se hubiera podido mantener hasta la fecha.
Préstamos para la compradera y mucho estrés es lo que viene si no somos muy cuidadosos con los futuros inversores del “desarrollo de la isla” que levantarán mucho cemento y pondrán muchos cristales como los que dice el artículo y después veremos las facturas de tan impecables servicios.
Salud, educacion, cultura y servicios sociales que dan envidia?. donde Usted vive?, eso “se ñamaba”. De aquello hoy solo quedan graduados universitarios llenos de faltas de ortografia, mala redaccion y un vocabulario soez, hospitales a donde hay que llevar sabanas y comida, viejos pidiendo limosnas por dondequiera, jineterismo y doble moral para mostrar una cara revolucionaria y otra para la bolsa negra y “el bizne”. Muchos paises han alcanzado y pasado a Cuba en muchas categorias sociales, educacionales y de salud y sin la necesidad de haber sacrificado por gusto a generaciones completas. Usted es el que no quiere dejar de tocar el organo oriental
Yo viví en ese sistema hasta el 2006 y puedo dar fe de que no funciona sobre todo a partir de los 90 cuando comenzó el célebre periodo especial y todas las calamidades se agudizaron,se sigue sin libertades y el pueblo en su mayoría sumido en carencias y nesecidades.hasta cuando va a durar el Experimento Socialista????
José y comparsa, si van a hablar del Periodo Especial hagan historia completa, que el que vive de medias verdades no es más que un MENTIROSO pero COBARDE.
Digan que fue el PE., y digan también que fue, y es, la Guerra Económica que los gobiernos de tu “paraíso democrático” le han dedicado a Cuba.
Honestamente, dan vergüenza ajena esos “cubanos” que no bastándoles con rendirse a la presión que desde una potencia extranjera se le ha ejercido para que su vida fuese más miserable, ahora, una vez que se pasó a la otra orilla, colabora y da vivas a las acciones que hagan más difíciles la existencia de aquellos que fueron sus coterráneos.
Se puede no compartir un mismo ideal, claro que se puede, pero de ahí a desear y apoyar el mal que se le haga a su propio pueblo, dan ASCO!
(espero no haber escrito ninguna mala palabra)
Sr Académico : no es bueno fijarse en fantasmas, lo correcto es darle atención a la realidad > Si en cuba hubieran oportunidades para todos y se promovieran vías para que existiera libertad de contratación,creditos para emprendedores, oportunidad de organizarse en gremios, cooperativas, no políticamente orientado, no seria mal un poco de desigualdad, es parte de la actividad humana,…el problema es que la prosperidad esta trazada de forma “políticamente controlada” es el mismo totalitarismo elitista, solo desprovisto de la “ensoñación ” para seducir…Solo los Escogidos prosperaran…los caciques y los dependientes. En fin, el capitalismo, así como el Progresivismo social, solo funcionan en libertad
El modelo social y político cubano, aún cuando en apariencia apostó abiertamente por la democracia participativa, por la horizontalidad igualitaria en el acceso a determinados bienes y servicios, más que todo básicos, en esencia, nunca fue de otro modo, se concibió, diseño y ejecutó, en el ejercicio del poder real, de una manera no digo ya transversal, sino francamente piramidal y verticalista. El principal impulsor de la diferenciación clasista al interior de la sociedad cubana contemporánea fue precisamente el estado, el gobierno, el PCC, y su anacrónica, y rústica, forma de concebir el reparto de la riqueza que generamos entre todos, y que ha beneficiado, cada día es más evidente, a los mismos que supuestamente se propusieron trastrocar el orden establecido en beneficio de las masas desposeídas. Mucho tiempo después la inmensa mayoría del pueblo cubano sigue sumido en la miseria y el subdesarrollo sistémico, mientras los que forman parte de la élite dirigente están desconectados a conveniencia de la realidad y acumulando fortunas personales a través del latrocinio del erario público. Y después quieren predicar altruismo y modestia en cueros. La historia se repite como farsa y tragedia. Es lo que estamos viviendo ahora mismo. El drama del desencanto. Los que podían arreglar del país, unos cuantos, se han marchado del país. Otros, los más fieles y pacientes, siguen esperando con las manos matadas y las bocas amordazadas. A los otros les da simplemente igual. No tienen, ni tendrán, el poder. No es el momento indicado. No se le pueden facilitar armas al enemigo, que no precisa ninguna más de las que ya dispone en su arsenal infinito. Nuestro principal antagonista es quien dice hacerlo todo en nombre de nosostros y un proyecto de país del cual se han apropiado de manera indebida.
Muy buen artículo. Objetivo y que lleva a la reflexión. Muy buenos comentarios, diversos y respetuosos, algunos los comparto otros no pero quisiera que podamos abiertamente debatir estos temas sin miedos dentro y fuera de Cuba. Debatir de una manera constructiva para no perder lo ganado , porque creo que hemos ganado mucho, pero igual cambiar lo que indudablemente hay que cambiar. No creo sea el capitalismo la solución. Muchos plantean que los sistemas socialistas han fracasado y muestran al capitalismo cómo triunfador, pero creo que el hecho de que la generalidad del sistema imperante sea el capitalista no da fe de que sea el mejor sistema al que podamos aspirar la gran mayoría, porque sencillamente pasaríamos de un poder acumulado en un pequeño sector, a un mayor poder acumulado en un sector imperial, ya no delimitado por fronteras, sino por economías y apellidos. Donde igual se creen con derechos por encima de los menos “afortunados” y pretenden entretener a las masas con un consumo voraz e insaciable, donde el valor del prójimo es nada.
“El drama del desencanto” asociado al temor y al prejuicio de ser notas discordantes, sin una verdadera unión, debido a que nos dejamos inculcar falsos conceptos de que necesariamente la unanimidad (muchas veces falsa) es lo correcto, de que no debemos decir ciertas cosas en ciertos momentos y lugares, sin que aparezca entonces ese momento y ese lugar, y dejamos que por la simple frase de “eso es una locura” pues personas capaces y con deseos de cambiar para mejor, sean “desaparecidas” y olvidadas. Por lo que quienes ” suben ” caen en la aceptación y la mentira, caen en la corrupción y se creen infalibles e insustituibles queriendo permanecer en esa posición privilegiada , sintiéndose con derecho a pensar hablar y decidir por los demás y en nombre del pueblo. Somos y hemos sido nosotros los que faltando a ese espíritu de lucha e independencia hemos dejado que poco a poco nos corten las alas y la palabra. Verdaderamente concidero está en la juventud la posibilidad de cambiar el futuro, pero no en esa juventud hijos de papa y/o mamá que piensan como burgueses viviendo de nuestro socialismo, porque por haber nacido en determinado momento y ser familia de determinado personaje se creen con derechos superiores y vitalicios. Seria y ha sido en ocasiones cambiar de apellidos rimbombantes en esa clase alta de la pirámide. Lo peor es cuando se aplica el hacer lo que se dice por parte de quienes menos ejemplos muestran y cual animales con orejeras seguir la orden sin derecho a cuestionamientos o réplicas. Ya después de los 35 años ese desengaño aumenta, por eso creo que es la juventud, con la frescura y la falta de miedo, con los sueños y la confianza pura en el futuro, sin temor a los cambios y las revoluciones , sin restricciones y con libertad en el pensamiento quienes deben de tener más participación real. Dejemos de un lado la retórica y las justificaciones, demos paso a nuevas ideas con confianza pero intentando siempre perfeccionar en verdad lo nuestro.
Para TM.61.si voy hacer un poco de historia. 30 años viviendo del multimillonario subsidio soviético y uno cuántos más del de Venezuela. Comercio con muchas naciones incluso con los EEUU. Donde está el desarrollo y el progreso? Donde se dilapidan los recursos en proyectos delirantes como los 10 millones, las vacas F1 etc etc…..aventuras militares y ademas con una corrupción a todos los niveles y una deuda que llega al cielo, que se puede esperar?ya van para 60 años y sinceramente lo que veo es un paso para alante y 2 para atras.un círculo vicioso
Viven fuera de Cuba, pero para la mayoría, los turnos para el dentista, el cirujano y demás son aquí, en Cubita la bella!, que hablan mal de ella, pero que está aquí para todos!!!
Señora Omaida. Muy respetuosamente. No creo que ninguno de los foristas, ni siquiera los más encarnizados detractores del modelo político y social cubano autodenominado socialista, hablan mal del país como delimitación cultural y territorial con una raíz histórica. La inmensa mayoría somos feroz y orgullosamente cubanos, de corazón. Cubanos, no necesariamente comunistas en el sentido clásico de la expresión. Es una diferenciación ideológica a lugar que vale la pena establecer como premisa. Cuestionamos, dialogamos, unos a favor, otros en contra, sobre determinadas prácticas políticas que nos atañen como ciudadanos cubanos, con las que se puedan estar en sintonía o en desacuerdo, por las razones que sean, y es un derecho inalienable de las personas expresar lo que piensan. Coincido con usted en un aspecto. Cuba, la nación, es patrimonio colectivo. Todos o casi todos ayudamos a construirla cada día. Los de allá pero también los que hemos emigrado. ¿Cómo usted piensan que se financian los supuestos servicios gratuitos de salud pública que ofrece el estado cubano a sus ciudadanos? ¿Solo con los ingresos provenientes de la exportación de servicios médicos o la venta de níquel y el turismo? ¿Con dinero caído del cielo o enviado desde el exterior? Soy una persona y profesional humilde, me refiero a mi poder adquisitivo real en esta sociedad de consumo donde vivo que, sin embargo ahorro para poder apoyar económicamente a mi familia, amigos y entorno más cercano. Como la inmensa mayoría de los que nos hemos ido. Si ese dinero que enviamos no cubre los esporádicos servicios a los que podríamos acceder cuando viajamos allá una vez al año, los que pueden hacerlo, qué lo hará. Me pregunto. No puedo creer que a estas alturas insistan en seguir utilizando el argumento de la supuesta gratuidad de un servicio de salud de supuesto acceso universal, una práctica que ni siquiera es exclusiva de Cuba. Soy un emigrado. Preservo mi nacionalidad cubana. Tengo papeles y trabajo en España. Y eso me garantiza poder acudir por acá al médico en caso de necesitarlo. Espero que no muy a menudo. Nunca hasta el momento en este año y medio. Lo que quiero decir es que ninguna supuesta deuda con el sistema político vigente en Cuba nos descalifica para opinar sobre lo que pensamos podríamos hacer entre todos para tener un mejor país, sino para todos, si para la mayoría. Un saludo respetuoso desde cataluña.
Omaida, la estomatología en Cuba es de supervivencia o sea para que no te mueras, si tienes un problema muy complicado lo mas probables es que opten por sacarte una muela en vez de arreglártela, los materiales de calidad son muy escasos todavía siguen poniendo amalgamas para las caries en vez de resina en la mayoría de los lugares. Yo en particular no me meto en una clínica de esas ni loco a no ser que sea algo de urgencia. Pero si alguien quiere ir no se lo critico, pero ademas tienen todo el derecho le puedo asegurar que muchos residentes en el exterior, con sus remesas, contribuyen mucho mas a la economía que diez burócratas parásitos que no producen nada mas que dolores de cabeza.