Una ciudad pequeña, sin grandes edificios ni monumentos, una ciudad de campo, como dicen algunos en Cuba cuando hablan de una población que no sea La Habana, Santiago o Camagüey… En Artemisa, capital de la provincia de igual nombre, se respira ciertamente esa tranquilidad abúlica de las ciudades “del interior”, una calma que solo se rompe en algunas plazas y parques, en determinadas horas del día. La arquitectura, como en casi todas partes, es ecléctica.
Aquí y allá se ven rastros del pasado republicano, en inestable equilibrio con estilos más contemporáneos (casi siempre chapuceros). En las afueras de la ciudad se ubica un complejo singular: el mausoleo de los mártires del 26 de julio de 1953. Artemisa, como se sabe, fue la tierra de muchos de aquellos hombres.
Es una ciudad bastante plana, me parece…
No se si existiran todavia batidos. De platano y pancon tortilla me encantaban
Mi querido pueblo que extraño tanto te quiero artemisa.
parece una ciudad para pasar de largo…Yo me pararía seguro, ésas me gustan.