Rosita Fornés ha cumplido recientemente 93 años, una edad venerable, mucho más en su caso. Rosita no es una mujer cualquiera, ni siquiera es una artista más: Rosita Fornés es un símbolo, un ídolo para generaciones completas, paradigma de la cultura nacional. Es patrimonio vivo de un país que la respeta y que la adora.
Sin estridencias, sin complejos, sin dobles discursos, sin malas acciones; a puro golpe de talento y simpatía Rosita Fornés encarnó una escuela que lamentablemente no muchos artistas del espectáculo supieron aprovechar. Un amigo ya fallecido me lo dijo un día: “Cuando muera Rosita, Dios la guarde por mucho tiempo, enterrarán el glamour en Cuba”.
Corren muchas anécdotas. Dicen que en una etapa poco dada a la lentejuela, una funcionaria le exigió a Rosita que no usara sus galas habituales, para estar a tono con el espíritu del momento:
—¡Póngase un uniforme de miliciana! —casi ordenó la directiva.
—¡Con mucho gusto! —respondió Rosita—; pero no olvide que incluso en uniforme de miliciana yo seguiré siendo la vedette Rosita Fornés.
Puede que el cuento sea pura invención, mitología de fanático; pero en todo caso pone de manifiesto una de las determinaciones de la artista: permanecer. Permanecer en su país, aunque en algún momento pareciera un “rezago” del pasado, un elemento fuera de época y lugar, una representante de un arte que desaparecía… Ella sabía que no, ella confiaba en el cariño de su pueblo, a ella la sostenía su extraordinario itinerario profesional y humano.
Nadie busque en Rosita Fornés la prosopopeya de una pensadora, ni siquiera las explicaciones racionales de una manera de ser y estar sobre el escenario. Rosita no es una persona de honduras académicas; ella es una artista raigal.
Voy a decir algo que pudiera parecer demasiado absoluto, pero lo digo con toda la responsabilidad: en las artes escénicas cubanas ella es la artista más completa. Puede que haya alguno más grande, pero no tan integral. Muchos han cantado mejor que ella, muchos han bailado mejor que ella, muchos están a su altura como actriz… pero probablemente nadie la supere en la concreción de todos esos elementos en un espectáculo único.
Y nadie, con toda seguridad, ha sabido usar mejor una capa o un abanico. Y esto, que para recios y encumbrados intelectuales pudiera resultar una frivolidad, tiene también importancia en los tiempos que corren. La belleza —la pura belleza— hace mucha falta. La fluidez en el movimiento, la distinción de las maneras, el buen gusto… no son arcaicas presunciones; tendrían que ser modelos de comportamiento.
Hay una filmación de los años sesenta que habla mucho mejor que cien tratados de teoría de la escena. Rosita Fornés canta Otro amanecer, de Meme Solís, en una especie de cabaret televisado —aunque la puesta, por momentos, es cinematográfica. No me queda claro el director del espectáculo, ni siquiera el programa en cuestión… quizás alguno de mis lectores tenga más información.
Con los primeros acordes, Rosita aparece de espalda, silueteada sobre el fondo. Comienza a cantar y se vuelve a la cámara (la capa vuela, con inusual donaire). Rosita avanza, se detiene… y cada pose parece pensada para la contemplación. No hay movimientos de más, no hay énfasis, todo es delicada contención… Hasta que entran a escena bailarines y percusionistas con tumbadoras, y Rosita baila entre ellos con indudable cubanía, pero sin un ápice de vulgaridad. El final es grandilocuente: en un clímax instrumental (los arreglos musicales son excelentes) Rosita se retira al fondo, ovacionada por el público.
Mi amigo se emocionaba hasta las lágrimas: “¡Ya no se hacen espectáculos como ese! ¡Ya no hay vedettes en Cuba! ¡Rosita es única! ¡El glamour murió en este país!” Yo no quiero parecer tan tremendista, pero sí creo que de cuando en cuando deberíamos mirar atrás. Cuando veo algunos programas musicales de nuestra televisión me refugio en Otro amanecer. Si algún día pudimos hacerlo tan bien, debe quedar alguna esperanza…
Hola, en la televisión vemos bailarinas que se sujetan las blusas y vestido de tan cortos que se los ponen cuando bailan, cantantes a los que casi se les cae el pantalón al uso pelviano, gafas oscuras, peinados despeinados, expresiones gestuales y orales vulgares… en fin toda un especie de moda de la marginalidad o chabacanería de barrio bajo que es desagradable, y lo peor es que se asume y se extiende como una moda por lo repetido.
Coincidencia total, Yuris. Una artista integral, de pies a cabeza. Cubana sensual, sin rozar jamás la vulgaridad. Sencillamente no ha habido -ni veo en lo inmediato- otra como ella en nuestro país. Una reverencia de Cuba para Rosita Fornés.
ROSA ES LA GRAN VEDETTE DE CUBA… GRAN ARTISTA Y EXCELENTE SER HUMANO. NUNCA HA HABLADO MAL DE NADIE, NI SIQUIERA DE LOS QUE LE HICIERON DAÑO. YURIS NÓRIDO TIENE TODA LA RAZÓN: NADIE EN CUBA HA USADO MEJOR UNA CAPA, Y NADIE HA TENIDO TANTO CARISMA. LA AMO CON TODAS LAS FUERZAS DE MI CORAZÓN.
Rosita es y será por siempre UNICA, me ha encantado leer este artículo, que ha salido con un poquito de retraso, sobre la gran vedette de Cuba. Yo vi a Rosita cantando vestida de miliciana, y sí, vestida de lo que sea, siempre es Rosita, pero que injusto todo aquello! También la recuerdo con Otro amanecer, de otro grande de Cuba de todos los tiempos. Gracias Yuris, por recordar a Rosita.
Yuris, te damos las gracias en nombre de Rosita y familia por tu articulo. Muy sentido.
INOLVIDABLE ROSITA,SIEMPRE CON SU SONRISA, VERDAD, YA NO SE HACEN ESPECTÁCULOS COMO LOS QUE ELLA HACIA , AHORA TODO ES REGUETON Y VULGARIDADES,
Rosita tiene CLASE. Es todo.
La Fornes, es la unica novia que nos dura. Felicidades
Muy buen articulo. Soy el aministrador de la pagina de Rosita Fornes en facebook. Quizas no has pasado por alli. https://www.facebook.com/reygonzalez777reinoso
Alli hay fotos y videos pero ante todo mucho amor de miles de admiradores por la Super Vedette.
El programa de que hablas es ¨Desfile de la Alegria¨, uno de los tantos programas semanales que tenia como figura central a Rosita Fornes, desde 1952 hasta 1983. El director fue Joaquín M. Condall, un director de programas televisivos y de espectáculos musicales, fundador de la televisión cubana. La cancion es de Meme Solis. Aparecen Los Papines. Fue filmado en 1965. En publico aparecen estrellas del ICR de entonces, el publico para el programa pues, en los altos estaba el verdadero. Alli se ve al actor Julito Martinez y a su esposa entonces, Diana Rosa Suárez. https://youtu.be/oGxrwkbQVAs Este link lleva a la version mas larga ya que hay otras versiones resumidas en la red Saludos de Rey Gonzalez, Varna, Bulgaria.
Belleza, talento… pero sobre todo, clase. Ya esa, no se encuentra en Cuba, no sé si en algún otro lugar.
Evidentemente no habra otra vedette en Cuba, ni se lograra en una persona el arte de Rosita Fornes, quizas muchos pensaran que no, pero es una GLORIA DE CUBA como Benny, Rita, Bola, Pablo, Formell y otros
Pues el video de OTRO AMANECER, no se trata de una emisión del programa semanal DESFILE DE LA ALEGRIA, sino de un corto musical que se rodaba en celuloide y que existieron varios de su tipo en la década del 60. Imagino que los realizaba el Departamento Cinematográfico del ICR, que radicaba en la antigua funeraria Caballero en M y 23. No tengo conocimiento quien fuera el director de ese corto, pero pudiera ser perfectamente, Joaquín M. Condall.
Gracias a Yuris Nórido, por el buen artículo.
Rosita Fornés / Video “Otro Amanecer” / Autor: José Manuel (Meme) Solís
https://youtu.be/YYCqEYSRsIQ