En Isabela de Sagua ya no entran vapores, grandes barcos procedentes de las principales ciudades del continente. El que fuera uno de los más importantes puertos de la Isla, es ahora sencillamente un enclave pesquero. Hubo un tiempo, hace unas cuantas décadas, en que ahí desembarcaban viajeros de medio mundo, y después seguían camino a Sagua la Grande, en tren o subiendo a embarcaciones más pequeñas por el río Undoso.
Sagua, por aquellos años, era una de las villas más prósperas de Cuba. Sigue siendo una ciudad relevante, la segunda de la provincia de Villa Clara pero, hay que reconocerlo: la mayoría de sus glorias está en el pasado. La ciudad se aferra a su historia (que es rica, pletórica de acontecimientos) y no se resigna a la decadencia.
Sagua todavía es un significativo centro agroindustrial. Basta caminar por las calles para verificar la pujanza de antaño: el centro histórico atesora construcciones de alto valor arquitectónico, la mayoría de los primeros años del siglo XX. El impulso de reconstrucción que anima a otras ciudades patrimoniales del país no parece reinar en Sagua, aunque el paseante todavía puede admirar la grandeza del entorno. Sagua la Grande no parece un “pueblo del interior”: es una urbe consolidada, con mucha “personalidad”. El sagüero lo sabe y se enorgullece, aunque a su paso encuentre a veces edificios en ruinas.
La lista de celebridades nacidas en esta ciudad puede llegar a ser abrumadora. Dos nombres se disputan la condición de Hijo predilecto: Wifredo Lam, el más reconocido de los pintores cubanos, y Joaquín Albarrán, urólogo de fama mundial. Pero hay más, muchos más: el escritor Jorge Mañach; los músicos Rodrigo Prats, Enrique González Mántici y Ramón Solís; el cantante Antonio Machín; el pelotero Víctor Mesa; el pintor Alfredo Sosabravo; la actriz Asenneh Rodríguez; el fotógrafo Peter Henry Emerson; la doctora Concepción Campa Huergo; el senador Melquíades Martínez… Forman una legión de personalidades que han ubicado a la ciudad en el panorama universal.
A finales de 2011, el centro histórico de la ciudad fue proclamado Patrimonio Nacional. Todas sus edificaciones están ahora protegidas por la ley. El trazado de Sagua la Grande es casi perfecto, las calles son amplias, los edificios –en buena medida– monumentales… Imperio del neoclásico, del eclecticismo distinguido, la urbe reserva sorpresas al que recorre sus calles: iglesias macizas y elegantes, palacetes de ensueño, casas señoriales… El Undoso, río calmo, la atraviesa con una placidez aristocrática. Desde el gran puente de hierro, si uno mira sus márgenes, solo ve árboles. Parece un paisaje campestre.
Pero ahí mismo la ciudad late, uno siente el rumor sordo del tráfico y los sonidos de la cotidianidad. Sagua la Grande sigue tan viva como siempre. Respira.
Yuris. Reconozco y comparto la esencia de tu artículo, el mismo finaliza: Sagua la Grande sigue tan viva como siempre. Respira. Eso hay que hacérselo saber a los que pueden revertir o impedir que deje de respirar, se conoce la situación económica, tanto nacional como Internacional y qué al país le afecta el doble por el bloqueo, esto a repercutido desde San Antonio hasta Maizi, pero creo en sentido general que Sagua hoy pudiese respirar mejor. He tenido la oportunidad de escuchar y de conocer de los menos jóvenes la Sagua que en gran parte describes en tu artículo, ya sea de coterráneos como no coterráneos, porque si, sagua es conocida, la vida también me ha dado oportunidad de frecuentar varias provincias de nuestra Isla y de compartir con gente de provincias que aun no visitado y aunque hace 6 años no vivo en sagua me identifico como saguero ahí el orgullo que describes en tu artículo, pero como quería e intento expresar muchos comentan ya Sagua no es Sagua, aunque no se crea he salido a la defensa, en el buen sentido de la palabra, queriendo o intentando justificar, que la causa, quizás no sea la palabra correcta es por la situación económica del mundo etc aunque en parte sé que es así, pero comparo con otras Urbe y concluyo que ha faltado o falto algo que dio al traste a que sagua respire como hoy respira, he tenido y tengo la posibilidad de conversar cuando la visito con un hijo Ilustre de Sagua conocido como Cachirulo, conversando con él, en una ocasión me dijo es un orgullo ser Saguero. Muy bueno tu artículo, creo que debes difundirlo, dar a conocer su esencia y en especial a los jóvenes.
hermano, tu no estuviste en Sagua, sino en su catálogo
Te escapastes
Es bueno leer artículos tan cercanos como este, no soy Saguero, sino quemadenese, pero por mucho tiempo trabaje en Sagua hasta que deje mi terruño querido para explorar en otras tierras…. Sagua sigue respirando por que la propia ciudad demanda honores… esfuerzos humanos porque respire…. creo que han sido modestos,muy modestos, no solo creo que deban ser mayores, sino mejores intensionados y con mayores niveles de exigencia y acatando los principios de recuperar el patrimonio y conservar la historia… la misma que hace que la ciudad respire aun hoy…
Por favor, ni siquiera la gente joven que tiene acceso a estos medios tiene una pizca de sentido común?
Siempre ese discurso grandilocuente y esa magnificencia con las cosas y descripciones, es que no piensan lo que escribe?, o no hay cerebro para más?
Cual es el cuento?, Sagua pudo convertirse en una gran ciudad, pero nunca pasó, de que puja za y esmero hablan ahora?, es el culo del mundo, lleno de inmundicias, lleno de gente pobre, para colmo sé de pocos que son realmente críticos y plantean puntos de vista en sus observaciones.
El articulo es UNO más del montón, no tiene objetivo que no sea puramente descriptivo, no nos lleva a nada, es ridiculamente grandilocuente, obsesivo con las grandes estructuras humanas…..y estamos en la era posmoderna, PAREN DE VIVIR EN LOS MITOS!!!!!
Sagua no es vanidosa; es GRANDE
Mi querida “Villa del Undoso”
Me parece un comentario sincero. Ojala se conserven sus edificjos patrimooniales
Es una situación parecida a la de tantos pueblos villareños. Soy de Caibarién y tristemente vemos como ya no hay puerto, los almacenes se resisten a caer pero ahí yacen abandonados, tampoco hay central, convertido en museo para el divertimento de los turistas, la antigua tenería que fue la mas grande de Latinoamérica es apenas una sombra, la playa es un charco, cada vez hay menos barcos de pesca y los edificios históricos están en ruinas. Para colmo ahora que la cayería norte reporta divisas, ya no son la cayería norte de Caibarién, sino de la provincia de Villa Clara.
Mi querida ciudad. Lindo articulo este. Gracias.
Dios Bendiga a Sagua y todos los Sagueros!!!!!