Los ómnibus urbanos son microcosmos rodantes. Las rutinas que se instauran son únicas. Un viaje en una de las guaguas de La Habana puede ser una aventura estresante, pletórica de traumáticas experiencias. Sobre todo si se viaja en las horas pico. Pero en horas muertas, y en ómnibus que no suelen ir demasiado llenos, también puede ser interesante. Por lo menos para el viajero curioso. La línea PC, que va desde el Hospital Naval hasta Playa, circunvalando la ciudad, ofrece estampas muy singulares. Fragmentos de historias que no podremos completar, pero que forman parte de una historia mayor, que nos trasciende.
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Hermosas.
Por dios, qué fotos tan sencillas y al mismo tiempo cuánta poesía. Eso solo lo logran los fotógrafos de verdad. Felicidades, Yuris Nórido…
No soy tan buen escritor y mucho menos periodista como usted, sin embargo ya una vez me referí a este problema. Le dejo la dirección de mi correo y la urla donde escribí mi modesta opinión del asunto, con gusto y si es de su interés, polemizamos. http://cultecn.blogspot.com/2013/10/guaguotecas-o-la-cultura-del-masoquismo.html .Saludos afectuosos y gracias por referirse a un tema tan polémico. Pedro Julio
Me parece bien todas con excepción de la del cristal que parte la foto en dos, creo que una vez me enseñaron que una columna u otra linea no debería centrar la foto, en este caso el marco de la puerta, pues parecen partidas a la mitad, de todas formas siempre hay excepciones. felicidades!
Dímelo a mí que cada día hago viajes casi interprovinciales en lo P y lo que descubro me lleva de la risa a la molestia e incluso ira con tremenda facilidad.