Controversia: la Claria y el Perro Chino

Foto: Kaloian

Foto: Kaloian

La Claria y el Perro Chino

se encontraron frente a frente

el Día del Medio Ambiente

en la Virgen del Camino.

Fue una cita del destino

en un rincón de La Habana

para ver esa mañana,

sin trampas y sin descaro,

cuál era el bicho más raro

de la actual fauna cubana.

 

La Claria dijo: -Según

Radio Bemba, “el one soy yo”

y el Perro Chino ladró

con acento Mao Setung.

Diálogo poco común,

mitad trifulca y jarana,

controversia campechana

o dialéctico conato

entre un pez que se cree gato

Y un perro con piel de rana.

 

CLARIA:

Tú si que eres un invento

del maligno, un bicho insano.

Yo al menos para al cubano

me ofrezco como alimento.

Tú eres el experimento

final de la Guerra Fría,

pues no existe todavía

en torno a la especie humana

otra can con piel de rana

y con cara de jutía.

 

PERRO CHINO:

Yo soy el perrito chino

de la canción popular

y tú un pez-gato vulgar

y con fama de asesino.

Nos ha cruzado el destino

sin estético criterio.

Mas yo soy un tipo serio

pese a mi estirpe lejana

por eso tengo en La Habana

barrio propio y cementerio.

 

CLARIA:

Yo no cojo ni catarro,

experta en sobrevivir,

y vine a sustituir

al tan odiado chicharro.

Tú serás un ser bizarro

y un animal de valía

cuando en la carnicería

junto al pollo y al cochino

la carne de perro chino

cueste menos que la mía.

 

PERRO CHINO:

Tú fuiste una alternativa

a la ausencia de pescado,

ah, pero eso sí,  a tu lado

no hay otro animal que viva.

CLARIA:

Soy una especie exclusiva

y aquí no me comprendieron.

Del África me trajeron

pero al ver el rostro mío

los demás peces del río

se asustaron y se fueron.

 

PERRO CHINO:

Mi vecina Mariló

el matrimonio ha perdido

porque le dijo al marido:

“Escoge, o la Claria o yo”.

Contigo se terminó

la paz, dice mi vecino.

Y hasta Quentin Tarantino

ha hecho un pacto con Daranas

para rodar en La Habana

Claria, el pez-gato asesino.

 

CLARIA:

Yo fui un moderno bocado

para el hambre popular

cuando empezaron a dar

el pollo por el pescado.

PERRO CHINO:

Depredador depravado,

fuiste y serás nuestra ruina,

pues cuando el día termina

sales de cualquier arroyo

e igual te zampas a un pollo,

que a un pato que a una gallina.

 

PERRO CHINO:

A quién se le habrá ocurrido

traer aquí a este animal

tan feo, oliendo tan mal

y al parecer poseído.

Seguramente habrá sido

un “enemigo interior”,

un antiguo agricultor

asesor de algún Ministro

a cargo del suministro

de pescado al por mayor.

 

CLARIA:

A quien se le habrá ocurrido

traer a esta bicho asiático

con cara y cuerpo de asmático,

desnudo aunque ande vestido.

Lo de perro lo he entendido,

pero en lo de chino, dudo.

No quiero ser testarudo

pero esto tendría fin

si ladrara en mandarín

en lugar de hacerse el mudo.

 

PERRO CHINO:

A quien se le habrá ocurrido

traer aquí –vaya azote–

a un pez que lleva bigote

y a veces camina erguido.

Dicen que es un pervertido.

que hace poco, “por error”,

por poco le hace el amor

a una guajirita en bata

pensando que era una gata

que se había puesto un short.

 

PERRO CHINO:

Yo creo que cualquier día

se sabrá que tú eres, Claria,

la última y extraordinaria

arma letal de la CIA.

Fina eco-tecnología,

penetración sin maltrato.

Un engañoso arrebato,

Un disparate, un gran yerro.

Yo por lo menos soy perro.

Tú no eres ni pez ni gato.

 

CLARIA:

Es verdad que huelo mal

y tengo la cara fea,

pero cumplo mi tarea

como alimento opcional.

Tú sí eres un animal

feo, inútil, raro, gris.

Solo te digo, infeliz,

por si nadie te avisó,

que entre la Moringa y yo

salvaremos al país.

 

PERRO CHINO (cantando con el tono del romance infantil, dándole la espalda y alejándose):

 

Yo soy el perrito chino

Del romance popular

Del que no se despidieron

Los que se echaron al mar.

Como soy un perro chino

Un turista me compró

Por un poco de dinero

Y unas botellas de alcohol.

Las botellas se rompieron

El dinero se acabó

Y encima llegó una Claria

Y al turista se comió.

Y el que salió de La Habana

Dijo cuando regresó

Ay, Perrito de mi vida

Ay, tú siiiiiiiiiií…, ¡¡la Claria nooooooo!!

 

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