A comienzos del siglo pasado, nadie brillaba más ante el tablero que un matemático y filósofo alemán, Emanuel Lasker. Hombre de exquisito cultivo intelectual, el doctor Lasker pasó 47 años en activo, tras iniciar su dilatada carrera ajedrecística en el remoto 1889. Justamente de entonces data la partida que analizamos hoy.
Se trata del cotejo que dirimió con Johann Bauer en Amsterdam, su primer torneo cerrado de alto rango. Muy joven, muy pujante, el que luego sería campeón universal entre 1894 y 1921 dio una cátedra de combinación en la partida, donde se gastó el alarde de entregar ambos alfiles para derribar la cobertura del monarca enrocado.
El suceso causó conmoción, al poner en escena un recurso extraordinario que luego reaparecería en los enfrentamientos Nimzowitsch-Tarrasch (San Petersburgo’14), Miles-Browne (Lucerna’82) y Polgar-Karpov (Essent 2003). Su antecedente histórico, dicen algunos sin que este cronista lo haya podido confirmar, está en el duelo Burn-Owen de 1884, aunque en dicha ocasión el sacrificio fue baldío por causa de un error de cálculo.
Lo innegable es que Lasker fue un personaje de excepción. Albert Einstein, su amigo personal, escribió que “es sin duda una de las personas más interesantes que he conocido. (…) Intercambiábamos opiniones sobre los temas más variados, un intercambio bastante unilateral en el que recibí más de lo que di”.
La corona orbital llegó a su testa cuando batió a Wilhelm Steinitz, y no la cedió a nadie hasta 27 años más tarde, vencido por el tiempo, la salud y el inmortal cubano Capablanca. En ese lapso rechazó airosamente los desafíos del propio Steinitz, Frank Marshall, Siegbert Tarrasch, Carl Schlechter y, en par de oportunidades, de David Janowski.
No fue su caso el de esos jugadores que hacen aportes trascendentales a la teoría de aperturas. Se dice que le bastaba con llegar a posiciones “jugables”, pese a que dio su nombre a sistemas como la Defensa Lasker del Gambito de Dama y el plan que desterró al Gambito Evans de la práctica magistral. También suyos son un esquema interesante contra la Apertura Reti y un tratamiento novedoso de la variante del cambio de la Ruy López, que sacó a relucir con éxito ante Capablanca en el referido evento de San Petersburgo.
Era, eso sí, un finalista contundente, dotado de una inusual capacidad para generar combinaciones. Y sobre todas las cosas, fue pionero en la incorporación de la sicología al ajedrez, a fin de sacar renta a las debilidades particulares de cada contrincante. Como dijera el propio Reti, “lo esencial para él es la lucha de los nervios”.
De ahí que frecuentemente Lasker no optara por las mejores jugadas, sino por aquellas que más podían preocupar al adversario. Buscaba, pues, arribar a posiciones de complejidad extrema, rompiendo con las normas de juego equilibrado y seguro que dictaban la pauta en esa época.
Más que cualquier otro calificativo, el doctor alemán se merece el de guerrero. (“Si el ajedrez es lucha, sentenció Tartakower, el mejor es Lasker”). Su muerte, acontecida en medio de la Segunda Guerra Mundial, privó al mundo de un hombre con razones sobradas para postularse a esa inmortalidad que, menos mal, lo acoge.
1. f4 d5
Planteado el Ataque Holandés ante la Apertura Bird.
2. e3 Cf6 3. b3
Esta puede considerarse una jugada débil, puesto que permite 3…d5, que dejaría en muy malas condiciones al blanco.
3…e6 4. Aa2 Ae7 5. Ad3
Hoy en día, difícilmente veremos un alfil colocado de forma tal que bloquee sus propios peones. Pero corrían otros tiempos
5…b6 6. Cc3 Aa7 7. Cf3 Cad7 8. O-O O-O 9. Ce2
Valoriza el alfil de casillas negras, aunque exponiendo al cambio el de casillas blancas.
9…c5 10. Cg3 Dc7 11. Ce5 Cxe5 12. Axe5 Dc6 13. De2!
Una trampa sicológica, según Kasparov. El blanco parece disponerse a atacar con 14. Ab5, pero su verdadero plan es jugar 14. Ch5, que es más fuerte ahora que la casilla g2 está protegida.
13…a6
Bauer cae en la trampa. Ajeno al peligro que asoma en el ambiente, pretende atacar en el flanco de dama y comete un error irreparable. 13…g6 habría conservado el equilibrio en el tablero. Pero yerra, y da pábulo al doble sacrificio de alfil que decidirá el cotejo.
14. Ch5 Cxh5??
Bauer espera defenderse con 15…f5 después del cambio de caballos. Sin embargo, Lasker le reserva una sorpresa.
15. Axh7!
El primer golpe maestro.
15…Rxh7 16. Dxh5 Rg8
17. Axg7!
Otro sacrificio de alfil, y el monarca negro queda desamparado.
17…Rxg7
Rechazar la toma del alfil tampoco conducía a buen puerto, porque si 17…f5 entonces 18. Ae5 Tf6 19. Tf3 para seguir con Tg3 y definir; y si 17…f6 18. Ah6 pone fin a la partida.
18. Dg4 Rh7 19. Tf3 e5
Única.
20. Th3 Dh6 21. Txh6 Rxh6
Bauer cree que entregando su dama la posición todavía es defendible, pero sobreviene lo peor…
22. Dd7
Si no fuera por este movimiento, el negro gozaría de cierta compensación por la pérdida de su dama. Pero ahora Lasker saca ventaja material decisiva.
22…Af6 23. Dxa7 Rg7 24. Tf1 Tab8 25. Dd7 Tfd8 26. Dg4 Rf8 27. fxe5 Ag7
Forzoso. Si 27…Axe5 28. Df5 con amenaza de mate y captura del alfil.
28. e6 Ta7 29. Dg6 f6