Junto a la noticia del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, una marea de miembros del sector empresarial norteamericano hizo público su añejo interés de negociar con Cuba, de insertarse de cualquier manera en el país. La posibilidad de obtener las ganancias que promete el virgen mercado cubano, a sólo 90 millas de distancia, generó reacciones inmediatas.
Sólo la ocasión de un eventual levantamiento del bloqueo estadounidense contra Cuba hizo que, apenas 24 horas después de los anuncios del 17 de diciembre, se dispararan las acciones de las empresas con mayores probabilidades de ganar terreno en la isla.
Ni siquiera la avalancha de expertos y consultores que alertaron sobre la imposibilidad del fin del llamado ‘embargo’ detuvo la especulación. Entre las firmas que vieron crecer el valor de sus acciones de la noche a la mañana se cuentan, por ejemplo, la de materias primas Cargill y las de cruceros Royal Caribbean y Carnival Corporation.
Pasadas 48 horas, otro grupo de reconocidas compañías emitieron comunicados para expresar su interés por espacios comerciales en la isla. Entre la variada lista de los primeros en lanzarse destacaron la cadena hotelera Marriot International; la corporación Caterpillar, líder mundial en la fabricación de maquinarias para la construcción y equipos de minería, motores diesel y turbinas industriales; y la popular compañía Pepsi Cola.
Más tarde, Coca Cola dio a conocer su disposición de reingresar al mercado cubano a través de su vocera, Ann Moore. (La isla y Corea del Norte son los únicos dos países del planeta donde la marca no puede vender directamente sus bebidas). Pero a estas empresas siguieron otras muchas que aspiran, en su conjunto, a abarcar la mayor parte de la economía del país caribeño.
Agricultura
Entre los complejos problemas que aún no ha resuelto el gobierno de Cuba, uno de los más notables es la deficiente producción y distribución de alimentos de manera sostenida, variada y a precios justos, un reclamo constante de gran parte de los cubanos, para quienes no es tarea fácil servir su mesa a diario.
Detrás de estas dificultades se encuentra el insuficiente desarrollo de la agricultura, deprimido por escasez de presupuesto y tecnología. Naciones como Uruguay han intentado impulsar el renglón, -previos estudios de factibilidad y posibilidades de inversión- sin que hasta la fecha se haya concretado acuerdo alguno.
La junta directiva de Deere & Company conoce muy bien esta situación, que podría mejorar con su intervención, según aseguran sus miembros. Ese fabricante y exportador norteamericano de maquinaria agrícola anhela que finalmente acaben las restricciones comerciales para enviar sus equipos al mayor estado antillano.
“Hay una necesidad en Cuba, que existe en todo el mundo, para modernizar la maquinaria productiva que ayude a alimentar, vestir y encontrar refugio rápido para enfrentar el aumento de la población mundial”, subrayó Ken Oro, portavoz del consorcio. En este sentido, “nosotros podemos ser la solución más cercana para Cuba”.
Otra de las empresas estadounidenses que le ha echado el ojo a la agricultura cubana es Cargill, dedicada a la compra, venta, procesado y distribución de granos y otras mercancías, así como el cultivo y comercialización de pienso ganadero e ingredientes para la industria farmacéutica.
El vicepresidente de ese gigante agrícola, Devry Boughner Vorwerk, calificó la decisión de Obama de reiniciar relaciones con Cuba como un gran primer paso, aunque no dejó de mencionar las actuales restricciones financieras.
Dentro del mismo gobierno, el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, dijo recientemente que el restablecimiento de los intercambios con Cuba significaría una oportunidad para los productores norteamericanos. “Ante ellos se abre un nuevo mercado muy cerca de nuestras fronteras”, dijo.
Según datos del diario mexicano El Economista, corroborados por la oficina estadística de la Comisión Europea, Eurostat, Cuba adquiere en el extranjero más de un millón de toneladas métricas de trigo al año, por un valor cercano a los 300 millones de dólares. Los importa, en su mayoría, desde Europa.
Al respecto se pronunció la Asociación de Trigo de Estados Unidos –mayor exportador del grano en el mundo-, quien aseguró poder asumir el 90 por ciento de las importaciones de La Habana, lo cual, sólo en transporte, ahorraría millones de dólares al estado cubano.
Transporte
Los bajos ingresos de los cubanos, que no sobrepasan, como promedio, los 400 dólares al año, no permiten que el ciudadano común sea potencial comprador de automóviles, una industria muy bien desarrollada en Estados Unidos, donde poseer un automóvil es una de las necesidades más básicas.
Sin embargo, los cubanos dueños de autos antiguos serían los primeros clientes potenciales de varios negocios, como el de Danny Howell, en las afueras de Orlando, Florida, quien declaró a la agencia AP que sabe que habrá demanda para sus piezas de Chevrolet clásicos.
Pero el grupo automotriz General Motors, uno de los más importantes dentro de Estados Unidos, baila sobre la misma cuerda. Su portavoz, Patrick Morrisey, aseguró a la prensa durante una feria en el estado de Detroit en diciembre pasado que su empresa “analizará a profundidad cualquier oportunidad que se le presente en Cuba”.
A él se sumó Christine Becker, representante de la conocida empresa Ford: “vamos a determinar el impacto potencial de las actuales circunstancias para la industria automotriz. No descartamos nada por ahora”.
También el transporte aéreo obtendría jugosos dividendos si sigue en pie el interés de descongelar las restricciones de viajes que en estos momentos tienen los ciudadanos estadounidenses. En caso de levantarse esas trabas, habría “una gran cantidad de nuevos comercios”, según Marion Blakey, presidenta de la Asociación de Industrias Aeroespaciales de Estados Unidos.
American Airlines y Delta ya conectan ambas naciones mediante vuelos charter. En ellos transportan una buena parte de los 300 mil cubanoamericanos que viajan cada año y los 98 mil estadounidenses que visitaron la isla -sólo en 2012- bajo reglas especiales.
Ambas compañías aspiran a ampliar sus servicios, y otras como Jet Blue Airways expresaron su interés por acercarse al comercio cubano, asegura Associated Press.
Turismo
“Estamos muy entusiasmados por la oportunidad y puestos de trabajo que se crearán cuando se reinicien las relaciones con Estados Unidos, especialmente por los viajes y el turismo”, declaró Arne M. Sorenson, presidente y director ejecutivo de Marriott International, uno de los mayores vendedores de destinos turísticos en la nación norteña.
Sorenson aseguró tener sobre su escritorio un plan para abrir hoteles en Cuba, y hacerle la competencia a otras cadenas extranjeras que llevan la delantera, aunque aclaró que debe esperar por las ‘señales’ que envíe su gobierno.
En una posición similar se encuentra la trasnacional hotelera Hilton Worldwide, que planea explotar la atracción que siempre han sentido los norteamericanos hacia Cuba.
Construcción
La compañía Home Depot, distribuidora de productos y enseres para la construcción, identifica en el deteriorado estado del fondo habitacional cubano un mercado potencial. ¿Cómo se va a insertar? La empresa no se ha pronunciado al respecto.
Quién sí sabe muy bien cómo hacerlo es la Caterpillar, cuyo director de asuntos globales, Bill Lane -citado por la agencia Bloomberg- aseguró que todo lo que su empresa hace en territorio nacional le viene a Cuba como anillo al dedo: “Cuba no necesita reconstruir su infraestructura. Necesita construir una infraestructura”.
Internet
Junto al resto de la infraestructura que necesita ser construida en Cuba para su desarrollo no se puede prescindir de la conexión a internet. De hecho, entre las recientes medidas del gobierno norteamericano anunciadas a mediados de enero, se citó al sector de las infocomunicaciones como el único autorizado a invertir y vender a empresas del estado servicios, software, dispositivos y equipos.
Por varias razones, los gigantes de las infocomunicaciones, como Google o AT&T vendrán a Cuba en los próximos meses -regresarán, en el caso de Google. Sólo basta pensar en las ganancias que obtendrían en términos económicos, y el enorme interés del gobierno norteamericano por empoderar a la sociedad cubana a través de la red de redes, espacio ideal para trasmitir su ideología.
No obstante, sus directivos temen por la reacción del gobierno cubano, cuyos esfuerzos por extender los servicios de internet se restringen a los trabajadores estatales que lo necesiten y, para los particulares que deseen conectarse, ha impuesto precios descomunalmente altos.
Del otro lado
Si las restricciones comerciales con Cuba continúan desapareciendo, –esperemos que suceda con mayor celeridad- la mayor de las Antillas no sería una simple receptora de inversión o servicios. También la nación norteña recibiría importantes rubros exportables de producción criolla.
En este sentido, el diario norteamericano The New York Times destacó el aumento del interés de los consumidores estadounidenses ante la posibilidad de un intercambio comercial más fluido, que les permita eliminar las actuales trabas para importar los famosos rones cubanos y los mundialmente reconocidos puros.
La corporación Habanos S.A. ya puso sus barbas en remojo y lanzó recientemente una nueva línea de tabacos añejados en dos de sus marcas más prestigiosas y reconocidas en el orbe: Montecristo Churchill y Romeo y Julieta Pirámides.
Tanto en la isla como en la nación norteña también se ha reconocido que pudieran llegar al sistema sanitario estadounidense numerosos productos de la industria de la biotecnología cubana, que ha despegado en los últimos años. Entre ellos, pueden mencionarse la vacuna Heberprot P, para tratar úlceras del pie diabético, los anticancerígenos a base de veneno de alacrán y entre otros medicamentos, mayormente producidos por la empresa cubana Labiofam.
Negocio igualmente redondo para ambas partes pudiera ser la industria de la minería. La isla posee uno de los mayores yacimientos de níquel en el mundo, que explota con la ayuda de la compañía canadiense Sherritt Internacional. A ella tributa la tercera parte de sus ingresos, según datos recientes ofrecidos por su presidente al Noticiero Nacional de la Televisión Cubana.
La cercanía entre los yacimientos del metal, ubicados en Moa, Holguín y las costas norteamericanas abarataría enormemente el costo de la producción.
Expectativa de ambas partes
En Cuba la población se mantiene expectante ante estos cambios. Muchos aspiran a que la ‘llave del golfo’ regrese a los bolsillos estadounidenses. Otros se lo piensan mejor, ante las consecuencias que implicaría ser absorbidos por la mayor economía del mundo.
Desde allá, las empresas utilizan todos los recursos a su alcance y se disputan su futuro lugar en la isla. De hecho, varias han organizado coaliciones para presionar al Congreso para que ponga punto final a las restricciones comerciales y financieras. Incluso gobernadores, como el de Misouri, Jay Nixon, critican la burocracia autoimpuesta que impide que sus empresarios ganen más dinero.
Ambas partes deben continuar dando pasos hacia adelante, ninguna quiere culparse de obstaculizar el camino hacia la normalización de relaciones, mucho menos ante el beneplácito mostrado por la opinión pública internacional. De cualquier manera, como afirman los expertos, el curso actual de los vínculos bilaterales es irreversible.
Ambas partes estaban deseosas del restablecimiento de las relaciones, ahí está la muestra. Era un deseo solapado que solo los políticos estaban reprimiendo. Me alegro por Cuba y también por EEUU.
De todo esto habría que quitar los anticancerígenos de Labiofam, porque esa empresa no tiene anticancerígenos que hayan sido avalados por ensayos clínicos. En cambio sí tiene productos de alto valor contra el cáncer el Centro de Inmunología Molecular.
q los anticancerígenos de Laiofam no estén avalados, porq no actúan, como los del Centro de Inmunología Molecular en tipos específicos de cáncer, no quiere decir q no sean atractivos para los americanos, como lo son para el resto de los extranjeros que lo compran, ¿no?
SI ES CIERTO Q CUBA TIENE SUS PROBLEMAS PORQ NO HAY Q TAPAR EL SOL CN UN DEDO, PERO PARA LAS EMPRESAS HAMBRIENTAS ESTAN DESESPERADAS POR LLEGAR A APODERARSE DE CUBA Y HACER DE LAS SUYAS; LOS CUBANOS NO DEBEN DE DEJARSE METER EL ATOL CON UN DEDO, HAY QUE SER VIGILANTES, OJOS Y OIDOS MUY ABIERTOS.
Como todo apunta a que USA hará presencia en la isla ,estén o no de acuerdo los cubanos ,seria muy importante que impusieran sus condiciones de beneficios económicos a toda compañía que desee operar en la isla ,para que todos los ciudadanos vean el bienestar en sus vidas diarias y sobre todo en el sector turístico ,su gran riqueza,y en donde acostumbran explotar a los empleados con salarios de hambre con la excusa de que ganan propinas,y es una practica común de los empresarios españoles y las transnacionales norteamericanas (walmart) por ejemplo ,loa Castro deben marcar muy claramente las reglas del juego o de otra manera se los comerá el “tiburón” como decía Rubens Blades en su canción ……soy mexicano pero deseo lo mejor para los cubanos que ya se merecen una vida mejor.
Yo estoy feliz con la ideade que cuba pueda mejorar su economia,porque la situacion que hay en cuba solo la conocemos los que la hemos vivido,es una situacion economica insostenible y si aun existimos es por la inventiva que tenemos los cubanos ante las dificultades,ya es hora de que piensen un poco en el pueblo de cuba y no en la politica,que de eso no come nadie.