Un gesto de amistad y concordia entre Estados Unidos y Cuba se convertirá en estatua antes de que termine este año. La réplica exacta del monumento a José Martí, emplazado en el Parque Central de Nueva York, llegará a La Habana y será colocada en la zona entre el antiguo Palacio Presidencial y la Bahía habanera; si manos generosas ayudan a que el metal fundido complete el viaje entre el estado de Pensilvania y la Isla caribeña.
Según el Historiador Eusebio Leal, principal gestor de la iniciativa, serán “indispensables” los aportes de quienes “sienten la legitimidad de su cubanía” y se unan, sin importar las cantidades en sus aportes, a la “contribución de instituciones y fundaciones de los Estados Unidos que favorecen las relaciones entre ambos pueblos”.
La escultura original contiene una inscripción que la describe como un regalo del pueblo de Cuba a los Estados Unidos. De acuerdo con Leal, y para reconocer a quienes participen en la materialización de este deseo, la inscripción al pie del monumento habanero invertirá el sentido original: “Ahora dirá: del pueblo de los Estados Unidos al pueblo de Cuba; englobando en el concepto de pueblo estadounidense no sólo a sus ciudadanos sino también a los cubanos patriotas que allí fijaron su residencia.”
La instalación del monumento en bronce, que recrea el instante en que el Apóstol de la Independencia cubana es alcanzado por descargas de fusilería en los campos de Dos Ríos, es una aspiración que ha tomado diez años de trabajo para ser conseguida. La aspiración de los promotores es que para inicios de 2017 la nueva obra pueda ser develada frente a la rada capitalina.
“A lo largo de esta década – explica el Historiador, según reseña un artículo publicado en el portal Cubadebate – ha resultado determinante promover el apoyo de numerosas personalidades de Estados Unidos, entre otras cosas, con el fin de obtener los fondos necesarios para la ejecución de la copia y su emplazamiento en el Centro Histórico habanero con todos los requerimientos al detalle (…) Mucho debemos agradecer – continúa diciendo el diputado a la Asamblea Nacional y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba– a las instituciones estadounidenses que han asumido el papel de promover y recibir los fondos que se requieren en nombre de la Oficina del Historiador, especialmente al Museo del Bronx y su directora Holly Block, así como a Leanne Mella, quien respondió a la convocatoria del mencionado museo como coordinadora del proyecto y del comité creado al efecto”.
Las donaciones se harán a través de la propia Leanne Mella, a quien se puede contactar por el correo: lmella@bronxmuseum.org, o por los teléfonos en Estados Unidos 718/681-6000 y 212/472-1762.
El esfuerzo por traer al archipiélago una réplica de la obra de Anna Hyatt Huntington se fundamenta, según Eusebio, en “(…) el carácter excepcional de esa obra del arte monumental; la imagen de un héroe en el acto de morir por la causa que había soñado (…)”.
La escultura, de 18,5 pies de altura, fue encargada por el gobierno republicano de Cuba a mitad de la década de 1950, y se instaló en áreas cercanas a los monumentos de Simón Bolívar y José de San Martín en el inicio de la Avenida de las Américas, del Parque Central neoyorquino.
Otra obra de la artista estadounidense Anne Hyatt está emplazada en Cuba, muy cerca de la Plaza de la Revolución, en el parque junto a la intersección de las calles Ayestarán y 20 de Mayo.
“Durante los últimos años – confesó Leal – remitimos cartas a incontables personalidades y aprovechamos cuanto contacto realizamos con representantes de la vida política, cultural y social estadounidense. Tal es el caso del Alcalde de Nueva York,Bill de Blasio y de la dirección de Parques y Recreos, dependencia de su alcaldía, que concediera el permiso para algo excepcional nunca antes autorizado: realizar una copia perfecta de la escultura con los métodos más modernos.”
Gestiones directas entre el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano y las autoridades norteñas, y la anuencia expresa del Secretario de Estado John Kerry, han impulsado también esta idea.
“El monumento a José Martí es una justa aspiración del pueblo cubano”, sostiene Leal. “Cuba regaló esa escultura a los Estados Unidos y una reproducción en estos momentos históricos significa extender las manos al pueblo de los Estados Unidos y desde el pueblo de los Estados Unidos, para favorecer un abrazo solidario entre pueblos.”
Yo voy a aportar por Martí, que soñó y murió por la libertad de Cuba “Y DE LOS CUBANOS” y tenerlo así en Cuba, muriendo por esa causa es un reclamo perenne por el cese de la tiranía existente.
¡Vivan los cubanos libres!
Si me envían el link, puedo hacer mi modesto aporte para el monumento del apostol.
y porque el estado no se ocupa de esa gestión ,y pone todo el dinero que cuesta , siempre teniendo presente que de quien se trata.por favor …………..
Juan el problema principal radica en q el Estado no puede hacer pagos a EE. UU por las reestricciones del bloqueo. No es tan sencillo a menos q lo corten en pedacitos y lo manden en cajas de pollo. es muy sencillo culpar al Estado sin saber
En todo el mundo existen obras hechas con donaciones. No todo tiene que hacerlo el gobierno. El pueblo, en este caso, el cubano, de ambos lados puede ayudar a levantar este monumento como simbolo de cubania, sin tener el cuenta el sistema de gobierno que hay en la isla ni las diferencias ideologicas que puedan existir. Al final Marti es de todos los cubanos. Nunca faltaran oportunidades para que el gobierno financie por su cuenta otros monumentos.
a magda resik le gusto el Parque central ?? Por que no hacen una colecta entre los “macetones ” en Cuba ???
En condiciones ideales lo mejor sería dejar al estado cubano fuera del proceso, aun cuando haya que contar con su anuencia para emplazar la estatua. Más allá del interés colectivo público una buena parte de los monumentos dedicados a José Martí, erigidos durante el período republicano, fueron pagados gracias a la suscripción popular. Es una buena oportunidad para crear un fondo con ese objetivo. Una manera de relanzar las relaciones diplomáticas entre ambos países. No me parece una mala idea en el contexto actual.
es un bonito gesto y se agradece