Los astrónomos han encontrado una señal potencial de vida en lo alto de la atmósfera de Venus: indicios que puede haber extraños microbios viviendo en las nubes cargadas de ácido sulfúrico del planeta invernadero.
Dos telescopios en Hawai y Chile detectaron en las densas nubes venusianas la firma química de la fosfina, un gas nocivo que en la Tierra solo está asociado con entes orgánicos, según un estudio publicado este lunes en la revista Nature Astronomy.
Phosphine is to Venus as methane is to Mars? 20 parts-per-billion of phosphine have been detected in the temperate clouds of Venus, and its source is not evident. Greaves et al.: https://t.co/3YxE04q9sw
— Nature Astronomy (@NatureAstronomy) September 14, 2020
Varios expertos externos, y los mismos autores del estudio, coincidieron en que esto es tentador, pero dijeron que está lejos de ser la primera prueba de vida en otro planeta. Indicaron que lo hallado aún no satisface el estándar de “las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria” establecido por el difunto Carl Sagan, quien especuló sobre la posibilidad de vida en las nubes de Venus en 1967.
“No es una prueba irrefutable”, dijo el coautor del estudio David Clements, astrofísico del Imperial College de Londres. “Ni siquiera es una prueba circunstancial, pero es indicio de que hay algo allí”.
A medida que los astrónomos planean buscar vida en planetas fuera de nuestro sistema solar, un método importante es buscar indicadores que solo pueden hacerse mediante procesos biológicos, las llamadas firmas biológicas. Los astrónomos decidieron mirar de esa manera a Venus, el planeta más cercano a la Tierra. Buscaron fosfina, que son tres átomos de hidrógeno y un átomo de fósforo.
En la Tierra, solo hay dos formas en que se puede formar la fosfina, dijeron los autores del estudio. Uno está en proceso industrial. (El gas se produjo para su uso como agente de guerra química en la Primera Guerra Mundial). La otra forma es como parte de algún tipo de función poco conocida en animales y microbios. Algunos científicos lo consideran un producto de desecho, otros no.