Un hombre conocido como “el paciente de Ginebra” muestra signos de remisión del VIH a largo plazo después de recibir un trasplante de médula ósea, un caso particular que abre nuevas posibilidades para la investigación.
La novedad es que la médula ósea que recibió este enfermo carece de una mutación que ya ha sido detectada por los científicos, y que logra bloquear el virus del sida, según reporte de AFP.
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Su caso fue presentado el jueves en Brisbane (Australia), antes de la Conferencia de la Sociedad Internacional del SIDA que comienza el domingo.
Trasplante de médula ósea
Previamente otras cinco personas ya han sido consideradas como probablemente curadas del virus del SIDA, tras haber recibido un trasplante de médula ósea.
Todos los pacientes curados tenían una situación muy particular en común: sufrían de cánceres en la sangre y se beneficiaron de un trasplante de células madre que renovó profundamente su sistema inmunológico.
Pero en todos esos casos, su donante presentaba una rara mutación, de un gen conocido como CCR5 delta 32, que previene la entrada del VIH en las células.
Para el “paciente de Ginebra”, la situación es diferente: en 2018, para tratar una forma de leucemia particularmente agresiva, se benefició de un trasplante de células madre. El trasplante provino de un donante que no portaba la famosa mutación CCR5.
Sin rastro del virus
Veinte meses después de haber interrumpido el tratamiento antirretroviral, el virus sigue siendo indetectable en su cuerpo, apunta este reporte, que detalla cómo el paciente es atendido por los Hospitales Universitarios de Ginebra, en colaboración con el Instituto Pasteur, el Instituto Cochin y el consorcio internacional IciStem.
Su tratamiento antirretroviral se redujo paulatinamente y se suspendió definitivamente en noviembre de 2021. Los equipos científicos no descartan que el virus aún persista, pero consideran que se trata de una nueva remisión de la infección por VIH.
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Dos casos anteriores, conocidos como los “pacientes de Boston”, también habían recibido células madre normales durante sus trasplantes. Pero, en ambos casos, el VIH volvió unos meses después de que los pacientes dejaran de tomar antirretrovirales.
Asier Saez-Cirion, científico español del Instituto Pasteur de Francia, que presentó el caso del paciente de Ginebra en Brisbane, dijo a la agencia francesa que si no hay señales del virus después de 12 meses “la probabilidad de que sea indetectable en el futuro aumenta significativamente”.
Caso “prometedor”
Hay un par de posibles explicaciones de por qué el paciente de Ginebra permanece libre de VIH, dijo Saez-Cirion. “En este caso específico, quizás el trasplante eliminó todas las células infectadas sin necesidad de la famosa mutación”, dijo.
“O tal vez su tratamiento inmunosupresor, que se requirió después del trasplante, jugó un papel”, añadió.
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Sharon Lewin, presidenta de la Sociedad Internacional del SIDA que celebró la conferencia científica sobre el VIH en Brisbane, dijo que el caso era “prometedor”.
“Pero aprendimos de los pacientes de Boston que incluso una sola” partícula del virus puede provocar un repunte del VIH, advirtió.
Si bien estos casos de remisión a largo plazo generan esperanzas de que algún día el VIH pueda realmente curarse, el brutal y arriesgado procedimiento de trasplante de médula ósea no es una opción para las millones de personas que viven con el virus en todo el mundo.
Pero este paciente abre esperanzas de que los casos de remisión puedan apuntar hacia nuevas vías de investigación, como el papel potencial que desempeñan los tratamientos inmunosupresores.
Saez-Cirion, citado por AFP, dijo que el caso también animó a los investigadores a continuar estudiando las células inmunes innatas, que actúan como primera línea de defensa contra varios patógenos. Por su parte, el paciente de Ginebra dijo que ahora “miraba hacia el futuro”.