Durante años, las adolescentes llenaron las grandes tiendas de Forever 21 en los centros comerciales de todo Estados Unidos para vestirse a la moda a precios asequibles, con prendas como halter de 5 dólares y vestidos de 25.
Sin embargo, la cadena que ayudó a popularizar la llamada moda rápida ha sido lenta para servir a una nueva generación de clientes jóvenes.
La cadena privada, con sede en Los Ángeles, se declaró formalmente en bancarrota el domingo, víctima del rápido cambio de gusto de compras de los adolescentes, que están dejando de ir a los centros comerciales para comprar en línea en sitios que se ponen de moda.
Los jóvenes también están interesados en comprar prendas que no afecten al medio ambiente, como pantalones hechos de plástico reciclado, en lugar de artículos que van a desechar luego de usarlos unas cuantas veces.
También están acudiendo a tiendas en línea de segunda mano, donde las prendas pueden usarse una y otra vez. De hecho, se prevé que la industria de la moda de segunda mano alcance los 64.000 millones de dólares para 2028, casi 1,5 veces más grande que la industria de moda rápida, de acuerdo con un reporte de Global Data Retail.
La bancarrota representa una caída drástica para Forever 21. El minorista fue fundado en 1984 y, junto con otras cadenas de moda rápida como H&M y Zara, gozaron de popularidad entre los jóvenes que despegó a mediados de la década de 1990. Incluso le robó clientes a tiendas inquebrantables como Abercrombie & Fitch y American Eagle.
Su popularidad creció durante la Gran Recesión, cuando los compradores buscaron ropa a precios accesibles. Pero Forever 21 comenzó una gran expansión justo cuando los consumidores se mudaron a las tiendas en internet. Ahora, cerrará aproximadamente 350 establecimientos a nivel internacional, incluyendo hasta 178 en Estados Unidos. Hasta el día que se acogió a la bancarrota, operaba unas 800 tiendas en todo el mundo, incluidas más de 500 en Estados Unidos. La compañía señaló que su negocio en línea, que representa el 16% del total de sus ventas, seguirá funcionando.
“El mundo ha cambiado, y Forever 21 no cambió con él”, dijo Stacey Widlitz, presidenta de SW Retail Advisors. “Y los muros se cerraron, en términos de competencia”.
La empresa dijo que se enfocaría en maximizar el valor de sus tiendas en Estados Unidos y en cerrar algunos locales en el extranjero. Forever 21 tenía previsto cerrar la mayoría de sus establecimientos en Asia y Europa, aunque seguiría operando en México y América Latina.