Casi un año en el espacio hizo que el sistema inmunológico del astronauta Scott Kelly estuviera en alerta máxima y cambió la actividad de algunos de sus genes comparado con su gemelo idéntico que se quedó en Tierra.
Los científicos no saben si los cambios son buenos o malos, pero los resultados del exclusivo estudio de los gemelos generaron nuevas interrogantes para los médicos en un momento en que la NASA tiene el objetivo de enviar personas a Marte.
Las pruebas de los dobles genéticos dieron a científicos la oportunidad inédita de monitorear detalles de la biología humana, por ejemplo, cómo los genes de un astronauta se activan y desactivan en el espacio de forma distinta a como lo hacen en Tierra. Un cambio desconcertante anunciado este viernes en una conferencia científica fue que el sistema inmunológico de Kelly se volvió hiperactivo.
“Es como si el cuerpo reaccionara a este ambiente extraño de la misma manera como reaccionaría a un organismo ajeno en su interior”, dijo el genetista Christopher Mason de la Escuela Médica Weill Cornell de Nueva York, quien ayudó a dirigir el estudio. Agregó que los médicos ahora analizan eso en otros astronautas.
Desde que comenzó la exploración espacial, NASA ha estudiado el efecto en los cuerpos de los astronautas, como la pérdida ósea para la que hay que hacer ejercicio. Pero comúnmente pasaban un máximo de seis meses en el espacio. Kelly, quien vivió en la Estación Espacial Internacional, estuvo 340 días en el espacio y fijó un récord para Estados Unidos.
“Nunca me sentí completamente normal en el espacio”, dijo el ahora retirado astronauta en un email a The Associated Press, en referencia a la congestión por cambiar fluidos, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse por el dióxido de carbono adicional, y molestias digestivas por la microgravedad.
Pero éste fue un exclusivo y profundo estudio a nivel molecular, con el hermano gemelo del astronauta, Mark Kelly, en Tierra para comparar. Los resultados completos no han sido publicados, pero los investigadores presentaron algunos de los hallazgos este viernes durante una reunión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
El estudio de los gemelos proporciona a la NASA un catálogo de cosas para monitorear en misiones futuras para ver si otros astronautas reaccionan de la misma forma.