OnCuba comparte esta vez con ustedes unos cuadros –pudieran llamarse así- del Paseo del Prado habanero. Cualquier foto que se tome en el lugar parecerá siempre la misma: niños jugando, un taxi americano de otros tiempos, leones de permanente boca abierta, y un largo paseo que desemboca casi en el malecón, como diciéndote: toda La Habana, verticalmente hablando, desemboca en el malecón.