Un estudio coordinado por el Centro Alemán de Investigación Oncológica (Deutsches Krebsforschungszentrum, DKFZ) sugirió que el Examen Digital Rectal, que no es otra cosa que el impopular Tacto Rectal (TR), podría estar pasando por alto muchos cánceres de próstata en sus etapas iniciales.
Los investigadores, a cargo del ensayo Probase encontraron, luego de investigar a 46 495 hombres de 45 años, en un estudio que duró cinco años, que hay técnicas muchos más sensibles para la detección precoz de las patologías oncológicas de esta glándula como el Antígeno Específico Prostático (PSA, por sus siglas en inglés).
Entre las posibles razones que apuntaron los investigadores está que el cáncer, en sus etapas iniciales y, especialmente, en hombres más jóvenes podría generar cambios demasiados leves en la próstata como para ser descubiertos mediante el tacto. Por otra parte, un estudio separado donde además se utilizaron pruebas de imágenes como Resonancias Magnéticas Nucleares, estableció que cerca del 80 % de estos cánceres estaban en localizaciones que no eran accesibles con el método de tacto.
Los investigadores concluyeron que el uso del PSA y la RMN de conjunto podrían ayudar a la detección precoz del cáncer de próstata, sobre todo en pacientes más jóvenes. Adicionalmente, argumentaron que el TR no solo no es efectivo para estos fines, sino que puede ser una de las razones por las que los hombres no van a consulta.
¿Qué es la próstata?
Antes de continuar hablando del TR y el cáncer de próstata se impone hablar un poco de esta estructura, su localización, función y desarrollo. La próstata es una glándula, es decir, una estructura especializada en la producción de sustancias que pasan directamente al torrente sanguíneo, por ejemplo, las hormonas. En el caso que nos ocupa, esa estructura se vale de un conducto.
Se encuentra ubicada en la parte inicial de la uretra masculina (conducto común del aparato urinario y genital en el hombre). Posee la forma de una nuez y se localiza frente al recto, a la salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido seminal. Este protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.
El peso y volumen normales de esta glándula aumentan a partir de los 15 años de edad, hasta los 30. Su volumen se estabiliza a los 40 años (entre los 20 y los 30 centímetros cúbicos). A partir de los 50 años de edad, inclusive antes, el 75 % de los hombres presenta alguna transformación benigna o maligna en el tejido de este órgano. En individuos mayores de 80 años el porcentaje aumenta a 95 %.
Tacto rectal
Dada la ubicación de la próstata, se puede acceder a ella fácilmente mediante el tacto rectal. Durante el examen, el médico inserta un dedo enguantado y lubricado en el ano. En los hombres esto forma parte de un examen físico completo para revisar las características de la próstata, es decir, tamaño, forma, consistencia…
No se indica apenas para la exploración de la próstata, sino también para el mapeo de distintas patologías digestivas y urológicas, como hemorragias intestinales, dolor rectal, dificultad para defectar, orinas oscuras o antes la presencia de sangre en la orina, etc. Es tanta su importancia y tan común su uso por distintas especialidades que existe un dicho entre los médicos que reza: “el que no mete el dedo, mete la pata”.
Por otro lado, también está indicado en las mujeres, además de ante los síntomas antes mencionados, como parte del examen ginecológico. Sin embargo, se trata de un procedimiento temido, lleno de connotaciones negativas y tabúes. En el caso de los hombres se asocia al diagnóstico de un cáncer y, por extensión, a la muerte. Por otro lado, existe la noción entre algunos de que el examen supone una amenaza contra la “masculinidad” normativa. Ambas cosas son una distorsión peligrosa que puede llevar a la evitación de este importante examen.
Cáncer de próstata, dimensión del problema
El cáncer es la principal causa de muerte en todo el mundo. En 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones. En aquel año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de próstata ocupó el número cuatro entre las patologías más frecuentes, con 1.4 millones de nuevos casos, solo por detrás del de mama, pulmón y colorrectal. Por otro lado, un artículo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sitúa al cáncer de próstata como el más frecuente entre los hombres de la región latinoamericana, representando un 21,7 % del total.
En el caso de Cuba los tumores malignos constituyen la segunda causa de muerte en el país, después de las enfermedades cardiovasculares. Además, son la primera causa de muerte para personas entre 20 y 59 años, con una tasa de 79.4 y 78.8 en los años 2020 y 2021, respectivamente, por cada 100 mil habitantes de este grupo de edad. En esos años, por cada 100 mil personas entre los 20 y 59 años, murieron de cáncer casi 80 cubanos.
Por otro lado, entre mayores de 60 años en 2021, aún en un año atípico por la pandemia, tanto el número de fallecidos por esta causa como la tasa de mortalidad se mantuvieron prácticamente sin cambios respecto al año anterior, con más de 21 mil defunciones por patologías oncológicas y una tasa de mortalidad superior a 920 por cada 100 mil habitantes mayores de 60. Exactamente, 928.5 para 2020 y 927.8 para 2021.
Adicionalmente, entre las causas de mortalidad prematura, es decir, aquella que ocurre entre los 30 y 69 años, las enfermedades oncológicas también ocupan el segundo lugar y, dentro de ellas, el cáncer de próstata es la tercera más frecuente, siendo responsable por 619 muertes en 2020 y 620 en 2021.
Pero, más importante es el hecho de que entre las patologías oncológicas, el cáncer de próstata fue la segunda causa de muerte a nivel global y la primera entre los hombres, con 3484 y 4040 fallecidos en los años 2020 y 2021. Todo lo anterior da una idea de la importancia del diagnóstico precoz y del tratamiento oportuno de esta enfermedad, que es una de las principales causas de muerte en nuestro país.1
Métodos diagnósticos para el cáncer de próstata
Como cualquier enfermedad, para el diagnóstico del cáncer de próstata se sigue una secuencia lógica de pasos que comienza con una entrevista con el paciente ante la presencia de síntomas o luego de la realización de pruebas para el despistaje. Entre ella tenemos la realización del TR o el PSA.
El PSA es una proteína producida por las células en la glándula prostática. Se encuentra principalmente en el semen y en pequeñas cantidades en la sangre.
- La mayoría de los hombres sin cáncer de próstata tiene niveles de PSA menores a 4 ng/mL de sangre. Sin embargo, es importante aclarar que esto no garantiza que no tenga cáncer.
- Niveles de PSA de 4 a 10 tienen una probabilidad de un 25 % de padecer cáncer de próstata.
- Si el PSA es mayor de 10, la probabilidad asciende a más del 50 %.
Ante la sospecha de padecer la enfermedad, se indicará una biopsia, que no es más que la extracción de células o tejidos para que sean examinados por un experto. Aun cuando existen muchas formas de obtener una biopsia, el método utilizado en estos casos es por punción con aguja gruesa. Es decir, se pincha la glándula y se retira una pequeña muestra de tejido que luego es estudiada. Los estudios por imágenes también son útiles, ya sea un ultrasonido o resonancia magnética.
La opinión de un experto
OnCuba tuvo la oportunidad de conversar con el Dr. Moisés Martínez Castro, Especialista de Primer Grado en Urología, que labora como urólogo oncólogo en el Centro Oncológico de Holguín. El Dr. Martínez Castro nos comenta que el TR siempre formará parte del examen físico urológico, aunque para el diagnóstico precoz del cáncer de próstata ha perdido valor.
El diagnóstico precoz del cáncer de próstata, continúa el experto, se basa en un trípode constituido por el PSA, el Ultrasonido transrectal y el TR. Aunque siempre el diagnóstico definitivo depende de una biopsia.
Recalca que un estudio de PSA alterado no define el diagnóstico de cáncer, pero constituye un índice de sospecha. Asimismo, el crecimiento interanual del valor del PSA es un elemento valioso que orienta el diagnóstico.
Por otro lado, si bien el TR ha perdido valor en el diagnóstico precoz de la enfermedad, debido a que es menos sensible y específico que otras pruebas, un TR sospechoso, siempre es indicación de la necesidad de una biopsia con independencia del resultado del PSA. Además, este procedimiento mantiene total vigencia en el seguimiento de los pacientes con cáncer de próstata y es definitivo, en muchas ocasiones, para decidir la conducta médica.
Finalmente, preguntado sobre la utilización en nuestro país del PSA, Martínez Castro explica que, en pacientes mayores de 45 años, sin antecedentes familiares de cáncer de próstata, debe realizarse todos los años y que los médicos de familia están facultados para indicarlos. En el caso de aquellos hombres con antecedentes de cáncer de próstata en la familia, el riesgo se incrementa, por lo que la indicación del PSA anual es a partir de los 40 años.
Lo nuevo y lo viejo que sigue siendo útil
Si bien no se puede negar el desarrollo de la ciencia, siempre a la búsqueda de nuevos métodos, la aparición de una nueva técnica, como en este caso el PSA o los estudios de imagen, no implica que se anule la validez de métodos diagnósticos que durante siglos ha formado parte del arsenal médico.
Existe una tendencia marcada, especialmente en profesionales jóvenes, a distanciarse cada vez más del paciente, limitando la interacción. Esto parte del supuesto que el laboratorio y los estudios imagenológicos proveerán todas las respuestas.
Personalmente coincido con el especialista consultado para este texto en que nada supera un buen interrogatorio y un examen físico minucioso que, por supuesto, incluye, cuando es necesario, el TR. Esta técnica, en nuestra sociedad, enfrenta un rechazo marcado, pero ante prejuicios e incomodidades se impone poner en una balanza riesgos y beneficios. La mejor opción resulta evidente.
Nota:
1Datos obtenidos de la edición 50 del Anuario Estadístico de Salud de Cuba.
No es por nada, pero trípode y tacto rectal son palabras que no deberían ir juntas en un mismo articulo… Que uno se asusta chico…