El pasado mes de agosto inició en China el proceso de ensayos clínicos del fármaco con patente cubana Itolizumab. Las investigaciones correrán a cargo de una empresa mixta de ambos países nombrada Biotech Pharmaceuticals Limited (BPL). Esta, según sus directivos, iniciará también en 2025 estudios para la validación de Cimavax, la vacuna cubana contra el cáncer de pulmón a la que dedicamos un artículo en esta columna.
El Itolizumab será probado en pacientes con dermatomiositis y se usará además para el tratamiento de injerto contra huésped. La dermatomiositis es una enfermedad que afecta los músculos y la piel y es frecuente en niños y personas que padecen distintos tipos de cáncer. Sus causas, de acuerdo con un artículo de la Biblioteca Médica de Estados Unidos, no se conocen del todo, pero se sospecha que tiene un origen autoinmune y que está relacionada a la presencia de alguna infección viral. Una hipótesis que ha ganado fuerza en los últimos tiempos es su relación con el Virus de Epstein-Barr, causante de la “enfermedad del beso”. La dermatomiositis se ha manifestado en algunos casos luego de la infección por este agente.
El injerto contra huésped o receptor, por su parte, es una enfermedad inflamatoria que aparece luego de un trasplante de células madre, médula ósea u órganos en el cuerpo del paciente receptor; provoca el rechazo del órgano o tejido trasplantado y eleva la mortalidad, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos. Hasta el momento, esta enfermedad tiene como tratamiento único el uso de dosis altas de esteroides, los cuales tienen múltiples efectos adversos.
El Itolizumab se hizo conocido dentro de la comunidad médica en nuestro país en los días oscuros de la pandemia de COVID-19. En esa época fue una de las herramientas con las que se contaba para el tratamiento de las formas graves de esta enfermedad.
Pero, en esencia, ¿qué es el Itolizumab? ¿Cuál es su mecanismo de acción? ¿Qué perspectiva tiene ese novedoso fármaco?
Inmunoterapia, una explicación necesaria
Uno de los campos que más resultados científicos genera en la medicina contemporánea es la inmunoterapia. A este tema dedicamos un artículo en Vida Saludable.
Esta revolucionaria rama de la medicina busca prevenir y curar enfermedades mediante la utilización de distintos tipos de fármacos que actúan sobre el sistema inmune. Como se recordará, el sistema inmunológico o de defensa es el encargado de proteger al organismo frente a enemigos, tanto internos como externos. Entre ellos tenemos a virus, bacterias y también a las células neoplásicas.
Un ejemplo clásico de inmunoterapia son las vacunas. Desde principios del siglo XIX estas herramientas terapéuticas han prevenido enfermedades y salvado millones de vidas, al evitar que ciertos gérmenes infecten al organismo o que, en caso de hacerlo, generen una forma leve de la enfermedad.
Se trata de un campo fascinante que ha generado resultados extraordinarios en los últimos 50 años, algunos de los cuales han sido premiados con el Nobel de medicina, como los anticuerpos monoclonales. Estos fueron descubiertos en los años 70 por los investigadores de la Universidad de Cambridge, César Milstein y Georges Köhler.
Para comprender mejor lo que sigue debemos explicar brevemente qué son los anticuerpos. Se trata de proteínas producidas por el organismo con la capacidad de identificar blancos específicos, llamados antígenos, los cuales son atacados por el sistema inmunológico o de defensa.
Se trata de una especie de explorador altamente especializado que avisa a la infantería sobre la presencia de un enemigo, como puede ser un virus, una bacteria o una célula cancerígena. A veces algo no funciona bien y el propio sistema defensivo ataca al organismo, en una respuesta espontánea que se podría llamar de “fuego amigo”.
Desde hace cerca de 50 años los científicos encontraron la manera de producir en los laboratorios anticuerpos artificiales. Estos son los anticuerpos monoclonales, y existen varios tipos, en dependencia de su uso terapéutico. El Itolizumab es uno de ellos.
Cada anticuerpo, sea natural o artificial, es capaz de identificar a un antígeno específico. En el caso del Itolizumab este es una proteína llamada CD6. La misma se encuentra en la superficie de un grupo de células defensivas conocidas como linfocitos T.
CD6, el “encendedor” del sistema inmunológico
En el momento en el que usted lee estas líneas su sistema inmunológico está haciendo frente a una o varias agresiones. De manera rutinaria, un formidable ejército de células con funciones altamente especializadas nos defienden. Uno de los mecanismos por lo que esto sucede es la llamada cascada inflamatoria.
Intentaré explicar este complejo fenómeno de la manera más simple posible. Cuando un anticuerpo detecta a un antígeno convoca a un conjunto de células, que comienzan a multiplicarse y a producir sustancias conocidas como mediadores inflamatorios. Su función es esencialmente movilizar a nuevos grupos celulares con funciones específicas para controlar la amenaza.
Paralelamente, otro grupo de sustancias y células se encargan de que el daño no sea mayor que el beneficio. Esto debe funcionar como un ajustado mecanismo de relojería. Lamentablemente, no siempre sucede así. En algunas enfermedades el sistema inmunológico ataca estructuras del propio organismo, como es el caso de la psoriasis y la artritis reumatoidea, dos enfermedades clasificadas como autoinmunes. Otras veces, la naturaleza misma de la agresión es tal que el propio sistema inmunológico puede provocar la muerte del enfermo, como vimos suceder durante la pandemia de la COVID-19, y con otros gérmenes mortales.
Finalmente, en algunas ocasiones especiales es necesario disminuir la capacidad del sistema inmunológico, como ocurre en los casos de trasplantes de médula ósea o de riñón, para evitar que el organismo rechace el “cuerpo extraño”.
En estas circunstancias, contar con un “encendedor” del sistema inmunológico que, sin desproteger del todo al cuerpo, module la respuesta inflamatoria, es bastante útil. Tal es el caso de la proteína CD6.
Desde finales de los años 90 esta molécula comenzó a generar interés entre la comunidad científica debido a sus propiedades como activadora del sistema inmunológico.
Una década después ya se habían creado varios anticuerpos monoclonales cuya función era identificar e inactivar a la proteína DC6; entre ellos estaba el Itolizumab, que debía, dicho en palabras muy simples, “apagar” algunas funciones del sistema inmunológico.
Esto abría enormes posibilidades para el tratamiento de enfermedades autoinmunes y otras patologías en las que resultaba vital el control de la respuesta inflamatoria. Pronto comenzaron a verse los primeros resultados.
Itolizumab y psoriasis
El Itolizumab es un anticuerpo monoclonal desarrollado por investigadores cubanos. Los primeros estudios sobre su utilidad práctica se publicaron en el año 2011, cuando fue incluido, bajo el nombre de Th1, con el que se conocía en ese momento, como uno de los 25 anticuerpos monoclonales de interés para la comunidad científica.
Desde 2010 hasta la actualidad se han publicado decenas de investigaciones que confirman la veracidad de la hipótesis inicial, es decir: el Itolizumab es útil en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, como es el caso de la psoriasis. Tiene además un perfil de seguridad adecuado, esto es, que genera pocas reacciones adversas y de escasa severidad.
De acuerdo con un artículo aparecido en el sitio de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la psoriasis es una enfermedad crónica, autoinmune. Existen diferentes formas de presentación de esta patología. En la más común aparecen lesiones en forma de placas elevadas que se localizan fundamentalmente en el cuero cabelludo, el tronco y las extremidades, con predilección por algunas zonas como las rodillas y los codos.
Un estudio cubano mostró la seguridad y eficacia del uso del Itolizumab en pacientes con psoriasis moderada y grave. En el mismo sentido resulta interesante un reporte de caso de una paciente que, luego de 5 años de haber recibido tratamiento con Itolizumab, se mantenía en remisión de su psoriasis. Esto quiere decir que no presentaba síntomas de su enfermedad, o que esta estaba “silenciada” por el fármaco.
Una particularidad del Itolizumab es que se desarrolló de manera conjunta entre Biocubafarma, el conglomerado cubano biotecnológico, y Biocon, una industria del mismo sector de la India. De ahí que los estudios sobre el medicamento se hayan desarrollado de manera paralela en ambos países.
Itolizumab y COVID-19
La llegada de la pandemia creó la necesidad de buscar opciones de tratamiento. Tanto en Cuba como en la India se desarrollaron estudios que tenían como denominador común el uso de Itolizumab en pacientes con formas moderadas y graves de la enfermedad.
La causa de la muerte de la mayoría de los pacientes con COVID-19, no era la acción directa del virus, sino el daño provocado al organismo por la tormenta de citocinas. Cuando hablábamos antes de la cascada inflamatoria, nos referiríamos a este fenómeno. Se trata de la acción descontrolada del sistema inmunológico inducida por el virus. En este contexto, se comprenderá que un modulador del sistema defensivo como el Itolizumab tenía todas las trazas de ser útil.
Una investigación desarrollada en la India demostró una reducción de la mortalidad y de las necesidades de oxígeno en pacientes con formas moderadas y graves de la COVID-19 a las que se les estaba administrando el Itolizumab.
Por su parte, un estudio multicéntrico 1 cubano que incluyó una decena de hospitales en todo el país demostró que el Itolizumab disminuía las necesidades de oxigenación y reducía comparativamente la mortalidad en pacientes con COVID-19 moderada y grave cuando su uso era oportuno.
Una vez superada la pandemia, el Itolizumab ha seguido utilizándose en las terapias intensivas cubanas para el tratamiento de pacientes con formas específicas de insuficiencia respiratoria aguda. Mi experiencia en este contexto, aunque anecdótica y no investigativa, confirma la utilidad del fármaco en este tipo de enfermos.
Un camino que se amplía
Más allá de la demostrada eficacia del Itolizumab en pacientes con psoriasis y COVID-19 dentro y fuera de Cuba, el camino de este anticuerpo monoclonal se está ampliando. Una muestra de esto es el inicio de los ensayos clínicos a los que hicimos referencia al comienzo del artículo.
Además del ensayo clínico con participación cubana que se desarrolla en China, la empresa estadounidense Esqulium está llevando a cabo una investigación similar. Esta biotecnológica adquirió de Biocon los derechos para el uso del Itolizumab. El estudio está dirigido hacia la enfermedad de injerto contra huésped o receptor, a la que hicimos referencia.
Adicionalmente, un artículo aparecido en el sitio Lupus Fundation of America nos habla sobre los alentadores resultados del uso de Itolizumab en pacientes con nefritis lúpica, es decir, el daño renal que produce el lupus en pacientes portadores de esta enfermedad.
Es bueno recordar que el lupus es otra de esas enfermedades autoinmunes que provocan una notable reducción de la calidad y la esperanza de vida de quienes la padecen. El daño renal es la causa de la muerte en algunos de estos pacientes. El estudio en cuestión demuestra una reducción en varios de los indicadores más importantes de esta enfermedad.
Como se ve, el camino del Itolizumab se amplía y sus posibles usos para el tratamiento de varias enfermedades se diversifican. Sin dudas resulta gratificante ver cómo un fármaco elaborado en Cuba se abre paso en el mundo y que sus posibilidades de salvar miles de vidas aumentan.
Nota:
1 Los estudios multicéntricos se desarrollan simultáneamente en varias instituciones de salud. Su objetivo es abarcar una muestra más amplia en un período de tiempo más breve, lo que confiere robustez y mayor confiabilidad a los resultados.
Excelente artículo, instructivo y gratificante, esperanzador para millones de personas en todo el mundo.
Mis felicitaciones para el Dr. Carlos Alberto González y para OnCubaNew
Muchas gracias, sus palabras nos alientan mucho.
Saludos. Soy paciente con psoriasis y ya he visto varias veces al respecto de este medicamento. Resumiendo donde está disponible para pacientes cubanos y en este caso de Palma Soriano en Santiago.
Saludos , muchas gracias por su comentario. Le recomiendo dirigirse al servicio provincial de dermatología en Santiago de Cuba. Su médico le va a orientar qué hacer si lo considera prudente en su caso. Es un medicamento que esta disponible en la red de hospitales del país. Mis mejores deseos para usted.
Soy paciente de este estudio con el medicamento en cuestión Itolizumab, y la verdad es que he mejorado increíblemente. Soy de la habana Cuba y me atiendo en el instituto de dermatología en Rincón, Santiago de las Vegas, tuve una recaída pero con solo 2 dosis nuevamente que me he puesto he vuelto a mejorar en días. la psoriasis que tengo es en gotas según la explicación de los médicos que me atienden que además son maravillosos, al igual que el grupo de enfermeras, bellas y cariñosas todas. se los aseguro este medicamento es superbueno y sus efectos secundarios son muy pocos, al menos en mi caso.
saludos desde Cuba. viva mi patria CUBA, CUBA, CUBA.