En un nuevo estudio se encontró que las mujeres que naturalmente son madrugadoras tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Una de cada 100 mujeres que se consideraban madrugadoras desarrollaba cáncer de mama, en comparación con dos de cada 100 mujeres que “trasnochaban”.
El estudio contó con una muestra inmensa: 156,848 mujeres. Fue encabezado por la Dra. Rebecca Richmond, investigadora en la Unidad de Epidemiología de la Universidad de Bristol. Los resultados presentados el martes pasado.
Sleep and breast cancer research presented at #NCRI2018 relies on technique called Mendelian randomisation. Watch this to learn how it works: https://t.co/joGMBV3Zjg
— NCRI Partnership (@NCRI_partners) November 6, 2018
El equipo de Richmond utilizó un método llamado aleatorización mendeliana, para demostrar que las mujeres “cuyos genes los hicieron más propensos a ser madrugadores tenían menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama” hasta en un 48 por ciento.
En un segundo análisis, utilizando datos autoinformados por las personas sobre el sueño, se demostró una tendencia similar: “las mujeres que se levantan temprano tienen un riesgo un 40 por ciento menor de cáncer de mama”.
También se encontró que las mujeres que reportaron haber dormido más de la media de siete a ocho horas por noche, tenían un riesgo ligeramente mayor de cáncer de mama, de “un 20 por ciento por hora adicional de sueño”.
El informe del equipo señaló que hay muchos factores involucrados en una persona que desarrolla cáncer de mama y que estas cifras no representan un riesgo absoluto. Además, los resultados no se pueden aplicar a todas las poblaciones ya que la mayoría de las mujeres incluidas eran de ascendencia y vida europea.
“Es probable que el sueño sea un factor de riesgo importante para el cáncer de mama, pero no es tan grande como otros factores de riesgo bien establecidos, como el IMC (Índice de Masa Corporal) o el (nivel de ingesta de) alcohol”, dijo Richmond.
La organización benéfica Breast Cancer Now advirtió que cualquier ingesta de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama. Y un informe de principios de este año, agregó que la obesidad se convertirá el año próximo en la principal causa prevenible de cáncer de mama en, por ejemplo, las mujeres en el Reino Unido.
“Sabemos que el sueño es importante en general para la salud”, dijo Richmond a la CNN. “Nuestros ritmos circadianos, nuestro reloj natural, controlan las funciones corporales, como los patrones de sueño, la presión arterial y el metabolismo, y cuando se alteran pueden aumentar el riesgo de cáncer y otras enfermedades”.
Según la propia CNN, no toda la comunidad científica está de acuerdo. “El método estadístico utilizado en este estudio, llamado aleatorización mendeliana, no siempre permite inferir la causalidad”, dijo a esa cadena Dipender Gill, becario de capacitación en investigación clínica del Imperial College de Londres.
“Por ejemplo, los determinantes genéticos del sueño también pueden afectar otros mecanismos neuronales que afectan el riesgo de cáncer de mama independientemente de los patrones de sueño”. En tal escenario, para Gill, los patrones de sueño pueden estar asociados con el riesgo de cáncer de mama, pero no causarlo directamente.