Estados Unidos urgió este jueves a Cuba a identificar el origen de los misteriosos “ataques” sufridos por funcionarios estadounidenses en La Habana y pidió al gobierno de Miguel Díaz-Canel, que garantice su fin.
“Estados Unidos reiteró la necesidad urgente de identificar la fuente de los ataques contra los diplomáticos estadounidenses y pidió que se garantice que cesen”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado, después de celebrar la VII Comisión Bilateral en Washington desde el acercamiento entre ambas naciones en 2015.
Este encuentro llega una semana después de que EE.UU. anunciara que evalúa la salud de dos de sus funcionarios en la Isla, que se unirían a los 24 miembros de su personal diplomático que según el Departamento de Estado sufrieron problemas cognitivos, pérdida de audición, mareos y fatiga.
“Insistimos que hasta que no sea lo suficientemente seguro como para integrar por completo el personal de nuestra Embajada, no podremos proporcionar servicios regulares en La Habana”, añadió la diplomacia estadounidense.
Estados Unidos y Cuba celebraron séptima reunión de la Comisión Bilateral en Washington, D.C. https://t.co/hm2FA4hqVQ
— USA en Español (@USAenEspanol) 14 de junio de 2018
La comitiva estadounidense estuvo encabezada por el subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, John Creamer, y la cubana por el director general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.
Las delegaciones también examinaron otras áreas de participación que promueven los intereses de ambos países, incluyendo la lucha contra la trata de personas, la seguridad de la aviación civil, la cooperación policial, la seguridad marítima y los derechos humanos, entre otros aspectos.
Según la información oficial de la Cancillería cubana, su delegación “rechazó el retroceso impuesto por el gobierno de los Estados Unidos en las relaciones bilaterales y llamó la atención sobre sus consecuencias negativas para ambos pueblos, la emigración cubana y para el entorno regional e internacional”.
Además, pidió a su contraparte la eliminación de la “arbitraria” alerta de viajes que obstaculiza los intercambios entre ambos países y “alertó sobre el riesgo de incumplimiento por parte de Estados Unidos de las obligaciones vigentes” conforme a los acuerdos en materia migratoria.
Al final de la reunión, EE.UU. y Cuba acordaron celebrar la próxima ronda de conversaciones este verano.
EFE / OnCuba